El futbolista nigeriano Félix Orode y el voleibolista brasileño Renato Adornelas Da Silva visitaron ETER para contar sus experiencias en nuestro país, al que se adaptaron rápidamente y donde encontraron algo más que una oportunidad profesional.
Por Lucas Taskar (@lucastaskar), Rodrigo Volpi (@rsvolpi) y Pedro Caffa
Uno es de Brasil, el otro de Nigeria. Uno juega al vóley, el otro es futbolista. El primero, de tez más bien blanca, roza los 2 metros de altura; el segundo, moreno, no llega a medir 1,80 m.
Decir que lo único que Renato Adornelas Da Silva y Félix Orode tienen en común es que el presente los encuentra viviendo y desempeñando sus profesiones en Argentina es faltar a la verdad. Para ellos, el país no sólo representa una de las tantas escalas en sus carreras. Con diferentes trayectorias pero con similitudes en los orígenes humildes, aquí encontraron una comodidad y felicidad que excede a lo deportivo.
Renato, nacido en Brasilia, llevaba tres años jugando en la máxima liga de vóley en su país, pero cuando en 2004 Marcos Milinkovic lo relevó al banco de suplentes y apareció la posibilidad de cruzar la frontera, no lo dudó. “La idea me gustó. En esa época las condiciones financieras de Argentina estaban bastante mejor, por lo que me hicieron una buena oferta y decidí venir”, recuerda.
Cuando su avión estaba por aterrizar, el joven se llevó la primera sorpresa: “Me llamó la atención lo grande que se veía Buenos Aires. Después me trajeron a un hotel en el centro y me encantó lo grande que eran los edificios, las plazas. Buenos Aires tiene mucho verde a pesar de ser una metrópolis. En Brasil no hay muchas”.
Aunque tenía un poco de miedo de que lo molestaran con la rivalidad Brasil-Argentina, afirma que su primer contacto con el país fue “muy bueno en todos los aspectos”, a pesar de que lo desafiaban constantemente con la pregunta “¿Pelé o Maradona?”.
Se le percibe el acento extranjero, pero ya en su tercer paso por el país no tiene mayores problemas para responder de manera fluida. Como indicará luego, “el portugués no es tan diferente al castellano”, aunque admite que al principio lo cargaban bastante porque “no podía ni ir a un kiosco a comprar un chocolate”.
Si para el brasilero la barrera idiomática fue un obstáculo menor, para Orode representó la principal dificultad en la adaptación al país, al que arribó en 2009. “No sabía mucho del fútbol de acá, pero mi representante Marcelo Houseman me dijo que viniera a probar, que San Lorenzo era un club muy lindo y que la gente me iba a querer”, explica y agrega: “Cuando vine no entendía nada el idioma, pero Bernardo Romeo y Salvador Reynoso me ayudaron mucho con ese tema. Cuando hablaba con Nelson Vivas –ayudante de Diego Simeone en ese plantel- tenía un traductor que me ayudaba. La gente me trató muy bien y me puso re feliz”.
“Re feliz” es una de sus muletillas. Todavía le cuesta encontrar las palabras exactas para expresarse, pero desde hace un tiempo tiene un apoyo fundamental en su esposa Yasmín, argentina y mamá de Salvador, bebé de un año que heredó los rulos de Orode y que presencia, junto con la madre, toda la conferencia en una solemnidad sorprendente.
¿Cómo logró Félix, con sus problemas de idioma, conquistar a Yasmín? El delantero lo recuerda con risa: “Yo siempre pasaba por el Abasto. Un día pasaba ella con la madre y yo estaba con mi amigo Evans (nigeriano que también había sido contratado por San Lorenzo). Le dije que me gustaba y él me respondió que si ni sabía hablar español cómo iba a hacer. Fui y le hablé en inglés, pero no entendió nada. Teníamos amigos en común en Facebook y le hablaba por ahí usando el traductor. Yo ya le había contado a mi mamá que tenía novia en Argentina, pero Yasmín no quería salir conmigo, no quería saber nada con los jugadores. Le dije que yo era distinto, que no tomaba alcohol, que no salía, que quería estar con ella. Estuve casi ocho meses insistiendo, y cuando empezamos a salir le dije a mi mama que ella iba a ser mi mujer”.
Renato también tiene pareja argentina, pero la historia es un poco más simple. El opuesto acababa de terminar un matrimonio de seis años, por lo que su segundo paso por la Argentina –en Catamarca Vóley- lo encontraba soltero. Una simpatizante catamarqueña fue a ver en un partido, luego comenzaron a hablar por amigos en común y, finalmente, Facebook hizo lo suyo. Hoy viven juntos en un edificio de Caballito.
El actual opuesto de Boca vivió una infancia complicada en una zona carenciada de la capital brasileña. Como si se tratase de una postal de la película “Ciudad de Dios”, Da Silva rememora estar en la calle jugando y tener que esconderse por los tiroteos. Muchos de sus amigos están muertos por la droga y por la violencia, por lo que agradece haber estado siempre metido en el deporte.
En este contexto, su visión respecto a la seguridad en la Argentina no es tan dramática. A Catamarca la vio muy tranquila, y en Buenos Aires sólo vivió un mal momento cerca de la cancha de San Lorenzo cuando un ladrón le apuntó con una pistola al remisero que lo trasladaba. Más allá de ese susto, cree que “todas las grandes ciudades de Sudamérica son así” y que “lo que más ves es lo que sale por la televisión”.
Orode no sale demasiado de su casa de Almagro. Después de entrenar en Agronomía vuelve para estar con su mujer y su hijo. La última vez que salió se tomó el subte y tuvo la mala suerte de sufrir a los pungas, quienes se quedaron con su celular. “Acá roban mucho en los subtes. Después de eso le dije a mi mujer que me parecía que no iba a salir más”, dice en chiste, aunque enseguida se pone serio para comparar la realidad argentina con la de su país, donde la enemistad entre cristianos y musulmanes convirtió a la inseguridad en un problema bastante más complicado.
Si de religiones y razas se trata, en el ambiente futbolero es muy común que el color de piel sea motivo de discriminación. Orode no niega que en la cancha le hayan gritado “negro de mierda”, aunque lo minimiza y lo considera como “una forma de intentar distraerlo, de sacarlo fuera del partido”.
La charla se extenderá por un tiempo más. Renato reflexionará acerca del buen nivel del vóley argentino en el último tiempo y deleitará con algunas anécdotas de su carrera, que incluye países como Chipre, Irán y Argelia. Nuevamente dirá que en Argentina se siente muy cómodo y, sin que se lo pregunten, contará que pretende quedarse a vivir aquí una vez que se retire.
El africano mencionará su llegada al Aeropuerto de Ezeiza, cuando las cámaras y periodistas que lo esperaban le dieron miedo porque en su país “filman a los que roban”. Luego analizará al fútbol argentino en las distintas categorías en las que le tocó jugar y hará una comparación con el fútbol de Nigeria, en el que prima lo físico y a donde en el futuro le gustaría ser técnico para enseñar todos los aspectos tácticos que aprendió acá. Relatará el momento del debut en San Lorenzo –nada menos que ante Huracán- y, finalmente, admitirá que, un poco, extraña a su mamá.
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Félix Orode comenzó a jugar al fútbol a los 12 años en las calles de Lagos, Nigeria. El africano, que jugaba con sus amigos en la calle, tuvo la fortuna de que uno de ellos era entrenador y decidió llevarlo al Mighty Jets por sus habilidades. Debutó en la Primera del equipo con 13 años y lo llamaron de la selección sub 17. Antes de saltar a la fama en San Lorenzo, tuvo un paso fugaz en Portugal y en el Lleida de España.
El nigeriano dejó a su familia para recalar en Argentina, sin conocer el idioma ni el fútbol sudamericano, pero Bernardo Romeo, compañero de habitación, lo ayudó mucho en la integración. Luego, al encontrar a su actual novia argentina, tuvo una ayuda extra. Tras cuatro años de haber jugado en distintas categorías del fútbol argentino, el delantero está convencido de que éste es el mejor fútbol del mundo.
Su mejor momento fue el 21 de noviembre del 2009: debutó en el clásico contra Huracán y dio la asistencia para el segundo gol del equipo. Hoy se encuentra en Comunicaciones, que milita en la B Metropolitana, e intenta buscar un futuro mejor. Además, sueña con ser entrenador en Nigeria para llevar sus conocimientos adquiridos en Argentina cuando se retire.
Fecha y lugar de nacimiento: 28/7/90 (23 años) en Lagos, Nigeria.
Llegada a la Argentina: 2009.
Deporte y posición: Fútbol – Delantero.
Altura: 1,78.
Trayectoria: Mighty Jets (Nigeria 2004-2006), Sharks F.C. (Nigeria 2006-2009), Portugal (2009), Lleida (España 2009), San Lorenzo (2009), Chicago (2010), San Lorenzo (2010), CAI de Comodoro Rivadavia (2010-2011), Excursionistas (2012), Luján (2012-2013) y Comunicaciones (2013-actual).
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Juega de opuesto y es un auténtico trotamundos del voley. Se fue de Brasil opacado por un argentino, Marcos Milinkovic, y en su afán de jugar el deporte que se despertó en él a los 16 años, recorrió cuatro continentes y siete países. Tuvo que hablar muchos idiomas. Uno, el español, le permitió conocer a su novia, una catamarqueña que descubrió en el segundo paso por Argentina. Agradece al deporte de haberlo alejado de las drogas y el delito que se asentaban en su barrio de Brasilia.
Además de ser internacional, su vida está llena de avatares: sufrió discriminación en España y en Irán recurrió a un líder de la Revolución del ´79, aconsejado por un taxista, para cobrar lo que le debía su club.
Le encanta Argentina y piensa quedarse a vivir. En cuanto al deporte, remarca que el voleibol argentino está a la par o más arriba que el brasileño.
Fecha y lugar de nacimiento: 18/11/80 (33 años) en Brasilia, Brasil.
Llegada a la Argentina: 2004 hasta 2005, 2011 a 2012 y 2013 hasta la actualidad.
Deporte y posición: Voley – Opuesto.
Altura: 1,98.
Trayectoria: Uneb (Brasil 1999-2001), ABC Santo André (Brasil 2001-2003), Unisul (Brasil 2003-2004 / ganó Copa Catarinense 2003, el Gran Premio de Brasil 2003 y la Súper Copa Brasil 2003), Conarpesa (Argentina 2004-2005 / mejor atacante Liga Argentina), Gran Canaria (España 2005-2006 / jugador más valioso en la Súper Copa España), Unicaja Arukasur Almería (España 2006-2008 / ganó la Súper Copa España 2006, la Copa del Rey 2007 y fue el mejor servidor Indesit de la Liga de Campeones 2007-2008), Brazilian National University Team (Brasil 2005-2007 / jugador más valioso 2004-2006), Dionisos Pafos (Chipre 2008-2009), Maliye Milli Piyango Spor Kulubu (Turquía 2009-2010), Sport Club Urmia Volleyball (Irán 2010-2011), Catamarca Voley (Argentina 2011-2012), Nadhi Riadhi Bordj Bou (Argelia 2012-2013) y Boca Río Uruguay Seguros (Argentina 2013-actual).
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