ENTREVISTAS
Santiago Cafiero: “Milei debería enfrentar un juicio político”
Desde su rol en la Cámara de Diputados representando a Unión por la Patria, reflexiona sobre la política argentina tras las últimas elecciones.
CUERPO DE LA NOTA:
La calma parece acompañarlo siempre. A su alrededor, los libros se mezclan con objetos que cargan historia: fotos, reconocimientos, una réplica en miniatura del auto IAME Justicialista. No son simples adornos, son rastros de un recorrido político que lo llevó por la Casa Rosada y el Palacio San Martín, hoy posando como huellas visibles en su presente.
Santiago Cafiero repasa su experiencia como Canciller y Jefe de Gabinete, el vínculo con Alberto Fernández, los desafíos que encuentra hoy como oposición política y su costado más íntimo como hincha de River Plate.
Con la herencia de una tradición política familiar, el actual diputado habla con convicción y experiencia. Pero más allá de las denuncias y los números, lo sostiene otra fibra: la de un militante que entendió que la política también es abrazar, resistir y esperar, incluso en los momentos más difíciles.
–¿Qué factores explican la diferencia numérica en el triunfo del peronismo en la provincia?
-Una elección así no se explica por una sola razón. Primero, el ordenamiento del peronismo detrás del Gobernador Axel Kicillof y del poder territorial de los intendentes que, con sus políticas públicas, amortiguaron el impacto de las medidas de Javier Milei en la provincia.
También influyó el costo social de las políticas nacionales: cierre de 15.000 pymes, aumento del desempleo. Y se sumaron los escándalos de corrupción, como el caso Libra y los audios del titular de ANDIS, que incluso sorprendieron al electorado independiente.
-En el caso ANDIS, ¿por qué el Gobierno apunta a denunciar a periodistas en lugar de hacerlo directamente contra Diego Spagnuolo?
-Con el caso Libra pasó lo mismo: el Gobierno no denunció a los que “supuestamente” estafaron al Presidente; que, a su vez, terminó estafando a la gente. No existe una denuncia penal porque evidentemente son cómplices.
-¿Encontrás algún paralelismo entre el caso del fentanilo contaminado y el vacunatorio VIP?
-El vacunatorio VIP fue un error político con sanción: la lamentable renuncia de un inmenso ministro como Ginés González García. Lo del fentanilo contaminado es más grave: hubo muertes y no hubo renuncias ni presión mediática suficiente.
-¿Ves viable un juicio político al Presidente?
-Sí, debería enfrentar un juicio político. Hay elementos suficientes para que dé explicaciones; desde las estafas con criptomonedas hasta los escándalos en la ANDIS.
Redes, alianzas y oposición
-Con el diario de hoy, ¿cómo quedó Argentina con la gestión de la pandemia?
-La Argentina quedó bien rankeada internacionalmente. Fue uno de los países con menor retroceso en esperanza de vida y menor exceso de mortalidad en la región. El sistema de salud nunca colapsó, a diferencia de Nueva York, España o Brasil. Fue una gestión adecuada en un momento crítico.
-¿El peronismo es capaz de leer las tendencias culturales que el mileísmo aprovecha?
-La Libertad Avanza usa mejor las plataformas digitales, pero no necesariamente la viralización es algo positivo; de hecho, generalmente no lo es. Viralizan insultos y violencia. Viven del escándalo y la acumulación de likes, no de propuestas. El peronismo debe usar las redes como medio de comunicación, no como espacio de debate, y mantener su propio lenguaje.
-¿El bloque peronista tiene comunicación interna real?
-Sí, funciona. No todos pensamos igual ni somos amigos, pero como bloque trabajamos unidos. Unión por la Patria fue clave para frenar las iniciativas más duras del Gobierno de Milei.
-Hoy, concretamente, ¿dónde estás militando?
-Siempre en el peronismo. Hoy en San Isidro y también desde mi función en el Congreso.
-¿Tenés pensado armar un nuevo Grupo Callao?
-No creo que sea necesario. Si tender una red, seguir conversando con compañeros y compañeras que son muy valiosos.
Política en tiempos turbulentos
-¿Qué te generó el concurso “Conociendo a mis vecinos de las Islas Falkland”?
-Es una provocación británica, contraria al derecho internacional. Participar en eso es validar una usurpación y banalizar la lucha argentina y la memoria de los héroes de Malvinas.
-¿Conseguiste algún avance con Malvinas?
-Logramos incluir por primera vez en un documento de la Unión Europea la cuestión Malvinas, un golpe a la diplomacia británica. También campañas nacionales como “Malvinas nos une”. Eso abrió nuevos espacios de apoyo internacional.
-¿Y cuando Milei habló de “malvinenses”?
-Un desastre. Como cuando la ex canciller Diana Mondino dijo que los kelpers tenían derecho a la autodeterminación, algo que Argentina ya había demostrado en la arena internacional que no corresponde porque se trata de una población impostada.
Corrección política y escándalos mediáticos
-Tuviste un cruce con José Luis Espert. Te llamó “maleducado”, luego él tuvo dichos polémicos contra Florencia Kirchner. ¿Pensás que la corrección política se aplica de manera desigual al peronismo?
-Sí, absolutamente. Basta entrar al portal de Clarín. Hablan de corrupción en los seguros como un hecho, mientras que en otros casos hablan de “supuestas” coimas. Los movimientos populares siempre cargaron con esa etiqueta y condena mediática. Es la forma en que históricamente se estigmatizó al peronismo.
-Fue un escándalo cuando llamaste “Dick head” a Jorge Lanata.
-Sí. Fue un cruce. No pasó de eso. Hoy Milei valida que un vocero “blue” suyo diga que “hay que matar periodistas” y no pasa nada.
-En gestión fuiste material para muchos memes, algunos te dejaban bien parado y otros no tanto.
-Sí, en algunos quedaba como un estúpido. Siempre estuve lejos de enojarme, al contrario: muchos me parecían graciosos y creativos. Es parte de todo esto.
Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner
-¿Cómo está tu relación con Alberto Fernández?
–Alberto siempre fue muy generoso. Hablamos cada tanto, como amigos. Lo visito, charlamos de política y también de música. Su situación me genera impotencia y espero que algún día la pueda aclarar, porque solo él puede hacerlo.
Creo que hubo una gran operación sobre su figura como expresidente peronista para vincularlo con corrupción, pero quienes lo conocemos sabemos que está muy lejos de eso. Me duele mucho su situación personal. A su hijo no lo puede ver. Eso me parece que le afecta muchísimo, que no pueda salir a la calle porque no se sienta seguro…
Pero él está muy determinado a creer en la Justicia y a poder resolver y poder explicarlo judicialmente. Es su decisión, y sobre eso no puedo hacer mucho.

-¿Por qué considerás que Cristina está proscripta?
-Porque la condena está viciada. La Corte actuó de manera politizada. Creo que debería indultar a Cristina, porque no tuvo un proceso justo.
-¿Qué tendría que hacer el próximo presidente peronista con esta causa?
-Hay que indultar a Cristina. Si uno está diciendo que todo el proceso ha sido viciado y que está mal enjuiciada, claramente hay que hacer eso.
-Hay una anécdota en Olivos, ya existía la tensión con la Vicepresidenta y tu figura. Dicen que te comiste el flan de ella…
-¡No! Comí un flan, después Cristina quería flan y no había. Eso sucedió. (Se ríe)
El hombre detrás del cargo
-¿Estás yendo a la cancha?
-Si.
-¿Te interesa la política de River?
-No, me interesa que River siga con esta gestión. Jorge Brito es el mejor presidente que tuvo River. D’Onofrio tuvo un enorme éxito deportivo e inició una transformación institucional importante. Pero Brito es el que pega ese salto institucional.
-¿Cuál es tu ídolo?
–Pity Martínez. Hizo el gol que más feliz me hizo en la vida. Pero mis ídolos de toda la vida son Enzo Francescoli y Ariel “Burrito” Ortega.
-¿Los conociste?
-Sí, a Enzo. ¡Le pedí un autógrafo una vez que fue a comprar un auto, en los 90, cerca de mi casa! Vino un bostero amigo en bicicleta, me tocó el timbre y me dijo: “Che, corré que está en la esquina comprándose un auto”. Y fui corriendo.
-Habías comentado que, en 2015, tras perder las elecciones abriste una librería. Hoy, ¿cómo manejás la frustración política?
-La tolerancia a la frustración es esencial en la militancia. Los procesos políticos son largos, con avances y retrocesos. Las convicciones no dependen de un cargo. De hecho, me siento cómodo como militante raso.
Lo de la librería fue una linda experiencia: atendía y hacía café, aunque a mí me gusta mucho leer, no era buen librero…
-¿Hacías café como un barista profesional?
-No, ni siquiera, ¡hacía el de cápsula! (se ríe).
*Estudiante de la carrera de Periodismo y Producción de contenidos a distancia.
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