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La última función fue en un superclásico


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Se cumplen 25 años del último partido de Diego Armando Maradona como profesional. Diego Cagna, compañero del Diez en aquel duelo con River del Apertura 97, lo recordó para ETERDigital.


Año 1997. El primer gran hecho noticioso que causa impacto es el asesinato del reportero gráfico José Luis Cabezas en Pinamar. El gremio docente ayuna frente al Congreso de una manera novedosa, con la instalación de la Carpa Blanca. José Barrita, el Abuelo, es condenado a 13 años de prisión por el asesinato de dos hinchas de River tres años antes. El partido entre Argentina y Bolivia, en La Paz, termina en escándalo con agresiones a jugadores albicelestes por parte de la policía. La Selección Sub 20, con José Pekerman en el banco y Riquelme en la cancha, logra el bicampeonato mundial ante Uruguay (2 a 1, con goles de Cambiasso y Quintanita en Malasia). El Correo Argentino es privatizado mediante el decreto 840/97 y se les otorga la concesión a dos empresas del Grupo Macri. Mauricio ya era presidente de Boca.

El 25 de octubre, sin anunciarlo previamente y sin saberlo, Maradona jugaba su último partido oficial como profesional en el superclásico que Boca le ganó 2 a 1 a River bajo un diluvio. Diego fue sustituido en el entretiempo por un tal Juan Román Riquelme: el último de sus retiros, el definitivo.

El fixture tuvo en la décima fecha el partido más importante. Aquel sábado fue la cita para el superclásico en el Monumental. River y Boca llegaron primero y segundo respectivamente, con un punto de diferencia, lo que generó más expectativa. Se esperaba un gran espectáculo dado que en la edición anterior habían empatado 3-3 con un gol agónico del paraguayo Celso Ayala, luego de que los xeneizes estuvieran ganando 3 a 0.

El Millo no tuvo a Francescoli por un desgarro que lo tuvo a maltraer durante todo el certamen. El Xeneize salió al campo con tres cambios respecto al once habitual: uno de ellos vital para el resultado final. El local formó con Burgos, Hernán Díaz, Ayala, Berizzo y Placente (luego, Sorín); Monserrat (Cardetti), Astrada, Berti y Gallardo; Rambert (Escudero) y Salas. El visitante alistó a Córdoba; Vivas (Caniggia), Bermúdez, Fabbri y Arruabarrena; Solano, Toresani, Cagna y Maradona (Riquelme); Latorre (Traverso) y Palermo.

“¡Huevos, huevos… Vamos!”, exclamó Diego y salió a la cancha ante un marco imponente: 60 mil espectadores, que recibieron con papel picado, serpentinas y aliento incesante para ambos equipos. El Diez, luego de la foto, corrió, saltó los carteles de publicidad y saludó a Ramón Diaz, quien le había demostrado su apoyo en el último caso de doping positivo. El Pelado le extendió la mano con cierto desprecio y sin mirarlo a los ojos.

Maradona fue el capitán del equipo del Bambino Veira, quien lo reemplazó en el entretiempo, con el resultado 0-1 por el gol de Sergio Berti. Entró Riquelme y Boca lo dio vuelta, con goles del recordado Huevo Toresani y de Martín Palermo. Ese día, tras el partido, también quedó inmortalizada la frase Maradona cuando para la televisión dijo: “River fue River. Jugó un gran primer tiempo y en el segundo, se le cayó la bombacha”.

Eter Digital dialogó con Diego Cagna sobre la experiencia de jugar con Maradona y dijo: “Me siento un privilegiado de haber jugado con él, tanto en Boca como en la Selección. Más allá de que lo agarré en una etapa ya final de su carrera, en la que no estaba al cien por cien, obviamente demostraba su categoría, su calidad en cada partido, entrenamiento y se disfrutaba estar con él”, Y destacó: “También fue un grande como tipo y como capitán. En la selección yo quedo afuera del Mundial, salgo en el entretiempo en un partido contra Marruecos en Salta, y no teníamos mucha relación ni nada, pero me habló, me vino a decir unas palabras porque me había sacado el Coco y la verdad que siempre lo recuerdo con mucho cariño”.

Con el pitazo final de Elizondo no se supo que era su retiro, pero cinco días después, en su cumpleaños, Pelusa anunció que no volvería a jugar. Fue el último “aDios”, la función final de Diego.


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