Eran las ocho de la noche y Avanti Morocha sonaba en un bar a tres cuadras del Obelisco. “Qué hijos de puta, esa es la canción de la Cristina”, grita una...
Eran las ocho de la noche y Avanti Morocha sonaba en un bar a tres cuadras del Obelisco. “Qué hijos de puta, esa es la canción de la Cristina”, grita una...