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HACE 25 AÑOS ESTUDIANTES PINCHÓ UNA CAMPAÑA RÉCORD


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De la mano de Miguel Ángel Russo y Eduardo Luján Manera, el Pincha cumplió la misión de regresar al fútbol grande. Lo hizo con un equipo de jóvenes, que luego fueron estrellas como Juan Sebastián Verón. “La hinchada también jugó un torneo importante ese año”, aseguró Juan Manuel Llop, integrante de ese plantel, a ETER Digital.

Por Bruno Chiani

Durante el año 1995, en Sudáfrica el óvalo de 400 gramos voló por la H en la Copa Mundial de Rugby; en Neuquén y Tucumán la esférica naranja de 650 gramos se elevó hacia el aro en manos de Fabricio Oberto por el Campeonato FIBA Américas; en la Casa Rosada, el nuevo presidente Carlos Saúl Menem se acomodó en el sillón presidencial por segunda vez; y en nuestro querido fútbol de ascenso, Estudiantes de La Plata ascendió a la Primera División con un plantel formidable que se coronó campeón.

“NO TE DECLARES JAMÁS VENCIDO”

“No te declares jamás vencido, aunque mil veces en la lucha caigas”, y el combate se convirtió en guerra, en la que los soldados de primera fila fueron los hinchas del club, quienes comenzaron la batalla contra la realidad desde aquel último encuentro del Clausura 1994, frente a Racing, en el que el triunfo por 4 a 1 solo tenía peso estadístico. La verdadera fuerza la transmitió el público con una celebración al estilo de un título, cuando el único “campeón” era el descenso. Los futbolistas corrieron hacia los arcos, las atestadas tribunas se vaciaron repentinamente y los hinchas invadieron el campo de juego. Los papelitos blancos resaltaban sobre el terreno, del mismo modo que los jugadores en ropa interior deportiva sobre los hombros de esos aficionados que se esperanzaban con un pronto regreso a la categoría.

“EL ÚNICO OBJETIVO QUE TENÍAMOS ERA EL ASCENSO”

“A la gloria no se llega por un camino de rosas”. El lunes 29 de agosto del 94 a las 15 comenzó el trayecto por un extenso sendero de tierra. Miguel Ángel Russo, quien como jugador se había desempeñado en 14 temporadas consecutivas en el club, y Eduardo Luján Manera, quien en 1968 fuese campeón mundial con la institución, fueron los encargados de conducir la carroza denominada Estudiantes hacia el paraíso, por la ruta mortal: el Torneo Nacional B. Mil hinchas concurrieron al estadio de 1 y 57 para la presentación oficial del dúo de técnicos ante el plantel profesional. Russo y Manera, portando buzos rojos con 3 gruesas franjas blancas en el hombro derecho y un pantalón en combinación de color, dieron inicio a la primera práctica con la intención de reestructurar aquellas bases que tras los sucesos ocurridos habían dejado en evidencia la mala organización institucional desde 1990. “El único objetivo que teníamos era el ascenso”, comentó a ETER Digital Juan Manuel Llop, futbolista de aquel equipo y quien aportó la experiencia en un once titular con un promedio de edad de 24,4 años.

En la situación en la que está Estudiantes y con todo lo que hay que jugar, que son 42 finales, una sola cabeza no alcanzaría para cubrir todas estas ramas de posibilidades”, explicó el recordado Eduardo Manera, quien según Llop era un “sabio del fútbol”, ante la poco habitual circunstancia en la que dos personas lleven a cabo la dirección técnica de un solo club.

Audio de Juan Manuel Chocho Llop

El 18 de septiembre de 1994, un tradicional y desalentador domingo a la mañana fue marcado por la contrariedad cuando el aliento del pueblo pincharrata irrumpió sobre el día más sereno de la semana. Estudiantes debutaba de local en la segunda división del fútbol argentino frente a Chacarita. El estadio estaba repleto y el ajustado empate a uno descolocó tanto a jugadores como a los fieles seguidores, quienes sintieron desde el comienzo la severa categoría a la que se enfrentaban; y fueron recibidos por Miguel Russo. “Bienvenidos al Nacional B”, dijo el DT.

CALDEVERÓN

El 26 de octubre Estudiantes recibía a Central Córdoba de Rosario. Nuevamente en el estadio Jorge Luís Hirschi no cabía un alfiler, y el público hizo honor a la memorable frase del personaje de historieta, Clemente, en 1978: “Tiren papelitos muchachos”. Los pequeños recortes y las extensas tiras blancas transformaron la cancha en una papelera. Cuando el equipo local iba ganando por 2-0 se dio el ingreso de aquel joven futbolista que venía de ser campeón con Cambaceres en la Primera C 1990/91, José Luis Calderón. Con el 14 en su espalda, clavó el balón contra un ángulo y gritó el 3-0, para un resultado que al final fue 4-0. Tras tres partidos disputados como visitante (Instituto-Godoy Cruz-Douglas Haig), 5 puntos (el triunfo aún daba 2 unidades) volvían para La Plata, Estudiantes volvía a jugar de local. Las bengalas rojas fueron la bienvenida y la goleada por 4-1 frente a All Boys cerró el gran desempeño del equipo; con una asistencia y un gol de Juan Sebastián Verón, y dos tantos de Calderón. Así se comenzaban a destacar quienes en 2006 serían figuras principales de un nuevo título para el club: brujerías de Verón y una Caldera que ardía de goles.

“ESTUDIANTES DE LA PLATA HA VUELTO”

Aquel 28 de agosto de 1994 una sabia mística le había contado un secreto al hincha de Estudiantes: El retorno sería glorioso, y Osvaldo Zubeldia siempre lo supo. Para llegar a la cúspide hay que luchar y empezar desde la base, caminar por sobre las espinas y no sobre la rosa. “Dale León/ dale León…”, era un grito de guerra, retumbaba al aire libre, mientras convertía en fuego sagrado la voz de cada ‘pincha’. Por la 37ª fecha de la Primera B Nacional, el 12 de mayo de 1995, el León recibía a Gimnasia y Tiro de Salta, y lo venció por 1-0. Las luces del estadio encandilaban a los fanáticos aferrados a la cima del alambrado. “La hinchada, cada vez que jugábamos de local nos hacíamos muy fuertes, porque la hinchada también jugó un torneo importante ese año”, aseguró el Chocho Llop.

De nuevo los futbolistas resaltaban en ropa interior deportiva sobre hombros ajenos, de esos hinchas que un día se habían esperanzado con un pronto regreso a la categoría. El viejo estadio de 1 y 57 parecía la sede de la empresa Júpiter, y la pirotecnia tiñó el cielo en una fiesta de otro planeta. “Estudiantes de La Plata ha vuelto. Aplausos”, afirmó Julio Ricardo en su programa “Tribuna Caliente”, y el mundo del fútbol argentino aplaudió con ganas. 


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