Enrique Borja es un histórico goleador mexicano y multifacético: el ídolo del Chavo que jugó dos mundiales y fue presidente de la Federación.
Ícono del fútbol mexicano, deportista consagrado, y directivo, además de ser el ídolo del Chavo del ocho, éste es Enrique Borja.
Recordado por un gol a sus 21 años, que tras una media vuelta explosiva, le permitió a la selección mexicana la ventaja parcial ante Francia, en el mundial de Inglaterra 1966.
Caracterizado por ser un oportunista en el área rival, un futbolista no muy técnico, que aprovechaba situaciones oportunas para anotar y ahí su figura empezó a tener relevancia.
Fue integrante de un combinado juvenil que obtuvo el título en los VII Juegos Nacionales realizados en San Luis Potosí, luego de esto, fue invitado a participar en las fuerzas inferiores de Pumas.
Con 19 años, en 1964 tuvo su debut en Primera División en el estadio de Ciudad Universitaria versus el Zacatepec, en un partido de Copa.
A la temporada siguiente, ya era un pilar de la delantera universitaria. En esa campaña, Borja obtuvo 12 tantos, destacándose al punto de ser visto por el entrenador de México, Ignacio Trelles, en un momento donde al conjunto Tricolor le faltaba gol.
Se acercaba la Copa del Mundo de Inglaterra 1966 y México que no contaba con pilares como Héctor Hernández ni Alfredo del Águila, que resaltaron en Chile 1962, es ahí donde se hizo eco el nombre de Enrique Borja para ocupar un lugar en la delantera Azteca.
El rival en su presentación fue Francia, en el primer tramo del encuentro no se gritaron goles, pero en la etapa final, más precisamente a los 48 minutos del partido, Borja abrió el marcador luego de un inmejorable zurdazo, y con este resultado parcial, acechaba la segunda victoria mexicana en mundiales. Sin embargo, 14 minutos después, luego de un remate del francés Gerard Hausser, se decretó el empate en uno en el estadio antiguo de Wembley. De esta manera, por primera vez en su historia en los mundiales, el conjunto nacional azteca no terminó perdiendo en el debut.
El mexicano tuvo un gran momento posterior: fue un jugador importante para que los Pumas obtuvieran su primer subcampeonato de liga. En dos temporadas locales logró 36 goles, sin contar los anotados en amistosos con los universitarios y con el combinado nacional.
Con ese presente, todo indicaba que iba a ser titular para el seleccionado nacional en el mundial de 1970, pero no. En 1969 sacudió al fútbol mexicano la noticia de que había sido transferido de los Pumas al América. Tras este escándalo, su figura descendió. Así que estuvo en el banco de suplentes, en una Copa del Mundo disputada justamente en suelo mexicano.
Fue el máximo goleador histórico de México con 31 anotaciones por un largo tiempo, hasta que fue superado por Carlos Hermosillo y Luis Hernández.
Se retiró en 1977, en el Estadio Azteca ante 120 mil espectadores, portando las camisetas de los dos grandes clubes, Pumas y el América, en donde terminó 4-2 con victoria para las Águilas, con dos goles de Borja.
Ídolo por sus goles en los Pumas y el América. El crack mexicano mencionado en varias oportunidades por la telenovela de El Chavo del Ocho. Con cinco campeonatos con Las Águilas, además fue presidente de la Federación Mexicana entre 1998 y 2000. Este es Enrique Borja, emblema del pueblo futbolero azteca.
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