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“LAS TRAGEDIAS SON UNA EXCUSA PERVERSA PARA LUEGO VENDER POLÍTICA”


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Eloy Rubini, cantante de “Cliptomacos”, Federico Rodríguez, guitarrista de “Elhecho” y Francisco Saporiti, baterista de “Hotel Hamburgo”, todos de la edad que tenían los miembros de Callejeros en el momento de la tragedia de Cromañon, cuentan como es trabajar en el ambiente de las bandas under a diez años del hecho.

Por Iván Flaminio

elhecho

El próximo 30 de diciembre se cumplen diez años de la tragedia de Cromañón, en donde 194 personas fallecieron producto de respirar monóxido de carbono y por quemaduras, mientras que otras miles resultaron heridas. Aquella noche, el boliche estaba habilitado, pero no contaba con matafuegos ni puertas de emergencia, entre otras cosas. Hoy en día, son muchas las cosas que cambiaron en los lugares donde se hacen recitales, pero muchas otras siguen en malas condiciones.

Eloy Rubini tiene 25 años y es el cantante de “Cliptomacos”, un grupo que se formó hace ya seis años y que tuvo la posibilidad de tocar en diversos escenarios: “Después de lo que pasó, algunas cosas se pusieron más en regla, muchos lugares cerraron y otros tuvieron que hacer reformas. Creo que el cambio más importante se dio en la consciencia de gran parte de la sociedad”, dijo Eloy, un momento antes de dejar en claro que “sigue habiendo lugares inhabilitados funcionando”.

Muchas veces las bandas “under” tienen que tocar en lugares no muy adecuados para recitales. Esto se debe a que no pueden darse muchos lujos a la hora de tocar, ya que es complicado conseguir escenarios y se cobra mucho por ellos. La gente que los sigue suelen ser amigos y familiares, a los que más tarde se les agregan algunos desconocidos, si la banda progresa.

“Cliptomacos”, “Helhecho”, y “Hotel Hamburgo” son algunas de las bandas que día a día hacen lo que les gusta, que es realizar música. Ellos están de acuerdo que no saben de habilitaciones ni de matafuegos, solo saben tocar instrumentos. “Hay inspectores que se encargan de las habilitaciones. Yo puedo ver si hay matafuegos y salidas de emergencia cuando voy a tocar. Pero no sé sobre el tema, y a los demás de la banda les pasa lo mismo que a mi”, cuenta Francisco Saporiti. Él es baterista de la banda de Parque Chas “Hotel Hamburgo” y sabe tocar la batería, no estudió sobre habilitaciones, como así tampoco lo hizo Callejeros.

“Ni las bengalas, ni el rocanrol, a nuestros pibes lo mató la corrupción”, canta el público en muchos recitales de bandas de rock, para dejar en claro que Cromañón fue una tragedia que si se hacían las cosas bien se podía evitar. “Los sobornos y negocios turbios siguen a flor de piel, como en el 2004, es una costumbre argentina y parte de su naturaleza”, dice con resignación Federico Rodríguez, el guitarrista de Helecho. Sigue hablando y de repente saca la conclusión de que: “Las tragedias son una excusa perversa para luego vender política”.

Los tres músicos coinciden en que muchas veces las bandas tienen que tocar en algunos lugares no muy adecuados, pero que nunca pondrían en peligro el bienestar de sus seguidores con tal de hacer una fecha. “Las personas que nos siguen son familiares y amigos, generalmente. Sería arriesgar su vida y yo no quiero eso”, aclara Rodríguez, mientras que Saporiti dice que: “Yo puedo ver si en el lugar donde tocamos hay matafuegos, pero no puedo constatar si están de adorno o si funcionan”.

—Eloy, ¿Crees que hubo cambios producto de lo que pasó en Cromañon?
—Siguen habiendo lugares inhabilitados funcionando, pero lo peor de todo es que Cromañon afectó directamente a nuestra cultura, nuestro rock comenzó a tener otro concepto para gran parte de la población, sin tener en cuenta que a mi entender muchas discotecas bailables estuvieron y siguen estando en pésimas condiciones, con manejos organizativos basados en la violencia, el peligro y la discriminación.

“Para las bandas under es un trabajo de hormiga por amor al rock”, lo que se hace día a día para poder crecer, según Saporiti, que hace 18 años que está sentado detrás de la batería. Rubini, piensa dos veces, y también acepta las complicaciones de cuando una banda empieza a tocar: “Al principio nos fijábamos simplemente en tocar sin importar demasiado las condiciones del lugar, éramos más chicos de edad también. Los costos para el músico nunca fueron de los más accesibles, menos para los recién iniciados en esto” y finaliza aclarando que: “La trayectoria inevitablemente te lleva a repensar todo el tiempo el lugar en el que te encontras, cómo queres trabajar, con quiénes, y en que lugares”.

Condenas
Por la tragedia de Cromañon están acusados todos los miembros de la banda Callejeros (Patricio Fontanet, Elio Delgado, Juan Carbone, Eduardo Vázquez, Chistian Torrejón y Maximiliano Djerfy), además de su manager (Diego Argañaraz) y el escenógrafo (Daniel Cardell). El pasado 6 de agosto fueron liberados los músicos, ya que no poseen dos sentencias condenatorias firmes y se pidió una revisión del fallo. En la primera sentencia fueron absueltos y en la segunda, cuando se los acuso de “Incendio Culposo seguido de muerte en concurso real con cohecho activo”, fueron condenados a 5 años, salvo fontanet que recibió 7 años. Consiguieron la libertad un año y ocho meses después, a la espera de una nueva revisión.
Por el mismo pedido, el Tribunal Oral en lo Criminal 24, también liberó a la ex subsecretaria de Control Comunal, Fabiana Fiszbin y al ex Director Adjunto del Área, Gustavo Torres. Por su parte Chaban cumple una condena de 20 años, internado en la clínica CEMIC, ya que posee cáncer.


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