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Fiorella Corimberto: “Representar a argentina me hace bien al corazón”


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La nacida en Quilmes, lateral de la Selección Argentina de beach handball, contó sobre su experiencia en el Mundial en Grecia y los Juegos Mundiales en Estados Unidos, haciendo principal hincapié en lo que significa jugar para el país.


Todo deportista sueña con competir en un Mundial y representar a su país, sea cual fuere el deporte. Fiorella Corimberto, figura de las Kamikazes, el seleccionado argentino de beach handball, tuvo el honor de hacerlo tras un gran trabajo en equipo y mucha hambre de gloria. “Para mí, representar a Argentina es algo que me hace bien al corazón. Es una felicidad inmensa que se gana, una oportunidad de oro que siempre está bueno aprovechar. Tener esa chance y aprovecharla en otro lugar, contra otros países, es algo emocionante”, comentó la jugadora de 21 años, quien participó de la cita mundialista en Grecia entre el 14 y 19 de junio pasado.

La clasificación al Mundial para las comandadas por Salvador Comparone se dio luego de alcanzar las semifinales en el Sur-Centro Adulto de Beach Handball, competencia que al final ganaron y también les otorgó la posibilidad de disputar los World Games en Birmingham, Estados Unidos, tan solo dos semanas después.

Corimberto, actual jugadora de Aula Valladolid, había representado a Argentina en torneos mundiales a nivel juvenil, definió esa obtención de la plaza como “una emoción que no se puede describir con palabras”. Un “sentimiento”, una “locura”, un “orgullo”, distintas formas para explicar una misma sensación: lo que significa vestir los colores albicelestes a la vista del mundo.

Nos ven como sudacas y por eso vamos a los torneos a intentar que los europeos nos respeten más. Estoy segura de que de a poco lo vamos consiguiendo”, comentó tras su paso por Grecia, donde las Kamikazes disputaron un Mundial por tercera vez luego del de Recife 2014 y el de Budapest 2016 y se quedaron con el séptimo puesto.

Lo que vino después en los Juegos Mundiales, competencia en la que participan todos aquellos deportes que no forman parte del programa olímpico del Comité Olímpico Internacional (COI), fue aún mejor para Argentina. El combinado albiceleste femenino, que en la edición de 2017 se había quedado con el segundo lugar, sacó chapa en la arena de Sloss Furnaces y se colgó la medalla de bronce.

Estos torneos nos permiten estar más cerca de las potencias porque ayudan a ganar experiencia y a demostrar que siempre vamos a ir por todo, aunque quizá no juguemos bien. Los considero una gran oportunidad y siempre es lindo ver a Argentina en este tipo de competencias, por eso en cada partido vamos a dejar la vida para ubicar al país en lo más alto”,  agregó la número 5 de las Kamikazes.

Corimberto se dio el gusto de hacer lo que ama, como lo es representar al país a nivel mundial, junto con su hermana, Micaela: “Fue una experiencia única, un sueño que teníamos desde muy chicas. Cuando vi la lista me salieron lágrimas porque jugar con ella es hermoso y nos entendemos con solo una mirada. Fue como un torneo de oro”.

Vestir la celeste y blanca frente a los mejores seleccionados del mundo es indescriptible para un deportista, una emoción que nace desde el corazón y se expresa en cada jugada, tiro o festejo. Para Fiorella Corimberto es un orgullo que además puede compartir con alguien de su familia en la cancha. Puede no haber podio, medalla o trofeo, pero algo es seguro: siempre va a dar todo por Argentina.


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