Luego de ser despedida de manera arbitraria por su club en mitad del torneo, reconoce la importancia del apoyo recibido y destaca: “El movimiento de mujeres me ayudó para tomar la decisión de hacer la denuncia”. La jugadora de fútbol femenino es una de las protagonistas de los avances en esta disciplina y luego del anuncio de AFA sobre la profesionalización, afirma que: “Es un paso muy importante pero aún falta mucho y hay que seguir insistiendo por mayores avances”.
Originalmente publicado en Globalonet
Por Agustín Palmisciano
¿Esperabas el apoyo que tuviste por parte del colectivo de mujeres, jugadoras de fútbol y los medios?
La verdad que lo esperaba, sobre todo por el contexto social y el momento que estamos viviendo las mujeres en Argentina. Eso me ayudó para que tome la iniciativa y la decisión de hacer la denuncia, sin el movimiento de mujeres no sé si me hubiera animado. Fue muy relevante el apoyo que sentí.
¿Crees que la difusión que tomó tu caso provocó que se acelere el proceso de profesionalización del fútbol femenino?
Le dio el empujón que faltaba para que llegue a darse la semiprofesionalización del fútbol. Es una lucha de muchísimos años que viene desde jugadoras ya retiradas pero faltaba esa difusión que comenzó a darse con mi caso en particular, y mucha gente empezó a conocer más sobre el fútbol femenino y las problemáticas que tenemos. Creo que así se empiezan a cambiar las cosas. No había que vender humo al respecto ni decir que era un torneo excelente. Para que las cosas cambien solamente hay que mostrar la realidad y eso es lo que generó mi caso, que se dé una mayor difusión y que se sepan las cosas que vivimos.
¿Hay oportunismo por parte de las autoridades de la AFA en el anuncio?
Sí, obviamente. Es parte de lo que vienen demostrando todos estos años pero la verdad que como colectivo de mujeres, como jugadoras, no nos importa quienes se cuelguen las medallas sino, lo importante es que sigamos obteniendo derechos y herramientas necesarias para poder desarrollarnos de la mejor manera. Ellos que se cuelguen las medallas que quieran, nosotras las jugadoras y las que no lo son también, sabemos quiénes somos las que luchamos por nuestros derechos desde siempre y quiénes no.
¿Qué se espera del rol de los clubes con la profesionalización?
Es un paso importante pero no es el final, solo es el comienzo, hay que seguir insistiendo y pelear por lo que falta. Los clubes deberían tener un rol más protagónico, sobre todo en las divisiones inferiores que no existen en los clubes con el fútbol femenino, es fundamental y hay que remarcarlo, siempre lo hago, porque no existen. Una jugadora recién a los 15 o 16 años se inserta en un club. Entonces es importante que entiendan las necesidades que tenemos las jugadoras para no perder 10 años de progreso.
¿A nivel Federal es incluso más complicado?
En el interior es mucho más precario. Sería bueno un torneo federal pero esto es paso a paso. No vamos a pedir de un día para el otro que se logre todo lo que falta porque sabemos que es un montón y un proceso que va a llevar mucho tiempo y sería buenísimo que incluyan a los equipos del interior del país para que sea inclusivo y nadie quede afuera. Nosotras apuntamos a eso. Tiene que ser para todas como en el fútbol masculino.
¿Cómo se encuentra actualmente la causa que iniciaste?
Fuimos a la primera conciliación, no se presentaron desde UAI. Estaban notificados y decidieron no ir y el 2 de mayo tenemos la segunda instancia.
¿Te permite firmar contrato con otra institución?
Sí, con respecto a lo deportivo yo tengo el pase en mi poder pero el problema es que hasta no terminar el torneo actual no puedo ir a otro club a jugar, si puedo irme a un club y entrenar pero no disputar partidos oficiales, solo podría entrenar.
Mucha gente te coloca como la cara visible de la lucha e incluso como bandera ¿Cómo lidias con eso?
No elegí lo que me pasó pero si hacer algo al respecto y llevarlo a un lugar donde no quede como un caso más y se pierda en la nada. Casos como el mío en el fútbol femenino son habituales. Veo que me catalogan como la cara o la abanderada porque mi caso tomó mucha visibilidad pero la verdad que en lo personal me siento que soy una más que luchó y que le puso el cuerpo y las energías a esta batalla que estamos dando. Por ahí en otro momento histórico a otras les pasó lo mismo y no tuvieron el lugar como ocurre hoy en día por el momento social, por las redes o los medios. En otro momento se reclamaba y quedabas sola porque no había apoyo ni difusión. Lo más importante que me gusta destacar es que es una lucha de todas, algo colectivo que me tocó a mí hablar un poco por todas pero somos un colectivo.
¿A futuro te gustaría seguir en esta lucha por los derechos de las mujeres?
Sí, más allá del bienestar personal que pueda sentir, si en unos meses firmo contrato para volver a jugar eso no me cambia nada, me gustaría que sea en un club que entienda la situación que vivimos las mujeres, pero lo importante es ponerse en el lugar de otra compañera y voy a seguir peleando por las demás y por mí más allá de un contrato.
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