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EL JINETE QUE VOLVIÓ DE LA MUERTE


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Richard Kierkegaard sufrió un duro accidente con su caballo que lo dejó tres meses en coma. Tras una recuperación milagrosa, se prepara para poder conseguir una medalla en los Juegos Olímpicos de la Juventud.

Por Brian Pagano

Viene de una familia ligada al deporte, su mamá montaba caballos, sus hermanos lo hacen actualmente y su papá es ex olímpico, mundialista y fue campeón en varias ocasiones. Richard Kierkegaard no podía ser menos, ya que se crio entre los caballos.

A pesar de tener una corta carrera en el deporte, ya muestra su talento y su pasión por este deporte. “Hace poco en mi gira en Europa gané una prueba en el Longines Global Champions tour que se realizó en Valkenswaard, Holanda “. Por otra parte, en su última gira por Uzbekistán en donde disputó en Jumping Challenge 2018 y logró la medalla de plata en lo que fue más que un resultado para él, ya que participan más de 600 personas en la preclasificación para la final y solo llegan los 20 mejores. Esos son los logros más importantes, ya que también ganó dos medallas de oro por equipo en los Sudamericanos y fue medalla de bronce en la Copa de las Naciones en Estados Unidos, entre otros logros.

Su corta carrera no fue solo de éxitos, sino que también tuvo momentos difíciles. Richard en 2012 se cayó de su caballo en un Sudamericano en Rosario y tuvo un duro golpe que lo dejo en coma durante tres meses. “El momento del accidente fue muy duro para mí, ya que me dejo la mitad izquierda del cuerpo semi paralitico”. Por otra parte, su padre Ricardo confesó entre llantos: “Yo corrí a la pista y lo levanté en mis brazos y tenía los ojos dados vuelta, pensé que se había muerto”.

Los médicos le decían que ya no iba a poder volver ni a montar ni caminar, ni siquiera moverse, pero su recuperación fue muy rápida, ya que los micro derrames de a poco empezaron a desaparecer y Richard evolucionó con normalidad. “Estoy muy agradecido de hoy estar bien, sentí que volví a nacer, no tengo ninguna secuela, y puedo decir que ambas partes de mi cuerpo están rindiendo al 100%”.

Su vuelta al deporte luego del accidente fue breve. “Yo estaba en mi casa y desde el hospital no me habían dado el alta ni siquiera para ir al colegio, y yo ya estaba compitiendo nuevamente con mi caballo”. Además, su padre confesó: “Fue increíble, desde que se despertó, y volvió a casa no pasaron ni dos meses y él ya estaba arriba del caballo”.

Richard cree que fue fundamental el apoyo de su familia y de sus amigos para que él pudiera salir de ese duro momento y poder estar hoy en día por competir arriba de un caballo. “El apoyo de mi familia es incondicional hasta en cada competencia, quiero destacar el apoyo de mi hermana, Leslie Kierkegaard que es lo más importante que tengo, el apoyo de ella es único para mí”.

Por otra parte, en este torneo, todos los jinetes competirán con caballos que no son los suyos. “Es un gran desafío que me encanta, todos vamos a estar en un caballo que no conocemos y que no montamos nunca, me parece loco, pero es algo justo, para mí es una experiencia única”, dijo Richard. A su vez su padre agregó “Para mí es un tema económico, porque en las Olimpiadas cada binomio lleva su caballo, pero en esta oportunidad como es una olimpiada juvenil sería muy complicado hacer que cada participante venga con su caballo, es por eso que en esta disciplina se ha designado que los caballos los provee el país que organiza, Para mí no está mal que se haga de esta forma”.

“Es un orgullo poder representar a mi país, es algo único, voy a tener a toda la gente apoyándome. Lo voy a aprovechar al máximo ya que es un torneo que, una sola vez en mi vida los voy a poder vivir, ya que va por edades entonces me siento muy afortunado de poder vivirlo”.

Luego de todo lo que ganó, en estos Juegos no se quiere quedar atrás. “El objetivo es uno solo, ganar una medalla. Dependeremos del sorteo para ver que caballo nos toca. Pero solo trabajamos para ganar la medalla y sabemos que podemos conseguirla”, explicó Álvaro Albarracín, quien fue entrenador de Richard durante tres años.

Su padre está muy emocionado de verlo competir a Richard con tanta simpleza luego de pasar por un momento tan complicado. “Cuando uno llega a un nivel olímpico, el objetivo es una medalla, no puede haber otro, no podés ir a prepararte para la próxima. Lo veo a a Richard volviendo con una medalla en el cuello”.


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