En Argentina, acampar frente a estadios de clubes de fútbol se convirtió en una de las formas más comunes de esperar a los artistas internacionales. Meses antes del recital, jóvenes de todo el país se organizan en grupos para poner carpas en calles y avenidas. Como las swifties, las fans de la cantante estadounidense Taylor Swift, que esperaron durante nueve meses frente al estadio de River Plate, sin importar las lluvias, los partidos y las frías noches del invierno.
Pero hoy, las miradas se las llevan las louis, las fans del ex One Direction, Louis Tomlinson, que lo están esperando hace siete meses frente al estadio de Vélez Sarsfield. El cantante británico se presentará allí mañana a la noche.
El trabajo en equipo, la clave de la organización
Actualmente hay 18 carpas que están esperando el ansiado día del recital. Victoria, una de las louis, comenta a Eter Digital que en la suya hay 55 chicas y se organizan mediante una planilla de Excel, donde se van anotando para cumplir horarios. Las jóvenes tienen de 14 años para arriba y hacen el mayor esfuerzo para ver a Louis lo más adelante posible.
Las administradoras de la carpa son las que, generalmente, entran primero al recital. Pero siempre con una condición, por ejemplo, hacer el mínimo de horas. “De noche, normalmente, somos tres o cuatro chicas. Y no estamos solas, nos estamos acompañando entre carpa y carpa”, dice Victoria, quien vive en la Avenida Juan B. Justo hace siete meses esperando al cantante británico. Todas estudian y trabajan. Ella, de hecho, está cursando la carrera de Nutrición.
Sin embargo, no todas las personas que están instaladas en la avenida tienen ese espíritu de fanatismo. Juana, una joven que está esperando hace meses para el recital, cuenta que en una carpa estaban vendiendo lugares para la fila, pero que como no tuvo éxito la sacaron.
Esta conducta de ponerle precio al tan anhelado lugar en la fila se repite también en las declaraciones de las fans de la cantante colombiana Karol G, quien se presentó en el estadio de Vélez los días 26 y 27 de abril. “Me enteré que el gteam (un club de fans de la cantante) había pagado muchos lugares y les dieron una credenciales que decían que iban a estar adelante. Yo no tenía credencial, entonces la que corría era la que llegaba al mejor lugar”, relata Fiona.
Respeten los rangos
Una de las tendencias virales en X (ex Twitter) tuvo a las fans de Taylor Swift como protagonistas. El día del show, las swifties empezaron a enviarse mensajes entre ellas pidiendo que las chicas que llegaran al estadio Monumental respetaran a las que habían acampado durante nueve meses e iniciaran la fila detrás de ellas.
Hoy las louis no se quedan atrás de esta polémica. Dominique, otra fan de Tomlinson, es contundente: “Estando en la carpa veo el esfuerzo que estoy haciendo desde hace siete meses y pienso: ‘Quiero entrar primera’. Entonces sí, hay que respetar los rangos”. La frase surge de uno de los mensajes enviados por las swifties durante el las fechas en que la cantante estadounidense se presentó en River Plate.
Las bichotas, nombre que reciben las fans de Karol G, también opinan sobre este tema. “Me pareció horrible que algunas de las que fuimos uno o dos días antes, pasando frío, con la ropa mojada, sin poder bañarnos antes del concierto, tuvimos adelante 500 personas de las cuales acamparon 3 chicas”, lamenta Ingrid, en diálogo con Eter Digital. Estuvo varias semanas viviendo en una carpa sobre Juan B. Justo.
La convivencia no siempre es color de rosa
Tanto Vélez como River son estadios elegidos por los artistas para realizar sus shows, pero en el transcurso del año las ligas de fútbol suceden en paralelo y las fechas de recitales se siguen sumando. La convivencia entre fanáticas y aficionados no es muy buena. “Los hinchas de Vélez siempre te gritan ‘vayan a laburar’”, repone una de las chicas del acampe para ver a al ex One Direction.
Aunque las jóvenes parezcan las más perjudicadas por la situación, los fieles seguidores del fortín también tienen sus opiniones sobre quienes están ocupando la vereda del club. Valentina, una joven fan de Vélez, contrapone: “Entiendo que acampen si falta un mes, pero tantos meses antes me parece ridículo, porque pareciera que son personas que no tienen nada que hacer con su vida”.
Argentina se destaca
Sin duda el fenómeno del acampe es algo que llega a los oídos de los artistas, inclusive varios periodistas de otros países lo destacan en sus notas. “Los fanáticos en Argentina montaron carpas fuera del lugar durante meses para obtener lugares privilegiados, y algunos renunciaron a sus trabajos para comprometerse con el fandom a tiempo completo”, escribió el periodista Sam Lansky en la revista Time.
La pregunta sobre qué motiva a estas jóvenes a hacerlo es una de las más recurrentes. “Lo que genera él como persona, y lo que transmite con sus letras, con su voz, cómo es él, eso es lo que hace que yo esté acá”, admite Josefina, una de las fanáticas del cantante britanico. Las bichotas también tenían sus motivos para acampar. Ingrid, por ejemplo,quería uno de los primeros lugares para verla de cerca, porque la experiencia es “totalmente diferente”.
Aunque hay algunas familias que están de acuerdo con lo que hacen sus hijas, otras que no, pero el fanatismo por Tomlinson lo es todo para ellas. En el caso de las bichotas, les hacía mucha ilusión que sea la primera vez que Karol toque en Argentina y estaban dispuestas a hacer lo que sea. Según publicaron los antropólogos Guadalupe Gallo y Pablo Semán en el libro Gestionar, Mezclar, Habitar: Claves en los emprendimientos musicales contemporáneos, darle volumen a una movida, agitar el show, crear compromisos de asistencia basados en una comunidad moral y estética son objetivos que se cumplen a través de la presencia on line del artista o banda.
Las figuras, de alguna u otra manera, generan este fanatismo en la gente y utilizan este movimiento popular como manera de promocionarse y también para que, al agradecerles a los fans públicamente, su imagen positiva aumente. “Los públicos entienden la compra de entradas, merchandising, bebidas, como una forma de bancar”, concluyen sobre estas experiencias musicales.
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