Japón es, junto con Qatar, una de las selecciones invitadas a participar de la Copa América 2019 a disputarse en Brasil. Diego Rodríguez, actual arquero de Defensa y Justicia, jugó en el JEF United de la segunda división nipona en 2018 y contó su experiencia en el fútbol de aquel país.
Por Leandro Blanco (@lenadro)
“Cuando les dije que en Argentina hay chicos que dejan de estudiar para dedicarse a jugar al fútbol pensaron que les estaba haciendo un chiste”, recordó Diego Rodríguez sobre una de las notas que realizó para los medios japoneses durante el año pasado. En Japón los jugadores deben priorizar sus estudios por sobre su futuro como futbolistas, tal es así que los clubes no actúan como formadores desde las inferiores sino que dicho proceso está ligado al sistema educativo. Hajime Moriyasu, técnico del conjunto asiático, recién comenzó su carrera como jugador profesional a los 21 años y una vez finalizado el secundario. En cambio, Lionel Scaloni, técnico de Argentina, debutó a los 17 años en Newell’s, dejando sus estudios en un segundo plano. “Koki Honda, un chico de 20 años que llegó de un colegio, se sumó durante el campeonato y todo el plantel lo trataba literalmente como a un niño; en Argentina, si a esa edad todavía no debutaste tenés que dedicarte a otra cosa”, contó el Ruso.
El fútbol japonés se caracteriza por su organización y respeto tanto dentro del campo como en los diferentes ámbitos que lo rodean. En 2014, por ejemplo, el público nipón fue elogiado por su comportamiento al limpiar la basura que había generado en las tribunas tras perder el primer partido del Mundial frente a Costa de Marfil. “Lo viven de otra manera, para ellos es un evento deportivo y nada más”, remarcó el exarquero de Independiente sobre los hinchas. Cuatro años más tarde, Diego Rodríguez presenció el debut de Japón en Rusia 2018 frente a Colombia en un shopping de Tokio y vio cómo el público festejó y aplaudió el gol de Juan Fernando Quintero que igualaba el marcador. “No gritaron los goles con desahogo y euforia, fue todo con mucha tranquilidad, en cambio acá le piden a Messi que solucione los problemas que tienen todos en sus vidas”, contó el jugador de 29 años. La infraestructura de los clubes es otra de las asignaturas en donde Japón marca una distancia por sobre Argentina. “El JEF United, de la segunda división, no tiene nada que envidiarle a Independiente y a Rosario Central, equipos que son de los más grandes en nuestro país”, afirmó Rodríguez con la experiencia de haber atajado en estos clubes.
“En todo momento buscaron que yo esté cómodo y me trataron como a uno más. Pese a ser futbolista no tuve ningún privilegio ni la pase mal en la calle”, manifestó el arquero de Defensa y Justicia que eligió el país asiático para encontrar la paz que el fútbol argentino le había quitado. Cuando llegó a Japón se hospedó en un departamento pequeño y lo recibió la señora encargada de mantenerlo limpio. “Me preguntó cuál era mi color favorito y no entendí por qué, hasta que volví y me encontré con todo decorado de azul, desde los sillones hasta los jabones del baño”, expresó el oriundo de Mar del Plata sobre su llegada a Ichihara, ciudad que está a 30 kilómetros de Tokio. En Japón el servicio público está cronometrado y mantiene el orden de horarios ya que las personas llevan la mayoría de sus viajes contados para no llegar tarde a ningún lugar. “Una vez sola vi que un tren tuvo un retraso de cuatro minutos y la estación se llenó de carteles pidiendo disculpas para los usuarios; allá es muy raro que alguien se retrasé, son puntuales para todo”, remarcó el Ruso.
“Son sumisos, callados y bondadosos, y todo eso lo trasladan a su forma de jugar, en donde son muy técnicos y rápidos, pero también muy ingenuos”, resaltó el arquero acerca de los jugadores japoneses. “Juan Esnáider, nuestro técnico argentino, les pedía a los delanteros que fueran a chocar a los rivales en los tiros libres a favor y ellos creían que era desleal y les costaba hacerlo”, dijo. Y aseguró haber entendido su forma de juego una vez que comprendió la cultura japonesa. El fútbol japonés progresa a base del orden estructural que mantiene desde sus principios formativos dándole prioridad al estudio secundario, sumado a su búsqueda de proyectos a futuro. Tanto es así que para la Copa América de Brasil fueron citados jugadores jóvenes en pos de formar un plantel competitivo de cara a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, principal objetivo de un país en orden y en progreso.
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