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El Messi de la lucha libre

Foto: cortesía de Matías Álvarez.

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De ser ídolo en 100% Lucha a “pagar derecho de piso” en México. La historia de uno de los mejores luchadores profesionales de nuestro país.

20 de agosto de 2022. Después de 6 años, Daniel Garcilazo, mejor conocido como Hip Hop Man, vuelve a presentarse en un show de lucha en Argentina. No pasaron ni 24 horas desde que llegó de México al aeropuerto de Ezeiza, pero aun así se presentó en el evento que la empresa X Siempre Lucha organizó en el Centro Cultural Thevenet, en el partido bonaerense de Florencio Varela. El primero de muchos espectáculos en los que celebra en nuestro país sus 20 años de carrera.

Le toca hacer equipo con “Diegui El Cumbiero”, para enfrentarse a su padre “Demetrio El Gladiador” y “Diestro”. Las decenas de personas presentes enloquecen al verlo subir al ring y “el Messi de la lucha libre”, como le llaman en tierras aztecas, no puede creer que se acuerden de él tras nueve años en el extranjero.

Suena la campana y comienza la acción en el ring. Llaves, castigos, lances. Los cuatro luchadores ponen toda la carne al asador, mientras que el público no para de gritar. Algunos alientan a Diegui y Hip Hop por ser los buenos y otros abuchean a los otros dos por ser los malos. Sin embargo, el que más insultos se lleva es el árbitro “Jamaica”, que en vez de impartir justicia, deja que Demetrio y Diestro hagan trampa.

Luego de 10 minutos de idas y venidas de golpes, los buenos logran equiparar las cargas. Demetrio está en una esquina parado por encima de la tercera cuerda para lanzarse sobre Diegui que estaba sobre la lona, pero este se recompone con su último aliento, se sube también a las cuerdas y le aplica una super hurricanrana al gladiador. Al mismo tiempo, Hip Hop Man está encima de la esquina opuesta y se lanza sobre Diestro. 1… 2… 3… ¡GANAN LOS BUENOS!

Al terminar la lucha, Hip Hop Man va a saludar al público y varias mujeres que tienen entre 25 y 30 años se acercan a él con sus hijos.

—Eras mi ídolo cuando yo era chica y es la primera vez que te puedo conocer —le dice una de ellas, con lágrimas que recorren todo su rostro.

Le da un fuerte y acogedor abrazo a su héroe. De madre vuelve a ser niña por un segundo.


Hip Hop Man nace el 3 de noviembre de 1983, en el seno de una familia a la que le corre la lucha libre por sus venas. Es hijo de Demetrio Garcilazo, luchador con una trayectoria de 45 años y actual campeón internacional de Catch Argentino. En 1989, con tan solo 5 años ingresa por primera vez al cuadrilátero bajo el nombre de “Cambacito”, la mascota que acompaña a su padre, quien en ese entonces hace el personaje de “Cambá, el León Negro”. En 2001, empieza a entrenar y cumple el rol de second (es decir, acompaña a otros luchadores) en Titanes en el Ring. Al año siguiente, el 8 de agosto tuvo su primera lucha profesional como el enmascarado “Ángel Volador”, ante nada más ni nada menos que su propio padre, en el Anfiteatro de La Plaza de la localidad de Martínez.

Pelea un par de veces más con la máscara hasta que, en una contienda en Vélez, Demetrio se la arranca delante de toda la afición. “Cuando vi que la gente lo alentaba tanto, se la saqué y a partir de ahí agarró confianza en sí mismo y empezó a luchar a cara descubierta. A mí me parecía que ya estaba para largarlo al ruedo, por eso lo hice.”, señala su padre.

En 2005 decide cruzar el Río de La Plata para probar suerte en el programa uruguayo Gladiadores del Ring. Hace un personaje llamado Rogelio El Plancha y gana el campeonato máximo. Luego surge la oportunidad de participar en un casting de un show de Telefé que tiempo después se convierte en un completo éxito.


5 de noviembre de 2006. Estudio Estadio de Telefé, La Plata. Final del primer torneo en duplas de 100% Lucha. Hip Hop Man y Delivery Boy versus el brasilero Dorival Santos y Mario Morán. Hip Hop y Santos se dan la mano en señal de respeto y comienza una fugaz ida y vuelta de golpes y patadas en el aire, hasta que el ritmo de la contienda se interrumpe por el representante del brasilero, quien interfiere en reiteradas ocasiones para hacer trampa. Por su parte, el colectivero Morán se va del ring y vuelve con una gran escalera de madera para golpear a sus rivales. Pese al castigo, los buenos logran recomponerse y contraatacan hasta dejarlos tendidos en el suelo. Finalmente, ponen la escalera en el esquinero y ambos se suben allí para lanzarse al mismo tiempo sobre sus contrincantes. 1… 2… 3… ¡HIP HOP MAN Y DELIVERY BOY SON LOS PRIMEROS CAMPEONES DE DUPLAS!

Mucho rating y dinero ganado. Nominación en los Premios Martin Fierro por cuatro años consecutivos. Dos películas. Luna Park completo en más de una ocasión. Giras por todo el país. Eso es 100% Lucha.

“En ese entonces no había redes sociales pero si las hubiera habido tendríamos millones de seguidores porque todos los domingos nos veían un millón de personas”, cuenta Daniel Garcilazo en diálogo con ETER Digital, quien en esa etapa de su carrera ya empezaba a llamarse Hip Hop Man. “Fue lejos lo mejor que me pasó en la vida y siento que nunca me va a pasar algo igual o similar a 100% lucha”.

Este show, que fue toda una sensación, comenzó en 2006 y finalizó en 2010, cuando la gerencia del canal decidió no renovar para una nueva temporada. El fin de una época.

Pese a no estar más en TV, las giras del elenco continúan un año más y luego Hip Hop Man funda su propia escuela de lucha en González Catán y arma sus propios eventos por un año y medio. Poco a poco el público decrece. Se pasa de 7000 a 700 asistentes. Aunque no le va mal económicamente, mentalmente se siente estancado como luchador. Necesita un nuevo desafío.

En 2013, se contacta con unos amigos de México, el país de la lucha libre, que le gestionan su participación en algunos eventos. En un principio iba solo por seis semanas pero no vuelve más, porque se enamora de la locura y el fervor con el que se vive allá este deporte-espectáculo.

En nuestro país, el catch siempre fue considerado como algo “infantil”, “ridículo” y “falso” por su aspecto teatral, mientras que en México es todo lo contrario. Allá la lucha libre es parte arraigada de la cultura popular y las personas no asisten a los shows, los viven. La pasión que tienen es semejante a la de los argentinos respecto al fútbol.

Sin embargo, no todo es color de rosas. El público es muy hostil con Hip Hop Man por ser extranjero y tiene que adaptarse al estilo de lucha mexicano. De ser un rockstar en Argentina, tiene que empezar de cero para obtener el respeto de la gente. De cobrar fortunas, pasa a ganar apenas entre 5 y 10 dólares o muchas veces no cobra o solamente pelea por la comida.

En 2015, para agradecerle a su padre por haberlo metido en el mundo de la lucha, le organiza su participación en siete contiendas en tierras aztecas. Entonces, Demetrio va de visita y ve las condiciones en las que vive su hijo y todas las dificultades que atraviesa como luchador extranjero.

—¿Para qué estás haciendo esto? Volvete a Argentina.

—No pa’, ya van a empezar a mejorar las cosas —asegura Hip Hop Man.

Y así fue. En lo económico, para poder solventar sus gastos empieza a actuar en series, como El Señor de los Cielos y La venganza de las Juanas, entre otras. En lo luchístico, intensifica sus entrenamientos, deja de ser bueno y pasa a ser rudo. Esto hace que reciba más abucheos de la afición, pero se siente bien con eso porque, según él, “para un rudo no hay mejor aplauso que un abucheo”.

Participa en la mayoría de las empresas que hay y el 23 de junio de 2016 cumple su sueño de luchar en la monumental Arena México, la catedral de la lucha libre. Le toca enfrentarse a DJ ZEMA, un luchador filipino-estadounidense que actualmente trabaja bajo el nombre de “Joaquín Wilde” en la WWE, la empresa más importante del rubro a nivel mundial.

La pelea comienza con llaves hacia el argentino, pero este no se queda atrás y contraataca con unas patadas que dejan en el suelo a su rival. Luego se pone a bailar en el centro del cuadrilátero y el público le silva y lo abuchea. DJ ZEMA se burla al hacer exactamente los mismos pasos que él y la gente lo aplaude.

El encuentro continúa y ambos luchadores despliegan todo su arsenal luchístico. Incluso en un momento van a pegarse en el medio de las butacas en donde están todos los aficionados. Finalmente regresan al ring y Hip Hop Man aprovecha a subirse arriba del esquinero y se lanza sobre su contrincante. No obstante, el filipino-estadounidense se corre a tiempo y el argentino se lastima contra el suelo. Después recibe una DDT. 1… 2… 3… ¡VICTORIA DE DJ ZEMA!

Pese al resultado, el denominado “Messi de la lucha libre” se siente agradecido por haber logrado pelear en la arena más importante de México.

En 2017, su hermano, el luchador enmascarado Mosca, se va a vivir allá y forman un equipo llamado Los Sencillitos. Con el tiempo les demuestran a todos que están a la altura y la mirada sobre ellos cambia. En 2018, Alexander Duré, el autor del cómic Los Sencillitos, conoce a los dos hermanos de camino a Triplemania, uno de los shows más importantes de todo México, y ve cómo los tratan los aficionados: “Ir caminando por la calle, a diez cuadras del evento, y la gente pidiéndole autógrafos y fotos fue muy groso, porque allá son rudos y así y todo se hacen querer”.

“Ellos nunca van a dejar de ser mis hijos, pero hoy por hoy te vas a México y tienen nombre propio, no son ‘el hijo de’. Conseguir que alguien no esté nombrando a tu superior o a tu creador es muy importante.”, resalta Demetrio.

11 de agosto de 2022. Arena Naucalpan. Sala llena. Más de 70 luchadores. Todos presentes para celebrar los 20 años como luchador profesional de Hip Hop Man. Su hermano Mosca, quien también asiste al magno evento, señala que es un hecho único: “Acá hay luchadores, leyendas, todo, pero que le hayan abierto las puertas a alguien que no es de México para hacer eso es muy groso”.

José Manuel Guillen, uno de los relatores de lucha más importantes de México, sube al ring y le da la bienvenida al público. Se saca su campera negra para lucir una camiseta de la Selección Argentina e invita a Hip Hop Man. Suena la música del luchador y sale al escenario con una copa que será entregada al ganador de una battle royal entre 30 luchadores. Se transmite en las pantallas de la arena un video que repasa toda la trayectoria del argentino y luego comienza la velada.


27 de agosto de 2022. 17hs. Club Cultural Quetren del Barrio Chino. La gira por los 20 años en nuestro país continúa. Hip Hop Man lucha contra Maikol, Terry y Guido El Demoledor, jóvenes prospectos de Legión Nueva Era. Cerca de 200 personas alrededor del ring corean enardecidamente su nombre. Suena la campana. Golpes van, golpes vienen. Se dan con todo.

En un momento se alía con Terry para lanzar al corpulento Guido contra la lona. Lo paran y lo apoyan contra las cuerdas y cada uno sube a un esquinero, se impulsan y le pegan un par de patadas en el aire.

La contienda se intensifica. Hip Hop Man está herido en el suelo y Maikol pone a Terry y Guido en cada esquina. Va de un lado a otro golpeándolos con su brazo y su rodilla.

Luego van a pegarse fuera del ring. Aparece de la nada el veterano luchador, salta por encima de la tercera cuerda, da un giro en el aire y cae sobre sus rivales.

Se lleva a Maikol dentro del ring, le aplica un crucifix powerbomb y 1… 2… 3… ¡GANA HIP HOP MAN!

Después del combate, Terry y Guido le ofrecen una bebida en señal de respeto. Se la toma y todos aplauden.

Agarra el micrófono y dice:

—Me encanta lo que están haciendo aquí los chicos de Legión. Tienen un gran talento y espero que próximamente cada uno de ellos pueda llegar a México y van a ser bien recibidos por mi hermano y por todos los que estamos allá intentando que la lucha libre argentina crezca.

Aplausos.

—Soy de una época donde apenas empezaba Facebook, así que no me siguen muchos en redes sociales. Si se sacan una foto conmigo, me etiquetan para tener más seguidores. —agrega con picardía.

Todos se ríen y corean fuertemente: ¡HIP HOP MAN! ¡HIP HOP MAN!


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