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LA DOBLE MURALLA


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La selección brasileña tendrá la obligación de ser protagonista en la Copa América al ser el anfitrión y Tite todavía no definió quién será el arquero titular. Para el entrenador será un desafío optar entre Allison o Ederson. La seguridad de contar con dos arqueros de primer nivel.

Por Juan Otharán (Instagram: Juanmaotharan23 | Twitter: JuanOtharan)

A la abundancia de recursos humanos de excelencia, los entrenadores lo llamaron “el lindo problema”. Tite necesita ganar la Copa América en Brasil, ante su gente, y apuesta a un equipo ofensivo para poder asegurarse el noveno trofeo del certamen. El exceso de jugadores en buen nivel no se centra únicamente en la delantera, también sucede en un puesto históricamente cuestionado: el arco. Allison y Ederson pelean mano a mano por la titularidad.

Brasil se caracterizó a lo largo de su historia por su juego bonito. Sin embargo, el pentacampeón supo presumir del nivel de grandes goleiros, como el  histórico Gilmar, quien muchos brasileños lo recuerdan como el mejor de la historia, en los años en que logró ser campeón Mundial en 1958 y 1962, o como Claudio Taffarel, campeón del mundo en Estados Unidos 1994 y de dos Copa América en 1989 y 1997.

 

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Después de varias decepciones en el puesto, Brasil encontró en Marcos (San Marcos, como lo reconocen) un arquero de confianza. Se coronó en el Mundial 2002, donde le hicieron cuatro goles en siete partidos. Marcos, por entonces en Palmeiras, también se destacó en las eliminatorias al recibir 17 goles en 18 encuentros. En Corea y Japón, fue el titular de dos colegas que tuvieron renombre: Dida y Rogerio Ceni. A pesar de las expectativas, ninguno brilló en la selección debido a sus irregularidades.

Júlio César fue el último que se afianzó en el puesto. Arquero que ganó todo con el Inter de Italia, se consolidó también por no tener que pelear demasiado el lugar, ya que Brasil contó con porteros de bajo nivel en esos años (Víctor, Jefferson, Doni o Gomes, entre los convocados que escasearon en minutos de juego). Júlio César fue campeón de la Copa Confederaciones en 2009 y 2013 y también se coronó en la Copa América del 2004. La pésima labor de los brasileños en el torneo sudamericano disputado en 2011 en Argentina (octavo en la clasificación general, la peor ubicación de Brasil en el certamen) y la dolorosa eliminación en su casa, en el Mundial de 2014, fueron los golpes que llevaron a ser cuestionado sobre el final de su carrera y ser relegado del arco.

Ahora la situación para Brasil es muy distinta y Tite deberá optar por mantener a Allison o darle la oportunidad a Ederson. El presente de los goleiros no pasa inadvertido en el mundo, ya que fueron elogiados por sus grandes actuaciones en la Premier League. Ederson, campeón con el Manchester City, fue considerado en el once ideal del torneo, pero fue Alisson, del Liverpool, quien se llevó el Guante de Oro por ser el arquero con menos goles recibidos. Alisson, subcampeón, jugó los 38 partidos de la Premier League y recibió 22 goles y Ederson, campeón, también disputó la misma cantidad de encuentros, pero fue vencido en 23 ocasiones.

Allison fue criado en las inferiores del Inter de Porto Alegre. Pasó a la Roma con 23 años y tras ser suplente del polaco Wojciech Szczesny en su primera temporada (jugó Europa League y Copa italiana), se ganó la titularidad a base de atajadas salvadoras. Siempre se mostró ágil bajo los tres palos y muy seguro en los centros, prioridades que lo llevaron al Liverpool inglés. En Brasil nunca tuvieron dudas con él, incluso cuando era suplente en la Roma. Tite y Taffarel (entrenador de arqueros) le dieron la titularidad en las eliminatorias, tras una irregular actuación en la Copa América Centenario. Allison jugó 16 de los 18 partidos de clasificación para el Mundial de Rusia (todos hasta que la Verdeamarelha sacó el billete para la Copa del Mundo). En el certamen mundialista, el goleiro de 26 años tuvo una labor aceptable; sólo le convirtieron tres goles en los cinco partidos.

Ederson fue pedido por Pep Guardiola en su llegada a Manchester City. El arquero emigró muy joven de Brasil y con apenas 16 años probó suerte en Portugal: a los 18 defendía el arco del Ribeirao en la segunda división, luego pasó por el club Río Ave y después el Benfica lo fichó en 2015. Con 25 años, Ederson llama la atención por su corpulencia y sus tatuajes. Muestra gran temperamento y también por su juego con los pies (característica imprescindible de los arqueros modernos y en lo único en lo que supera ampliamente a su compatriota Allison). Ederson tiene un “guante” en su pierna izquierda y su buena lectura del juego salvó muchas veces al City esta temporada, donde además de conquistar los tres títulos ingleses, se mostró como un arquero ganador de partidos y muy rápido de reflejos.

 

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Los hinchas brasileños están expectantes ante la decisión final, pero con la tranquilidad de que cualquiera de los dos está capacitado para el puesto. Alisson ofrece más seguridad y solvencia, mientras que Ederson también es seguro, con algo más de espectacularidad en sus atajadas y buen juego con los pies. Brasil mira hacia atrás con seguridad, se siente respaldado bajo los tres palos. Dos figuras han emergido en el puesto para evitar nuevas decepciones y tanto la sobriedad de Allison como el descaro de Ederson pretenden borrar uno de los puntos cuestionados de la historia del pentacampeón. En el fútbol de Brasil, donde más se cultivó el talento, la fantasía y los goles, hay dos hombres especializados en frustrarlos.


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