Ni Una Menos: 10 años de una historia de lucha y movilización
Una década pasó desde que el grito de “Ni Una Menos” retumbó en las calles argentinas para luchar contra los femicidios y la violencia hacia la mujer. El femicidio de Chiara Páez impulsó a varias figuras, entre ellas, actrices, periodistas y escritoras, a movilizarse aquel 3 de junio de 2015.
En esta última década, el movimiento ha logrado conquistas fundamentales, como la Ley Micaela, la legalización del aborto y herramientas como la línea 144.
Marcela Ojeda fue una de las primeras periodistas que alzó la voz contra los femicidios y la violencia machista. Apenas dos líneas le bastaron para desatar una ola que, con una masiva participación de la juventud, sumado a la ventana abierta, en ese momento, de las redes sociales y de las luchas por los derechos humanos, llegaría de sur a norte.
Actrices, políticas, artistas, empresarias, referentes sociales … mujeres, todas, bah.. no vamos a levantar la voz? NOS ESTAN MATANDO
— Maͣrͬcͨeͤ Ojeͤdͩaͣ (@Marcelitaojeda) May 11, 2015
Chiara Páez, de 14 años, embarazada de dos meses, había sido asesinada a golpes por su novio en Rufino, provincia de Santa Fe. Y bajo esa conmoción, el 11 de mayo, Marcela tuiteó: “Actrices, políticas, artistas, empresarias, referentes sociales… mujeres, todas, bah,no vamos a levantar la voz? NOS ESTAN MATANDO”.
Enseguida llegó el apoyo de las colegas y las propuestas de movilización. Y el 3 de junio quedaron en encontrarse en el Congreso. Más de 300 mil personas salieron a las calles y llenaron las plazas de las provincias. El mundo miraba la reacción de las mujeres argentinas.
No estaría mal pensar que “la cuarta ola del feminismo” tuvo uno de sus momentos más importantes aquel 3 de junio hace ya 10 años. De hecho fue el puntapié para el movimiento “Me Too”, impulsado por Michelle Obama en Estados Unidos luego de su visita a nuestro país en 2016.
Hablamos con Marcela, autora de aquel tuit que desató el huracán que tiñó de pañuelos violetas a nuestro país aquel junio de 2015 sobre cómo fue evolucionando esta consigna que cumple 10 años.
“Lo primero que hay que entender es que el “Ni Una Menos” del 2015 es parte del recorrido y de los caminos de los movimientos de las mujeres y los feminismos en la Argentina, no nació solamente como consecuencia de un grupo de activistas que tuitearon o escribieron en sus redes sociales”, cuenta Marcela con respecto a lo que pasó en aquel entonces. Aquel tuit fue un simple disparador de algo que se venía gestando hace ya tiempo.
Unos meses antes un encuentro dónde escritoras, feministas, sobrevivientes y familiares de víctimas de violencia de género se reunieron sobre esa premisa, que es “Ni Una Menos”, que viene de un poema de Susana Chávez Castillo, una poetisa mexicana que en enero de 2011 fue asesinada en Ciudad Juárez por denunciar crímenes contra las mujeres en su país. Cree que pudo ser tan transversal “porque fue transparente la forma en al que fuimos interpeladas, en ese momento las adolescentes y las jóvenes estaban siendo víctimas no solo de violencia machista extrema, como lo fueron Chiara Páez, Lola Chomnales o Ángeles Rawson, sino que también de un señalamiento de los medios de comunicación, y que fueran principalmente periodistas quienes encabezamos esta movilización ahí encontró legitimidad a través de una campaña de impacto político y social”.
Hoy en Argentina ocurre un femicidio cada 26 horas, la falta de un organismo específico, el vaciamiento presupuestario y los discursos negacionistas constituyen una amenaza concreta para los derechos de las mujeres. La eliminación de instituciones y programas esenciales desprotege aún más a las víctimas. “El presidente no es solamente antifeminista, es antiderechos humanos”, dice Marcela. Si bien el gobierno actual presume de tener mujeres a cargo de algunas de sus secretarías, ella piensa que “es una circunstancia” y que está claro que “no hace falta ser mujer para ser feminista y no todas las mujeres son feministas”.
Con respecto a la “avanzada antifeminista” del gobierno actual, Ojeda asegura: “Estoy convencidísima de que todos los mensajes y discursos están motorizados por la Secretaría de Estado”,secretaría que, justamente, está a cargo de una mujer, Karina Milei, hermana del presidente.
Este año se decidió cambiar la fecha de la movilización al 4, en lugar del histórico 3 de junio y estos fueron los motivos: “Todos los años se ha hecho el 3 de junio, esta vez las asambleas del colectivo decidieron que la marcha se pase del 3 al 4 para acompañar el reclamo de los jubilados, las jubiladas, los docentes, estudiantes, residentes y médicos del Hospital Garrahan, investigadores y becarios del CONICET y, también, para todos aquellos que quieran acompañar en la plaza”, destacó Marcela. Finalmente, destacó que la decisión es para que “cada uno pueda estar dónde crea que pertenece”.
La salud mental tiene que ver con ese estado de bienestar emocional, psíquico y social, que les permite a las personas poder hacer frente a los desafíos de la vida cotidiana con las herramientas y recursos adecuados de manera asertiva y efectiva, cuidando sus propios deseos y también el del otro. “Es algo dinámico, cambia a lo largo de todo el ciclo vital, con desafíos y herramientas distintas según el contexto socioeconómico y cultural”, cuenta Agustina Olivera, licenciada en Psicología.
Para la especialista en Neurodesarrollo y Discapacidad, resulta importante poner especial foco en el contexto ya que cree que estamos ante un paradigma diferente acerca de la persona, a cómo hoy vemos la sociedad y cómo vemos diferentes constructos.
Olivera amplía: “Antes no se hablaba de salud mental por siempre asociarlo, de manera negativa, a los trastornos mentales o por el concepto que se tenía de las personas con trastornos mentales”. Es decir, va más allá. Es de todos y es imprescindible no juzgar cualquier sea el ámbito y en cualquier momento ya que la salud mental es “algo de todos los días y no solamente de aquellas que tienen un padecimiento diagnosticado”.
En esta entrevista la psicóloga desanda algunas construcciones e invita a pensar que en tiempos de crisis, nadie se salva solo.
-Decís “nadie se salva solo” porque, ¿vamos en dirección contraria? ¿Creés que prima el discurso del “sálvese quien pueda”?
-Hay una parte de eso, del individualismo, que tiene que ver con una mirada más capitalista y trae estas miradas o paradigmas de la productividad. Todo eso trae sobrecarga que no podemos sostener si solo nos quedamos en lo individual y no se ve lo social.
Llega un punto que no se puede sostener porque es mirar la situación desde un solo ángulo. Nadie se va a poder salvar solo porque no lo estamos, porque biológicamente y naturalmente somos seres sociales. Por lo tanto, eso no llega a sostenerse por mucho tiempo.
–¿Tiene responsabilidad el Estado en transmitir esta idea?
-La responsabilidad del Estado es replantear qué pasa al ponerla en práctica y estar ahí codo a codo, con las realidades. Tiene que ver con este cambio de paradigma, esta nueva forma de pensar al hombre, su salud en general y cómo eso impacta en su desarrollo y acciones.
Lo cierto es que la salud mental es algo dinámico, que cambia según necesidades o contexto socioeconómico. Cada Gobierno por ahí tiene sus prioridades y sus formas, hay muchas cosas de trasfondo que dejan a la salud mental en otro lugar.
-¿Qué observás sobre el contexto socioeconómico actual?
-Desde mi mirada y mi trabajo con las infancias, el acompañamiento de las familias, las mapaternidades, la discapacidad y el niño o joven con discapacidad dentro del contexto social, es ahí donde aparecen muchas más problemáticas que están influyendo mucho en la crianza.
Veo que la necesidad de trabajar más para poder sostener determinado nivel de vida influye directamente en los tiempos, en la calidad de la crianza, en el vínculo, el estar con
las infancias, el estrés; y también pienso en la relación con el trabajo cuando es con otros porque se recibe toda la carga de lo que el otro vive.
Por eso también me atrevo a decir que hay tanto burnout en los profesionales de la salud o de la educación porque no sólo realizan la tarea para la que estudiaron y se formaron, sino también tienen que acompañar, abrazar y sostener.
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-El trabajo en la vida de una persona, ¿puede influir en la salud mental?
-El trabajo aporta a la persona en relación a su subjetividad, al significado que le da a su trabajo, a la importancia que tenga en su vida y sus objetivos. El trabajo en sí no le da a la persona, es la persona la que le da al trabajo. La persona es quien da ese poder o esa significación a algo que es un hacer. Esto siempre está acompañado de la subjetividad, la experiencia, el deseo, el interés y sus frustraciones.
Por otro lado, lo social y el contexto socioeconómico es lo que hacen que el trabajo le dé a la persona. En un contexto con exigencias y demandas altas se genera una demanda que es difícil de afrontar y que va llevando a los cambios en la rutina, el descanso y el tiempo libre donde se debe entender la importancia del dormir también para la salud mental.
La idea de estar sentado tomando un mate o jugando con mi hijo es “no estar haciendo nada” genera muchísima ansiedad, no sólo en uno sino también en ese otro que está en construcción. El estar quieto, enfocado en mí, empieza un mundo distinto. Parar me conecta con lo que bloqueaba con tanta actividad.
-La salud mental, entonces, no solo involucra a la psicología sino también a otros actores sociales.
-Si. Como tiene que ver con la salud emocional, psicológica y social, involucra siempre a otros porque somos seres sociales por naturaleza. Desde que nacemos necesitamos de ese otro y a partir del vínculo con ese otro vamos construyendo toda nuestra psiquis. Toda nuestra vida vamos a necesitar de otro. Por ende, la salud mental no es sólo individual ni solo de la psicología.
También tiene que ver con otros actores porque, como individuos, nos atraviesa lo social, lo económico, lo cultural. Necesitamos de ese trabajo común, incluida la salud mental, en todas las áreas de trabajo social.
-¿Qué aspectos de la salud mental en las mapaternidades con las que trabajás sobresalen?
-En el ámbito de la discapacidad, cualquier mamá o papá está expuesto a la lucha por la inclusión y bienestar de su hijo; por hacer valer sus derechos. Ahí hay mucha ausencia también de la implementación de las leyes del Estado.
Sea mamá o papá acompañando discapacidad o no, la sobrecarga que enfrentan es la exigencia laboral y económica de generar continuamente lo que lleva a la dificultad de estar o conectar. Y, más allá de eso, es la realidad que vive cada familia, pero también lo macro y lo social es donde hay que generar cambios.
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-¿Crees que tienen un rol importante la tecnología en provocar la exigencia de generar continuamente?
-Se influye desde lo económico, el tiempo, la calidad y en el desarrollo de los chicos porque en esa falta de tiempo, en ese estrés, en esa sobrecarga, los papás terminamos mucho acudiendo a las pantallas.
En el cuidado de mi salud mental necesito “un tiempo para hacer esto”; y en eso los chicos terminan con un uso y consumo problemático de las pantallas desde muy pequeños y esto puede afectar en tolerar la frustración, conectarse con el mundo, regular sus emociones. Entonces, ese trabajo de volver a conectar significa una carga más para los papás.
Asimismo, somos bombardeados con tanta información de parte de los medios que genera un peso en un cerebro que ya está sobrecargado y estresado. Es importante la mirada profesional y pedir ayuda a quien realmente me la puede dar. Y ahí viene el acompañamiento de las adolescencias en lo que “no puede”. Hay que trabajar en la infancia para construir en la adolescencia las bases del autocuidado. El lado positivo es poder hablar de la salud mental, abrir este camino para hablar lo que nos pasa,sin tabúes y sin ser juzgados.
-¿Podemos pensar en la salud mental en relación al medio ambiente o espacios verdes?
-Tiene que ver con un cambio de pensamiento y posicionamiento que permite entender la importancia de la conexión con uno mismo, con el afuera, con lo natural y qué tiempo le dedico a ese bienestar. Pero se dificulta si estamos inmersos en un día a día que nos sobrepasa, que nos estresa y que dedicamos a la productividad. Hoy, a través de las redes, se entiende que es necesario para el bienestar pero debemos incorporarlo socialmente como comunidad.
-¿Qué papel deberían jugar las redes comunitarias en la ayuda del bienestar mental de las personas?
-Hay un primer, segundo y tercer nivel de intervención que forman parte de la Ley de Salud Mental que está bien pensada, planeada y fundamentada pero falla en la implementación. Ahí es donde hacemos agua, donde el Estado no llega por falta de recursos y los centros de salud, tampoco.
El recurso humano es fundamental pero está mal pago y quemado porque no da abasto. Los sistemas no funcionan jerárquicamente como deberían, entonces el primer nivel está devastado, recibiendo todo y al llegar al segundo nivel, la situación ya está detonada. La vulnerabilidad y la precarización del trabajo dificultan la implementación y ahí fallan las redes y el Estado.
Créditos: Tiempo Argentino
-Independientemente de la situación estructural precarizada del país, ¿considerás que la salud mental es accesible, más allá de lo económico?
-Sí, es más accesible que antes. Cuando me recibí era un recurso de pocos y ni siquiera las obras sociales incluían profesionales en los padrones, muy pocas hacían convenios o pagaban y se abrió bastante cuando surge la carrera en Santa Fe.
Hoy, al conocerse más la necesidad y hablar del tema se comenzó a estudiar más y ahí se volvió más accesible, sin pensar solamente en lo económico. Así, se empezó a pensar en salud mental y en leyes sobre discapacidad que no estaban en agenda nacional.
Sin embargo, desde las políticas públicas aún nos falta. Pero es un proceso que va a llevar mucho tiempo y con cada cambio de Gobierno o pensamiento avanzamos o retrocedemos.
*Estudiante de la carrera de Periodismo y Producción de contenidos a distancia.
“El sistema previsional argentino necesita una reforma integral que priorice el bienestar de las personas”. La periodista Clara Salguero, reconocida por su extensa trayectoria en temas de seguridad social, analiza las consecuencias del fin de la última moratoria previsional.
La moratoria previsional que permitía jubilarse sin los 30 años de aportes llegó a su fin en marzo de este año. A través de esta moratoria, en sus dos años de vigencia, accedieron alrededor de 700 mil personas, lo que representa un 77% del total de altas jubilatorias en ese período, de acuerdo con datos de Chequeado elaborados en base a la información publicada en el Boletín Estadístico de la Seguridad Social. Con el fin de este sistema solo podrán jubilarse aquellos que cumplan con los años de aportes exigidos, lo que reducirá significativamente la cantidad de personas en condiciones de acceder a este beneficio. La medida del Gobierno nacional afectará especialmente a las mujeres, ya que solo una de cada 10 podrá jubilarse sin la moratoria, mientras que en el caso de los hombres es tres de cada 10.
-¿Qué implica concretamente el fin de la última moratoria previsional?
-Terminó la posibilidad de comprar a través del descuento en cuotas de la futura jubilación los años con aportes faltantes que en la actualidad la Ley previsional nacional requiere que sean 30 años con edades mínimas de 60 años las mujeres y de 65 los hombres. No podían ingresar todas las personas aunque cumplieran el requisito de edad sino solo las que hasta el 23 de marzo pasado estuvieran en vulnerabilidad económica. Actualmente, sin esta moratoria no podrían acceder aproximadamente 243.000 personas.
-¿Entonces ya no hay ninguna herramienta para que las personas sin aportes puedan jubilarse?
-Al finalizar la moratoria quedan dos alternativas. Una es adherir al plan de cancelación de aportes previsionales, que es la compra de aportes anticipados cuando la persona sabe que al llegar la edad jubilatoria no va a reunir 30 años con aportes. Se paga la cantidad de unidades, cada una igual a un mes de aportes, y deben estar canceladas al momento de solicitar la jubilación. Pueden acceder mujeres entre 50 y 59 años y hombres de 55 a 64 años.
La otra alternativa es la PUAM (Pensión Universal para el Adulto Mayor) teniendo en cuenta que es para personas que no reúnen 30 años de aportes y se encuentren en vulnerabilidad socioeconómica. La edad es de 65 años para ambos sexos. Lo que significa que el hombre puede acceder a un beneficio previsional terminada la moratoria, a diferencia de las mujeres que tienen que esperar por un lapso de cinco años.
-¿Cómo impacta esta decisión en las mujeres teniendo en cuenta que suelen tener trayectorias laborales más irregulares?
-El impacto en las mujeres es considerablemente mayor. Son quienes más padecen la informalidad laboral, los períodos sin aportes y la interrupción de sus carreras por tareas de cuidado no remuneradas.
La imposibilidad de acceder a una jubilación a los 60 años las expone a un período de cinco años sin ingresos previsionales propios, lo que profundiza su situación de vulnerabilidad económica y social.
-¿Qué papel está jugando la PUAM en este nuevo escenario?
-Cumple un rol central como prestación asistencial ante la falta de cobertura previsional contributiva. Funciona de manera similar a la Asignación Universal por Hijo en el caso de los niños. Es una herramienta necesaria para garantizar un ingreso básico en la vejez frente a diversas situaciones de vulnerabilidad. Sin embargo, no reemplaza el acceso a una jubilación plena y genera una brecha de ingresos respecto a quienes sí pudieron jubilarse bajo el régimen general.
-¿Creés que esta decisión es parte de un proceso hacia una reforma más profunda del sistema previsional? ¿Qué señales está dando el Gobierno en relación a una posible reforma jubilatoria?
-Las distintas moratorias se extendieron en Argentina durante los últimos 20 años. Poco le han aportado a la gente si pensamos que el monto de la prestación resultaba del haber mínimo, menos la cuota de moratoria descontada por años. Las moratorias en sus distintas etapas significaron más personas, millones, con haberes mínimos; lejos eso de lograr cubrir las necesidades básicas.
El sistema necesita una reforma integral donde se estudie, analice, evalúe dónde están los puntos que requieren cambios en pos del bienestar de las personas. Esto es primordial: ver dónde está la necesidad de los cambios.
El sistema así no es sustentable: se necesita más acceso al mercado laboral para que más trabajadores puedan aportar y terminar con tanto trabajo informal y poder cobrar con más financiación para pagar jubilaciones y pensiones.
-¿Existe en la agenda oficial alguna propuesta concreta sobre subir la edad jubilatoria?
-La expectativa de vida va en aumento no solo en Argentina, es un fenómeno mundial que requiere analizar las edades jubilatorias de acceso. De todos modos, no creo que sea el tema principal a modificar sino ver cómo el ingreso salarial de los trabajadores en su paso a la jubilación guarda relación económica y permite darle respuesta a los gastos necesarios en esta etapa de la vida.
-¿Creés que el actual modelo de seguridad social en Argentina está en crisis?
-Está claramente en crisis. La proliferación de moratorias no ha resuelto el problema de fondo: el elevado nivel de trabajo informal y la insuficiencia de aportes genuinos. El sistema, tal como está, no es sustentable. Se necesita mejorar la inclusión laboral, aumentar la cantidad de trabajadores formales y garantizar un sistema de financiamiento sólido para el pago de jubilaciones y pensiones.
-¿Cuál debería ser el rol del Estado frente al envejecimiento poblacional y el aumento de la informalidad laboral?
-El Estado debe asumir un rol activo en la planificación y ejecución de políticas públicas que promuevan la formalización del empleo, amplíen la cobertura previsional y aseguren prestaciones adecuadas para las personas mayores. Es imprescindible que la seguridad social responda a las nuevas realidades demográficas y laborales garantizando que ningún ciudadano quede excluido de un ingreso digno en su vejez.
*Estudiante de la carrera de Periodismo y Producción de contenidos a distancia.
Las pseudociencias han crecido mucho en estos últimos años; la pandemia y las redes sociales fueron dos factores claves. Desde cuentas de TikTok, Instagram y YouTube, influencers sin formación profesional en salud física y/o mental ofrecen cursos pagos, recetas, técnicas y hasta sesiones que mezclan espiritualidad y coaching, las cuales logran materializar a través de pseudociencias. Pero este fenómeno no ocurre únicamente en nuestro país, sino que es un fenómeno a nivel global en el que los contenidos de autoayuda se vuelven virales.
El uso de palabras con hashtags es clave para la viralización de este tipo de contenido: #gratitud, #estilodevidasaludable, #lifestyle, #acompañamiento, #ayunos, #consciencia, #amor, #abundancia, etc. La presentación de estos métodos para captar seguidores puede variar, los influencers namasté los presentan con palabras en inglés, y otros directamente utilizan frases motivacionales para lograr conexión con un lenguaje más emocional, lo cual es habitual en este tipo de cuentas y suele generar mayor impacto entre los seguidores. El Tapping, por ejemplo, se presenta como una terapiafocalizada en las emociones, en donde darse golpecitos en la cara repitiendo palabras clave ayuda a desbloquear emociones. También sobran las propuestas sobre cómo practicar el ayuno como una herramienta para bajar de peso o consejos como tomar vinagre de manzana en ayunas para mejorar los procesos digestivos.
Estos discursos suelen presentarse en redes sociales a través de videos, y no solo se muestran como una alternativa a la medicina o a la psicología tradicional, sino que prometen curar heridas del pasado, alcanzar el éxito personal e inclusive terminar con problemas de adicciones o trastornos de la conducta alimentaria (TCA). El problema es que, muchas veces, este tipo de terapias “alternativas” reemplazan consultas y tratamientos médicos y/o atención psicológica con profesionales de la salud. Y afirman ideas como que la culpa, el sufrimiento o el fracaso son factores meramente individuales que no suelen estar atravesados por una realidad social y económica que viven las personas de manera colectiva.
Daniela Fiumo, licenciada en Psicología de la UBA, cree que “Estas cuestiones se pueden pensar desde el psicoanálisis, principalmente en relación a que existe actualmente, y por lo menos de manera muy acentuada en la última década, un imperativo de felicidad. Una garantía de felicidad que podría alcanzarse a partir de seguir determinadas conductas y renunciar a otras. Podría encarnarse, por ejemplo, en un ideal de salud o de dinero que en el marco de ese imperativo permitirían acceder a un bienestar o al éxito, el cual garantiza evitar el dolor de existir. Esto tiene que leerse además en un contexto en el que no poder contar con derechos básicos como el acceso a una vivienda, la comida, la salud, exacerbarían aún más el sostenimiento del acceso a este ideal de felicidad por la vía de una ilusión”. Por eso, estas prácticas pueden tener un impacto grave en personas vulnerables, tanto emocional como económicamente.
La Asociación Médica Mundial publicó un artículo en el cual define a las Pseudociencias y Pseudoterapias en el campo de la salud y afirmó que: “Existe el riesgo de que los pacientes abandonen terapias médicas o medidas de prevención que se han demostrado efectivas por prácticas que no han demostrado valor curativo, y esto a veces puede ocasionar fracaso del tratamiento en enfermedades graves, que pueden provocar incluso la muerte”. En Argentina, científicos e investigadores del CONICET como Valeria Edelsztein y Claudio Cormick publicaron un informe para que estudiantes secundarios puedan distinguir discursos anti científicos. Además, países como España lanzaron campañas estatales para proteger la salud de las personas y brindar información comprobada científicamente frente a las pseudoterapias.
Mientras los contenidos se siguen viralizando con una estética de vida perfecta, los influencers siguen acumulando miles de seguidores ¿Cuál es el límite de la desinformación en cuestiones de salud?.
El negocio detrás de las frases motivacionales
Agustina Dandri (@agusdandri) tiene 273 mil seguidores en Instagram y 37 mil en Tik Tok, en 2022 publicó su último libro: Fitness Espiritual, el cual presentó a través de un reel en redes como un libro “para poder sanar el pasado, vivir un presente pleno y co-crear un futuro del cual sentirse orgulloso”. En este video publicado en su cuenta de Tik Tok, donde la influencer afirmó que “el poder de atracción y manifestación es real y funciona”, logró obtener más de 700 mil reproducciones y 44 mil me gusta. Además, 17 mil personas guardaron el contenido para poder verlo posteriormente y 2600 lo compartieron en sus redes. Este tipo de frases motivacionales prometen que con solo repetirlas una persona podría tener el auto que desea (aunque no tenga una situación económica que lo permita), encontrar una pareja después de estar mucho tiempo solo e incluso alcanzar el éxito profesional o ser “tu propio jefe”.
Imágen creada con IA
Natalia Franzoni (@natyfranz) es una de las influencers más conocidas de este ámbito. Con más de 743 mil seguidores en Instagram, 300 mil en TikTok y 80 mil suscriptores en YouTube, se presenta como la creadora del Método NF, el cual lleva las iniciales de su propio nombre. En 2024 sacó su cuarto libro: Ser quien quieras ser, Método NF, la fórmula para transformar tu vida. Además, en su página web vende talleres online como: El poder de la gratitud en tu vida 21 días para cambiarlo todo a $65.000 y Formación Certificada de Tapping & EFT Método NF a $135.000, entre otros. En su cuenta de Youtube, el primer video que aparece es una clase abierta y gratuita de la formación del método NF, el cual invita a las personas a un primer acercamiento con el Tapping y los métodos de autoayuda.
Si bien todos sus videos están compuestos por frases motivacionales, también realiza recomendaciones de salud como en este reel que subió a su Instagram donde afirma que tomar vinagre de manzana en ayunas hace bien. Liliana Schvintt es licenciada en nutrición y asegura que “El vinagre no es una herramienta mágica para resolver rápidamente ciertos objetivos. Muchos lo recomiendan como quemador de grasas, desintoxicante o para acelerar el metabolismo. La evidencia real dice que se puede utilizar para retrasar la digestión de carbohidratos. Pero si yo busco armarle un plan nutricional saludable a un paciente y busco calidad nutricional, le voy a buscar otro tipo de herramientas para brindarle. No tiene otros efectos clínicamente relevantes para la pérdida de peso. En exceso, o consumirlo sin diluirlo en agua, puede traer efectos adversos en cuanto a irritaciones gástricas o daños esofágicos.
Mariela Tiboni (@mariela.tiboni) tiene menos seguidores, aproximadamente 20 mil en Instagram y 4 mil en Tik Tok. En la descripción de sus redes sociales se presenta con las siguientes palabras: ayunos, retiros, adicciones, duelos y TCA. Esta influencer namasté es Licenciada en nutrición, egresada de la Universidad Maimónides, según lo indica su perfil de Linkedin. En este video publicado en su cuenta de Instagram cuenta que se especializó y formó profundamente en todo lo que sean adicciones y trastornos de la conducta alimentaria.
Y que hace 15 años acompaña procesos de ayuno profundo en las personas.
En su otra cuenta, @elportaldelosabrazos, ofrece retiros espirituales, ayunos, experiencia detox y vacaciones en un complejo de domos ubicado en Chapadmalal al que bautizó: La aldea de los abrazos. Allí las experiencias de ayuno pueden varias en días, como por ejemplo en esta publicación donde ofrece unas vacaciones con 9 días de ayuno. “Sí se puede utilizar el ayuno intermitente como herramienta a un tratamiento, acompañándolo siempre con un camino de una alimentación completa, con comida real y que sea sostenible y saludable en el tiempo”, afirma la licenciada Schvintt y agrega: “Con ambas herramientas hay que tener mucho cuidado, hay muchas personas que pueden ser vulnerables a este tipo de recomendaciones, se pueden generar obsesiones, ansiedad alrededor de la comida, atracones o restricciones obsesivas. Entonces, siempre que uno recomienda algo debe ser pautado y evaluado, consulta a consulta para no llegar a este tipo de situaciones”.
¿Que tienen en común estos influencers o líderes namasté? La emoción positiva es la principal característica de su imagen. Se muestran felices, sonrientes, abrazando a otros, hablando del amor propio, llenos de energía, en casas estéticas, generalmente de color blanco. No es común que se muestren tristes, enojados o con un mal día. La palabra “queja” no existe en el diccionario de estos gurúes, pero sí en sus videos, con un mensaje, entre líneas, pero claro: si te quejas estás “vibrando bajo”. En tiempos de viralización, afirmar que los problemas se pueden solucionar manifestando frases motivacionales se volvió un trabajo y un negocio. Los influencers namasté entendieron que vender la idea de éxito y plenitud en videos de 30 segundos funciona. Es muy simple: si no estás bien es porque no estás manifestando lo suficiente.
El Tapping como narrativa transmedia Su nombre técnico es Emotional Freedom Techniques (EFT), que traducido al español significa Terapia Focalizada en las Emociones. Si bien no tiene un respaldo científico que lo avale, es una práctica que empezó a expandirse en estos últimos años. ¿De qué se trata ? De darse golpecitos con los dedos en la cara u otras partes específicas del cuerpo y repetir frases relacionadas con las emociones o con traumas personales. Quienes difunden esta práctica, como la TFE Argentina, afirman que promueve una vinculación más segura y una conexión emocional más profunda. Sin embargo, al no tener una evidencia científica sólida que respalde su efectividad, los profesionales de la salud lo califican de pseudoterapia con efecto placebo. Sin embargo, más allá de la afirmación de médicos y médicas, las redes sociales, los cursos y los libros posicionaron al Tapping o método EFT como parte del lifestyle. Incorporarlo a la rutina diaria es muy sencillo según lo muestran los influencers, no necesitas recursos económicos, basta con dar los golpecitos y repetir las frases. El Tapping logró imponerse como moda y llegó a los escenarios, por eso el sábado 28/6 se estrena en el Paseo La Plaza A todo Tapping un espectáculo protagonizado por la influencer Natalia Franz. Según la descripción del show, promete que “no es solo para quien busca bienestar, sino para quien busca vivir más liviano, más libre y más feliz”. Las entradas van desde los $35.000 a los $45.000 y se pueden adquirir a través de Plateanet.