El fútbol es un deporte donde el patriarcado todavía gana su partido. Para el Mundial de Rusia, la principal figura que presenta la Selección de Brasil es Neymar. Sin embargo el 10 no habla de él si no de la mujer que admira: Marta, la mejor futbolista del mundo. Vidas paralelas de los grandes cracks del único país que jugó todas las Copas del Mundo.
Por Lucila Guede (@lucilaguede) y Yanina González
Corría el año 2000 y el Vasco da Gama tenía entre sus jugadoras a quien sería una de las máximas exponentes del fútbol femenino mundial. Mientras tanto en las humildes calles del barrio situado en Praia Grande, había un niño de 8 años que ya sobresalía y soñaba con ser como su ídolo, Robinho.
Marta (Vieira Da Silva) con solo 14 años deslumbraba en el Club Centro Sportivo Alagoano. Con su gambeta y sus tiros potentes, dejaba revolcadas en el suelo a las rivales. Su historia de vida no fue fácil. Con la separación de sus padres, cuando ella tenía un año, su madre debió salir a trabajar para mantener a cinco hijos. Mientras, la pequeña solo pudo ir a la escuela hasta los 9 años. Aunque como ella dijo una vez: “Me tocó aprender por mi cuenta, tratando de leer los periódicos y una revista de aventuras que se llamaba la Pandilla de Mónica, por eso no fue tan duro no ir a la escuela”. Su entrenamiento fueron las calles de Dois Riachos, ubicado en el estado de Alagoas. Allí aprendió lo que luego explotaría al máximo. El interés del Vasco Da Gama la llevaría a tomarse un bus durante tres días para llegar hasta a Río de Janeiro, ese lugar que conocía solo de verlo por televisión.
En tanto, Neymar Jr. (Da Silva) disfrutaba de las tardes de fútbol en la calle. Con sus movimientos ya se hacía notar. Su primer entrenador, Betinho, dijo sobre el juego del pequeño Ney: “Vi a un niño de seis años de edad desde las gradas y me llamaron la atención su habilidad, agilidad y coordinación motora”. En 2003 se mudó con su familia a Santos, para unirse al “Peixe”. Hizo inferiores allí y tuvo la chance de fichar para el Real Madrid. Pasó la prueba pero el Santos puso 1 millón de reales para mantenerlo en el club. El joven de casi 12 años ya firmaba su primer contrato.
En esa época Marta ya había participado de su primera Copa del Mundo sub 19, la Copa del Mundo 2003 y en ese mismo año ganaría la medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Santo Domingo. Previamente, en 2001, ganaría su primer Campeonato Brasilero sub 19 con Vasco Da Gama. Una estrella se asomaba y el mundo del fútbol le abría las puertas. El 2002 la encontró en otro club, Santa Cruz, situado en la zona de Recife. Allí no logró ningún título. Aunque en 2004 ganó la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Atenas con la Selección Sub-19, el Sudamericano 2003 y disputó el Mundial de Fútbol de Tailandia. Su enorme crecimiento la llevó a jugar en el Umea IK de Suecia por cuatro años. Allí ganó la Champions League Femenina (2003/04), el torneo local ’05,’06,’07 y la Copa Suecia del 2007. Fue cuatro veces elegida como la máxima goleadora de la Damallsvenskan o Liga Femenina de Suecia (2004,’05,’06,’08) y dos veces mejor delantera (2007 y ’08). También consiguió el Balón de Oro de la Copa del Mundo Sub 20 en 2004 y de la Copa FIFA en 2007.
Tras ganar todo en Suecia, su destino fue en una de las ligas más importantes: la de Estados Unidos. Los Ángeles Sol posó su mirada en la mega estrella brasileña. El club, fundado en 2007, existió durante tres años. Marta jugó una temporada allí y solo lograron el subcampeonato. Era tiempo de volver a casa.
En 2009 Neymar Jr. llegó a Primera. Con 17 años debutó en el primer equipo. Ese mismo año jugó la Copa Mundial Sub 17 con el seleccionado. También fue premiado como Revelación y Mejor Jugador Joven del Torneo Paulista. Anotó 14 goles en 48 partidos. Marta, con 23 años, retornaba al Peixe y ganaba la Copa Libertadores Femenina (allí le otorgaron el Balón de Oro de la Copa Libertadores Femenina) y la Copa de Brasil de Fútbol Femenino. Ese año ambas estrellas compartían los mismos colores. A los dos se los comparó con Pelé. Ella emigró nuevamente a Estados Unidos, esta vez al FC Golden Pride, sin títulos de club pero con varios premios individuales: dos veces MVP de la Women’s Professional Soccer, dos botas de oro del mismo torneo, una vez máxima goleadora del Sudamericano Femenino en 2010 y un Balón de Oro de la FIFA.
Neymar continuó en Santos hasta fines de 2013. Ganó la Copa Libertadores del 2011 y el Sudamericano Sub 20 disputado en Perú. Finalmente se fue a España; sería compañero de Messi en el Barcelona. El club blaugrana pagaría 130 millones de euros por el pase del crack, aunque primero declararía que fueron 57 millones. Ganaría dos ligas de España, tres Copas del Rey, una Champions League, un Mundial de Clubes y una Súper Copa de Europa. Siete títulos con su club y dos con la Selección (la Copa Confederaciones de 2013 y el Oro Olímpico, por primera vez, en 2016).
En ese entonces se empezó a comparar al seleccionado masculino con el femenino y Marta entró nuevamente en escena. Un niño fue fotografiado con algo particular en su camiseta y dijo: “Marta es apasionada, le gusta jugar al fútbol y demuestra que las mujeres entienden de fútbol. El equipo femenino lo está ganando todo, está pateando culos, y para mí se han convertido en un símbolo de feminismo en Brasil. Creo que ella merece que lleve su nombre en mi camiseta, lo merece más que Neymar”. Luego de alejarse de Santos en 2011, ella fue a jugar nuevamente a Estados Unidos y luego a Suecia. En el Rosengard su salario no llegaba a los 400.000 euros anuales, mientras que Neymar ganaba 25 millones de euros por temporada. ¿Cómo dos referentes actuales tenían tales diferencias entre sí? Ella se destaca por ser uno de los personajes más influyentes en el deporte y fue la primera mujer en jugar un partido internacional masculino en 2007. Él terminó siendo el jugador más caro en la historia del fútbol brasileño con 222 millones de euros, por su pase al PSG. A los 26 años gana 36.8 millones de euros anuales y Marta, con 32 años, es la jugadora mejor paga de la actualidad con 500.000 dólares anuales. La plata es lo único en lo que no se emparentan. Después, en lo esencial del juego, ambos son comparados con Pelé, tienen gambetas indescifrables, y llevan el dorsal número 10 en su Selección.
Neymar la admira: “Marta es una gran futbolista, la mejor del mundo. Ella tiene el orgullo de ser brasileña y representarnos, en Brasil y en el extranjero. Espero que puedan ganar el oro en el fútbol femenino. Estoy feliz de que me comparen con Marta, porque es la mejor del mundo”. Las futbolistas de otros países quedan asombradas al enfrentarla: “Fue una experiencia única jugar contra ella. Me tocó marcarla y no fue nada fácil”, le dijo a ETER Eliana Stabile, quien tuvo que marcar a la brasileña en la última Copa América disputada en Chile.
Actualmente cada uno se desempeña en ligas distintas. Neymar acaba de salir campeón en Francia y Marta está jugando en el Orlando Pride, equipo femenino del Orlando City, el club en el que se retiró Kaká. Este año ganó su cuarta Copa América con la Selección. Ambos jugarán los Mundiales. Neymar, el de Rusia 2018. Marta, el de Francia 2019. Son tan iguales. Y a la vez, tan distintos.
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