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EMIGRAR PARA CRECER


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El futbol islandés está en su apogeo histórico y este año disputará su primer Copa del Mundo, convirtiéndose en la federación con la menor población en clasificarse. El futbol es una disciplina educativa más y el Estado le paga 200 euros a cada joven que haga deporte. Unos 25.000 islandeses juegan al fútbol de manera aficionada, sobre una población total de 334.000 personas. Sólo hay unos 100 futbolistas profesionales; todos militan en ligas europeas.

Por Luca Dagostino y Leonardo Scolaro

La Federación de Fútbol de Reykjavík, en nombre de la Federación Islandesa de Deportes, fue la encargada de manejar los campeonatos islandeses desde su primera temporada disputada en 1912. Tan sólo tres equipos participaron en el primer torneo nacional, pero poco a poco el fútbol fue adquiriendo mayor popularidad, aunque el número de clubes fue incrementándose lentamente. El año en que se fundó la KSÍ, 35 años más tarde, tan solo 14 eran los equipos participantes, de los cuales ocho todavía siguen compitiendo: Fram, KR, Víkingur y Valur de Reykjavik; Haukar y FH de Hafnarfjordur; junto con KA y Thór de Akureyri. En la actualidad, son 80 los clubes afiliados a la liga del país. El 29 de julio de 1930, contra las Islas Feroe, Islandia disputó su primer partido internacional y ganó por 1-0, pero ambas federaciones todavía no formaban parte de la FIFA. El primer partido oficialmente reconocido por la FIFA tuvo lugar en Reikiavik el 27 de julio de 1946, una derrota 0-3 ante Dinamarca y tan solo un año después, se fundó la Federación Islandesa de Fútbol, Knattspyrnusamband Íslands o simplemente KSÍ y comenzó a formar parte de la FIFA. La primera victoria internacional llegó ese año tras derrotar a Finlandia por 2-0.
En 1954, la KSI se afilio a la UEFA y junto con ello, solicitó participar en la clasificación para la UEFA Euro 1956, pero la denegaron. El equipo no estuvo en la clasificación para la Copa Mundial de la FIFA o el Campeonato de Europa de la UEFA hasta la Copa del Mundo de 1958 donde Islandia terminó última en su grupo con cero victorias y con 26 goles en contra. Sin embargo, el peor momento para el país llegó en 1967, cuando perdieron contra Dinamarca por 14-2 en Copenhague, y luego de aquel suceso, a partir de 1974, el equipo ha participado en la clasificación para cada Copa del Mundo y Campeonato Europeo. En 1994, Islandia entró en el Libro de Récords cuando en un amistoso contra Estonia, el 24 de abril de 1996, Eiður Guðjohnsen entró como sustituto de su padre Arnór Guðjohnsen, lo que fue la primera vez que un padre y su hijo jugaron en el mismo partido internacional.
En las últimas dos décadas, Islandia cosechó distintas actuaciones que la llevaron a ser quien es hoy. Europa y sus grandes potencias, comenzaron a ver como un país que ni siquiera la capital sabían, comenzaba a derrotarlos. Una victoria por 1-0 contra Rusia en 1998 y otro triunfo contra la República Checa en 2001 por 3-1, así como un 2-0 ante Italia en un amistoso. Pero el “milagro islandés” no fue casualidad, sino que, gracias a un gran proyecto, poco a poco dio sus frutos. A comienzos del año 2000 la Federación de Islandia construyó instalaciones con calefacción para canchas al aire libre e invirtió en la educación y entrenadores. Aquel equipo fue el comienzo de la base principal de la Islandia dirigida por Lars Lagerbäck al asumir a la directiva en 2011. El sueco, junto con su cuerpo técnico, le dieron la valentía para pensar en grande a este equipo tan joven. Tanto es así, que Islandia logró contar con 600 entrenadores calificados, 400 con licencias de la UEFA B y un entrenador por cada 825 habitantes. El futbol es una disciplina educativa más y el Estado le paga 200 euros a cada joven que haga deporte para cubrir su crecimiento y su desarrollo. Por eso suman unos 25.000 futbolistas semiprofesionales de ambos sexos sobre una población de 334.000 personas.
Islandia estuvo cerca de llegar a Brasil 2014 ya que terminó segundo en su grupo por detrás de Suiza, lo que provocó medirse en un repechaje frente a Croacia. El primer encuentro terminó 0-0 en Reikiavik y la vuelta fue para los croatas 2-0 en Zagreb. La revancha llegó dos años más tarde, cuando se clasificó a la Eurocopa 2016, luego de conseguir el segundo puesto en el Grupo A de la fase clasificatoria ya con Heimir Hallgrímsson compartiendo el mando con Lagerbäck. En el torneo en Francia compartió grupo con Portugal, Hungría y Austria. Islandia empató ante los dos primeros y tras derrotar a los austriacos por 2-1 alcanzó los octavos de final. Allí hizo historia tras vencer a Inglaterra por 2-1, una derrota que los británicos catalogaron como “La más vergonzosa de la historia”. En cuartos de final terminó la aventura, cuando la anfitriona Francia los derrotó por 5-2. En su siguiente compromiso, las Eliminatorias para la Copa del Mundo de Rusia 2018, los dirigidos por Heimir Hallgrímsson demostraron que no fue casualidad lo de la Euro 2016 al asegurarse el primer boleto mundialista, convirtiéndose en la federación con la menor población en clasificarse a un Mundial.


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