Una carrera trunca como futbolista no lo desanimó en su sueño de trascender en el deporte rey. Mucha preparación, rendimientos irregulares, despegue con Atlético Nacional y llegada al seleccionado mexicano. La vida de un preparador físico que se consagró como técnico.
Por Francisco Gaudiano y Leandro Guerra
Nació en Santa Rosa de Cabal y vivió su infancia en Anserma Caldas, ambas localidades de Colombia. Como muchos niños, Juan Carlos Osorio tuvo el sueño de llegar a ser futbolista. Se desempeñó como mediocampista que jugó en la selección Colombia sub-20 a principios de los años 80. Tuvo una carrera corta como futbolista profesional, apenas cinco años en los que pasó por tres equipos Deportivo Pereira, Internacional de Porto Alegre (Brasil) y Once Caldas . Se retiró en 1987 por consecuencia de las lesiones. Tan solo 26 años duró su ilusión, pero no se iba a dar por vencido. Se radicó en Estados Unidos donde comenzó a estudiar la carrera de Ciencias del Ejercicio Físico y del Rendimiento Humano, y se desempeñó como preparador físico en algunos clubes del entonces naciente balompié estadounidense.
En 1997 se trasladó al viejo continente y siguió con su capacitación. Se especializó en Ciencias Superiores del Fútbol en la Universidad de Liverpool. Luego, consiguió su licencia de Director Técnico avalada por la Asociación de Futbol de Inglaterra y estudió Dirección Técnica en la Real Asociación Holandesa de Futbol. Sin dudas, estaba preparado para cualquier desafío.
Durante cinco años fue preparador físico y posteriormente asistente técnico del Manchester City. En 2006, tuvo su primera experiencia técnica dirigiendo al primer equipo de Millonarios, en su tierra natal. Un año después, volvió a USA para dirigir al Chicago Fire y al Red Bull New York. En 2010, retornó a Colombia para lograr su primer título: el Torneo Finalización con Once Caldas. Su primera excursión en tierras mexicanas fue mala, apenas dos victorias en 11 encuentros con el Puebla. Su año de despegue fue 2012, cuando condujo al Atlético Nacional colombiano. Consiguió seis títulos en tres años, y el mundo empezó a conocer su nombre. Paradójicamente, volvería al país donde tuvo uno de sus peores rendimientos. Esta vez, dirigiendo nada menos que el conjunto nacional. México sería su destino.
Osorio rompió varios récords en sus primeras presentaciones: diez partidos invictos, 11 victorias consecutivas y siete encuentros sin recibir goles. Lamentablemente, el primer golpe fue de KO. Por los cuartos de final de la Copa América Centenario, Chile aplasto a México por 7 a 0, lo que significó la caída más estrepitosa del seleccionado tricolor en torneos oficiales. El primer mar de críticas se hizo presente. Consiguió un poco de calma en las Eliminatorias rumbo a Rusia 2018. Clasificó en primera colocación con 17 puntos, producto de cinco triunfos y dos empates. En la Copa FIFA Confederaciones 2017, la selección mexicana fue derrotada en semifinales 4-1 por Alemania, que había llevado un equipo de suplentes a la competición. Otra vez, Osorio fue cuestionado por hinchas y periodistas, sobre todo por su política de rotar jugadores en lugar de usar un equipo base. Todo se asentó luego de la eliminación en semifinales de la Copa de Oro 2017 a manos de Jamaica. Un sector de la prensa y la afición pidió el cese del seleccionador.
La preparación para el Mundial de Rusia no trajo demasiada paz para el colombiano. Dirigió cinco juegos, todos ante rivales europeos, con un saldo de dos victorias, un empate y dos derrotas. Las dudas reinaban en el conjunto americano, y la cita máxima del fútbol ya estaba por comenzar. El 17 de junio, México enfrentó a Alemania en el primer encuentro del grupo F. Un planteo táctico brillante y un primer tiempo sobresaliente del equipo le permitieron conseguir la victoria por 1 a 0. En la segunda fecha, el rendimiento se mantuvo alto y el equipo se impuso 2 a 1 ante Corea del Sur. La clasificación estaba cerca. Pese a la derrota 3 a 0 contra Suecia, México avanzó a octavos, tras quedar segunda en su grupo.
En octavos de final se encontró con Brasil Poco pudo hacer ante la habilidad de Neymar y compañía, y cayó derrotado por 2 a 0. El profesor se lamentó ante una ocasión desperdiciada por Javier Chicharito Hernández. Al comenzar el segundo tiempo, el director técnico hizo un movimiento arriesgado. Sacó a Márquez y puso a Miguel Layún porque quería frenar las subidas de los laterales y mover a Héctor Herrera como mediocampista defensivo. El técnico colombiano puso mano en el equipo. Metió a Raúl Jiménez por un cansado Hernández y a Jonathan Dos Santos para acompañar a Harold Lozano a tirar centros al nueve. Luego del segundo gol, Juan Carlos pasó de estar nervioso a resignarse ya que la actuación de su equipo no fe la esperada. El ansiado quinto partido tendrá que esperar cuatro años más para el pueblo mexicano.
La continuidad de Osorio seguirá siendo discutida, ahora todo queda en manos de los dirigentes de la federación mexicana.
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