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ESCRITURA IMPROVISADA


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El mes pasado el Centro Cultural Néstor Kirchner fue escenario de una “jam” de escritura, un evento en el que autores consagrados como Selva Almada se animaron a improvisar historias, acompañados por músicos y artistas plásticos que les ponían sonidos e imágenes a sus palabras.

Por Denisse Herrera

JAM

Hay una pantalla gigantes y tres puestos listos para dar inicio al Jam de escritura. El espacio de la Cúpula del Centro Cultural Néstor Kirchner está repleto para una fiesta en la que el público disfrutará de historias que también tienen música e imagen.
La sombra del creador y coordinador del evento, Adrián Haidukowski, contrasta con la iluminación del escenario mientras se acomoda en el puesto del medio. Las primeras letras van apareciendo y entre historias, anécdotas y humor, Adrián da la bienvenida al jam de escritura dentro del marco del Mercado de Industrias Culturales Argentinas (MICA), organizada por el Ministerio de Cultura de la Nación
“El jam de escritura es un evento literario completamente distinto creado en 2006 en la Argentina. Intervienen la literatura, la ilustración y la música entrelazadas por la improvisación en vivo. Lo que genera en cada presentación una obra única e irrepetible. En cada encuentro el autor invitado escribe su texto en vivo, sin restricciones de tema o género, improvisando frente a los espectadores. Mientras tanto, un DJ completa el ambiente recreando con música la historia elegida por el escritor y un ilustrador improvisa en base al texto.”, escribe Adrián, al mismo momento que la música, el dibujo y la escritura se acoplan para abrazar al público que seguían la lectura atentamente.
“Hace dos años nos convocaron para planificar la Bienal de Arte Joven, hoy crecimos y estamos en el cielo. El jam tiene sede en México, Caracas y Barcelona. Fue elegido por Cancillería como una muestra de exportación cultural• Hubo en Japón y hasta en castellano… Si se están aburriendo, esto es el jam ja”, continúa su escritura Adrián, entre borrones, acentos y suspiros. La inmediatez y la improvisación ya se han hecho parte de toda la Cúpula. De repente, la intensidad de la música de Ricardo Cabral, hace que las palabras de Adrián desaparezcan.
“Las tres trabajábamos en el mismo sector del laboratorio. Ellas llevaban décadas allí y me adoptaron apenas entré. Éramos provincianas”, transformó las teclas en letras, la escritora Selva Almada. Con la mirada firme en el monitor escribe la historia de tres hermanas. Simultáneamente un DJ le pone música a su texto. Los ilustradores Diego Bianki, Fernanda Cohen y Gusti se alternan para traducir en imagen aquella hermandad de la que habla Almada.
“Padrenuestro que estas en los cielos, santificado sea tu… La concha de tu madre…. Mi hermano nunca me deja rezar en paz me dice que son cosas de papá y que papá está enfermo pero no de gripe sino de algo que viene de la vinería de la esquina”, arranca el escritor Luis Mey, dejando atrás las palabras de Almada. Al mismo tiempo la música acompaña el cambio de ritmo de su historia y las imágenes se suceden vertiginosamente en la pantalla. Son las diez de la noche, las luces se han puesto más intensas y los dibujos se van desvaneciendo, el tipeo continúa.
Es el turno de las letras de la periodista y activista, Marta Dillon. “Una cinta corrediza, de seda, que se ajusta, desde la concha hasta el inicio de las costillas, se aprieta, se desliza, el agua se junta en el medio, tira de la garganta, me asfixia, se hace convulsión de llanto”.
Acercándose el final llega la historia del escritor, Enzo Maqueira. “Qué absurda esnobeada es todo esto. Qué raro, imposible cool hasta la muerta misma de todo cuanto existe alrededor de la Costanera Sur. Eso pensaba mientras miraba por la ventana de la cocina de la casa de mis abuelos en Comodoro Rivadavia. Patagonia argentina, y trataba de acordarme de mi vida antes de exiliarme en un desierto con olor a tierra seca, a mar a la mierda que cae del cielo en forma de chorro blanco, cada gaviota, cada pedazo de nube que vuela hacia el horizonte. Cursi. Por eso me fui de Comodoro estaba siendo demasiado cursi”, finaliza el autor.
Llegan los agradecimientos que también tienen su correlato en la pantalla gigante. En fila y organizados por la seguridad del evento los lectores van dejando la Cúpula. Llevan la cabeza llena de historias, sonidos e imágenes.

¿Qué es el MICA?
El MICA es una política pública del Ministerio de Cultura de la Nación, que apunta a fomentar, federalizar y visibilizar la industria cultural nacional. Es el principal mercado de industrias culturales de Argentina que reúne a los seis sectores: audiovisual, música, artes escénicas, editorial, diseño, videojuegos. Dirigido a productores, gestores y empresarios culturales, el MICA busca visibilizar la diversidad cultural de todo el territorio y promover la industria nacional.


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