Por primera vez desde su creación en 2004, el Espacio para la Memoria fue sede de uno de los actos. Militantes y familias se adueñaron de uno de los símbolos más importantes de la última dictadura.
Por Juliana Mendoza
El Espacio para la Memoria se llena de pueblo y de banderas que evocan conquista? columnas de militantes transitan por las calles del predio, mientras vociferan “a pesar de los compañeros muertos, los desaparecidos, ¡no nos han vencido!”. Hay familias y amigos que comparten mate e historias sentados en el pasto, visitantes que investigan, tímidamente y por primera vez, los homenajes a los detenidos desaparecidos que pasaron por ese centro clandestino, chicos que sienten ese espacio como una plaza más, corren y se sacan fotos colgados de los hombros de sus hermanos.
El lunes ocurrió la verdadera recuperación del predio de la ex Escuela de Mecánica de la Armada por parte del pueblo. Desde su creación, no se había realizado ningún acto por el Día de la Memoria dentro del predio de Avenida Libertador al 8100. Ni siquiera cuando Kirchner pidió “perdón en nombre del Estado”, aquél 24 de marzo de 2004, fecha en la que se creó el Espacio para la Memoria.
“Dame la foto, pa”, le pide Gala, de seis años, a Juan, que tenía colgada en su mochila una imagen de Leticia Veraldi, su prima desaparecida en 1977 en Cipolletti. En ese gentío, Gala se pone la foto de collar y corre hasta la pared de uno de los edificios que compone la ex ESMA donde familiares y artistas callejeros pegan una gigantografía de su tía. Los Veraldi, tres hermanos, cuatro primos y varios amigos, recuerdan a Leticia entre abrazos y anécdotas que no se cansan de contar entre ellos. “Para nosotros, este lugar representa un espacio para la reconstrucción de su memoria”, confiesa Juan. “Ellos preguntan, se interesan mucho”, asegura Juan, sobre Gala y su otro hijo, Moreno, de nueve años, mientras ellos pegan la imagen de su tía en la pared.
La alegría y la memoria del legado de Néstor Kirchner fue palpable. También, la curiosidad ante ese nuevo punto de encuentro masivo que es legado propio del kirchnerismo. Esa noche, familias y jóvenes se acercaron a recordar sin banderas de castigo. Se sintió sí la certeza de que “Memoria, Verdad y Justicia” son tres pilares que se sostuvieron esta última década y que no se van a negociar Nunca Más.
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