Inicio » “El blanco y celeste siempre me encantó”

“El blanco y celeste siempre me encantó”


Compartir

El fútbol femenino en Argentina tuvo su punto de quiebre en 2019, cuando la AFA anunció su profesionalización. Los clubes de Primera A deberían firmar por lo menos ocho contratos profesionales en sus equipos. Aunque la práctica del deporte más popular de  Argentina por parte de las mujeres llevaba décadas. Betty García es un símbolo de tiempos en los que era inadmisible que las mujeres jueguen a la pelota. Diego Ruiz Robles recordó aquellos tiempos con la propia García. 


Las Pioneras, como se las conoce, ya habían labrado un camino de casi 50 años que tuvo su pico principal en tierras mexicanas en 1971. Aquel campeonato mundial fue el complemento de una construcción que se fue realizando de manera paulatina y con contratiempos caracterizados por una sociedad machista. La práctica del fútbol era exclusiva de hombres, al menos así se creía, se mediatizaba y se transmitía. Las Pioneras, orgullosamente, fueron las rebeldes de ese status quo.

Cuando escribo sobre Gloria Argentina García, no debe ser un nombre que resuene en la memoria colectiva, porque muchos la conocen como Betty, sobre todo el pueblo racinguista. Ella fue parte de aquel conjunto de 16 chicas que viajaron a México, sin técnico, sin botines, pero con el orgullo de representar a su país en un campeonato internacional.

¿Qué recuerdos te viene a la mente de tu niñez?

Bueno, la escuela. Era un colegio de monjas, que fui en primario y secundario. Para mí fue una hermosa escuela porque practicaba muchos deportes ahí, que era lo que más me gustaba. Yo recuerdo que fui feliz.

¿Las dejaban practicar fútbol?

No, no, fútbol no. Básquet y vóley.

¿Cómo nació el gusto por el fútbol?

Es que a mí me gustaba el deporte, me gustaba cualquier deporte. Con tal que practicar deporte jugaba lo que sea. El fútbol era lo máximo para mí.

Cuando le dijo a su familia que quería jugar fútbol, ¿qué le respondieron?

A mi papá le dije, yo no tenía mamá en esa época. Cuando le dije me respondió que vaya, incluso a veces me acompañaba. Tuve compañeras que tuvieron problemas con la familia. Yo con mi familia, sacando mi papá, el resto se molestaba, pero como mi papá no dijo nada, era de palo. El resto no me importaba.

¿Cómo era el fútbol femenino en esa época?

Eran dos equipos en ese momento cuando empecé a jugar. Todos los fines de semana íbamos a las provincias a jugar. Un día íbamos a Córdoba, otro a la pampa y después ahí se formaban equipos con los que luego volvíamos a jugar.

¿Les daban viáticos para ir a jugar?

Ellos pagaban todo. El que nos representaba arreglaba con los del estadio, por la recaudación. Nosotros teníamos pago el hotel y la comida y a veces nos daban algún viático.

¿Qué trabajo tenía paralelo al fútbol?

Yo trabaja en una fábrica de guantes. Tenía un tallercito en mi casa donde hacíamos guantes industriales. O sea que yo no le tenía que pedir permiso a nadie para ir a jugar.

¿Cómo se conformó la selección del 71?

Se fue buscando jugadoras de otros equipos. La mayoría eran de un mismo equipo, después las otras fuimos buscando. Vinieron dos riojanas que jugaban en un club de Palermo. Los entrenamientos lo hacíamos en Ituzaingo, ahí estábamos concentradas.

¿Tenían técnico?

Sí, teníamos. Solo que no pudo viajar por un problema de papeles. Así viajamos solas con un muchacho que nos acompañó. Era chico, joven, aunque era el nexo con la organización en México. Cuando llegamos allá nos encontramos que teníamos que jugar con botines.

¿No tenían botines?

Aquí jugábamos en zapatillas. Allá no dijeron que teníamos que tener botines. Cuando la organización se enteró que no teníamos, nos regalaron a todas.

¿Y la AFA?

No tuvo nada que ver. En ese tiempo estaba Grondona y no, no intervino en nada. Las otras organizaciones tampoco, ni la FIFA, ni nada.

¿En México recibieron la ayudad de argentinos radicados en Argentina?

La organización lo pagó todo, la estadía, la comida, incluso nos llevaron a un hotel que a lado había un restaurant que se llamaba rincón Gaucho. Ahí desayunábamos, almorzábamos, cenábamos. Cuando fuimos teníamos plata nuestra,  pero no nos querían cambiar. Entonces los jugadores argentinos allá, organizaron un asado y esa recaudación nos lo repartieron a nosotras.  Luego, el primer partido jugamos sin técnico. Después vino un jugador que se apellidaba Rosas, argentino radicado en México, nos preguntó si queríamos que nos dirigiera. Dijimos que sí. Vos sabés que en México hay altura, entonces él nos llevó a practicar a la montaña, para cuando bajáramos al distrito no la sintiéramos tanto. Eso nosotros no sabíamos.

Seguramente la respuesta la fue pensando con los años, ¿cómo fue representar a Argentina en un mundial?

Lo máximo. Vos imagínate que representar a tu país, salir en un momento que a nadie le importaba, el fútbol femenino a nadie le importaba, ni a los periodistas. En esa época no te registraban. Cuando jugamos contra Inglaterra, nosotros queríamos ganar, porque si no nos volvíamos. Le ganamos a un equipo que fue con todo, preparadores físicos, médicos, ellas eran candidatas. A nosotras nos decían las gauchitas o las che. Nos querían mucho los mexicanos, nos llevaban regalos a la concentración. Cuando jugamos y le ganamos a las inglesas fue una fiesta, cien mil personas gritando Argentina, Argentina, no sabés la emoción que fue.

¿Hubo medios argentinos cubriendo el mundial?

Argentinos no. En México fue televisado y en los diarios salía todos los días noticias. Cuando llegamos acá no había ningún periodista, solo nuestras familias. Nadie más.

De vuelta en Argentina, Betty accedió a jugar en Racing, o lo que era en ese entonces su equipo femenino: La Academia, le llamaron. En el club del que ella es hincha, logró consagrarse campeona en 1978, en un campeonato que contó con más de 20 equipos inscritos.

En años recientes, Racing hizo muestra de sus glorias deportivas con carteles en la calle Diego Milito. Betty García se encuentra incluida en ese selecto grupo.

¿Cómo nació su amor por Racing?

Mi papá era de Independiente jajaja pobre mi papá. Tengo tres hermanos y ninguno salió de Independiente. Dos de Racing y uno de Boca. De chica me querían hacer de Independiente, pero a mí me gustaban los colores. Toda la familia me decía que no podía, pero el blanco y celeste siempre me encantó.

¿Qué significó jugar en Racing y salir campeona?

Todo. En ese momento significó mucho para mí. Ahora que se visibilizó todo yo para Racing soy una ídola. Me homenajeó, tengo mi poster en la Diego Milito. La gente de Racing me quiere muchísimo. Nosotros le entregamos el primer campeonato femenino. Con el nombre de la Academia, porque el nombre no se podía usar en ese entonces. Esa fue la culminación de mi carrera como futbolista.

En el 2017 empezó todo esto de visibilizar y para nosotros fue buenísimo. En el estadio Único de La Plata pusieron un poster hermoso. A veces digo que llegó tarde porque 6 de mis compañeras que ya no están no vivieron esto que vivimos.

En la actualidad, ¿cómo sigue vinculada al fútbol?

Dirigiendo a las Noritas. Son un equipo de chicas que le pusieron ese nombre en honor a Nora Cortina, una de las madres de plaza de mayo. Las Noritas se convirtió en un club ahora, el primer club femenino. Nora es la presidenta honoraria. Cada vez se van sumando más jugadoras al plantel.

¿Te gusta esta dinámica que se le está dando al fútbol femenino?

Yo siempre digo que en el cuerpo técnico tiene que haber mujeres. El varón no es el enemigo, pero sí tiene que haber una mujer. Si hay un problema, no es la misma confianza, además se van a evitar abusos. Pasó con la selección, las chicas dijeron lo que sienten y el técnico separó a algunas cuantas. Creo que ellas tienen el derecho de expresar lo que siente.

¿Qué le parece el mundial en Qatar?

No me gusta. Es un país raro, va contra las libertades y creen que son ellos los que tienen que moderar a la gente.

Ahora tiene 81 años, ¿volvería a hacer lo mismo?

No te quepa la menor duda. A veces estoy dirigiendo y me dan ganas de jugar, en el sur me hicieron un video homenaje a las jugadoras y me hicieron la misma pregunta. Les dijo que sí, que volvería a ser jugadora de fútbol.


Compartir