Los muros de Buenos Aires pueden expresarse y son una voz más dentro del murmullo en el que se vive día a día. Tienen distintos idiomas que provienen de distintos lugares. Hace falta escucharlas un poco más.
Por Iván Fernando Verón
Las paredes de la Ciudad de Buenos Aires dicen muchas cosas pero hablan distinto, a algunos les gusta más un acento que otro, pero todos están presentes. Hay diferencias y similitudes entre los distintos tipos de arte que alojan las paredes, como el graffiti o la pintura mural. Esto conlleva diferencias en los artistas: sus formas de acceder a los muros, los materiales, su formación, su relación con las fuerzas de seguridad y el resto de los ciudadanos. También es diferente la forma de la sociedad de concebir a las distintas disciplinas. Debido a que se han generado muchas polémicas con respecto a graffiteros que pintan en espacios públicos sin permiso o en trenes, como ocurrió en el año 2014 cuando adolescentes fueron procesados por pintar en los vagones del Tren Sarmiento que recién habían sido traídos de China. La media de los ciudadanos ve con malos ojos a la expresión, sin entender muy bien cuál es el origen.
El graffiti es uno de los elementos del Hip-hop, cultura que nace a principios de los 70 en los barrios de Nueva York, donde había una mayoría de población con raíces afroamericanas. Tuvo su época dorada a fines de los 80 y principios de los 90 que fue cuando llegó al país por personas que venían de Estados Unidos y traían información que aquí era versionada por los que quisieran desarrollarse en la cultura. Tiene 4 elementos que son: El MC o Maestro de Ceremonias, que es quien le da voz y le pone letra a la expresión; El B-boy, que representa la expresión con el cuerpo, es decir el baile; El Dj, que es quien pone la música y los ritmos para el desarrollo de las anteriores actividades; y el graffitero es quien aporta la imagen. Dentro del graffiti hay múltiples estilos que van desde el tag o firma que es una cosa simple en la que el artista sólo reproduce su nombre o el de su crew con el fin de propagarse y ganar reconocimiento, hasta unos muchos más complejo como es el estilo 3D en el que se genera un efecto tridimensional mediante luces y sombras, que provoca que la imagen parezca salir de la pared. “Soy partidario de aprender diversos estilos y a partir de esos es ir armando el propio. A mí uno de los que más me gusta es el wild style y trato de meter un poco de eso en lo que hago, pero a punto a lo mío, a crear lo mío con la idea que tenga”, explicó Agustín Cruz, o Acru, respecto a la estética de su arte. El wild style es un estilo proveniente del Bronx, que da la sensación de salvaje y duro, a veces no es legible y las letras rodeadas por adornos complejos en forma de líneas curvas y rectas.
Indigo Ars se acercó a la pintura mural a los 29 años, aunque arrancó a dibujar de chico, como lo hacen todos. Decidió volver a pintar después de ver “Paredes que hablan”, una producción del canal I Sat que ahondaba en el arte urbano en los distintos países de Latinoamérica. Se compró 3 latas y empezó a practicar copiando caras detrás de unas fábricas en la que las paredes estaban abandonadas, para que nadie reclamara. Cuando pudo agarrarle la mano fue al barrio chino, que por ser turístico tiene mucha concurrencia y eso significa más exposición. Le pidió permiso a la señora Fang, una comerciante de la zona, para intervenir un muro con la imagen de unos peces, los materiales y mano de obra a cuenta del artista. Ese mural, como otros que hizo en la zona, fueron los que generaron que Indigo pudiera transformar la pintura mural en su trabajo. “Mirá, la verdad es que a veces paso momentos de mierda y a veces copados. Yo vivo de esto hace como 5 años y medio, 6. Por supuesto que yo me arriesgo, podría tener otro laburo y hacer esto. Que lo hice como 3 años, salía de un laburo y me iba a pintar. Y a medida que me fueron salieron más trabajos, y se fue haciendo el boca en boca, se acercan nuevos clientes y con las redes sociales más o menos te vas haciendo más conocido”, explicó. Mediante el arte pudo viajar a Brasil donde, estando de vacaciones, pintó murales en favelas, donde le pagaban y tenía la posibilidad de conocer a otros artistas. “La experiencia me enriqueció, la verdad que está re bueno. Además ves como vive cada artista. Y cada uno tiene una historia diferente, está buenísimo”, contó.
Ambos coinciden en que hay diferencia entre los dos tipos de arte visual callejero: el mural y el graffiti. Según Acru: “Hay una diferencia porque son expresiones artísticas diferentes. Pero si están bastante de la mano porque están vinculadas a intervenir un muro, darle color, poner una imagen, darle una identidad. Tienen una cuestión visual y conceptual que se relacionan bastante. Tienen mucho que ver y sin duda, darle una imagen que acompañe todo un mensaje de letras suma y acompaña de la mejor forma. Pero no es lo mismo pintar imagen que letras”. Por su parte Índigo opinó: “Hay un punto en que el graffiti y mural son casi lo mismo, pero el graffiti es mas letra. Y el mural para mi es diferente, es más como una obra de un cuadro llevada a la pared, como que el lienzo es la pared”.
La pintura mural posee una historia extremadamente larga, algunos indican que los primeros murales fueron pintados en cuevas del paleolítico, sobre rocas y hechos con pigmentos naturales de plantas y minerales. A partir de ese momento pasó por una gran cantidad de mutaciones. En el siglo XX en latinoamérica este arte cobró mucho protagonismo con muralistas mexicanos como Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros.
Pintar en espacios públicos sin permisos conlleva una contravención, que generalmente se da solo si alguien realiza la denuncia, cosa que no siempre ocurre. No hay información explicitada de cómo obtener los permisos aunque el gobierno de la ciudad y el de algunos municipios tienen algunos programas que buscan apoyar estos tipos de arte. El más fuerte es Arte en la Ciudad que convoca artistas para intervenir debajo de autopistas y puentes ferroviarios, con determinadas temáticas que decida el programa.
Índigo logró obtener el auspicio de Kuwait, marca de pintura en aerosol, debido a que se contactó con ellos explicando que él pinta para un jardín de infantes en la Villa 31. El aerosol y rodillos para los fondos son los materiales que elige para trabajar. “El aerosol por esto de la velocidad. Es como más rápido el resultado que obtenes, soy bastante ansioso” explicó. Mientras que Acru contó: “Me compro, encuentro pintura en la calle y a veces me la llevo, a veces tengo en casa pero generalmente si tengo es porque sobra de alguna otra pintada y voy así, comprando pintura y generando circuito de material para tener cuando haya que pintar”.
En cuanto a las paredes, Índigo accede a los muros que le ofrece el cliente, debido a que pintar es su trabajo, entre clientes particulares y eventos del gobierno. En cambio Acru explicó: “Los muros a veces se piden, a veces no. Hay sitios abandonados, que uno llega y le da color; otros que están ahí y uno bueno, se manda; y otros que están avalados al 100% para pasar la tarde tranquilo y activarlo de la mejor forma”.
NO IMPORTA DÓNDE, SOMOS HIP HOP
Agustín Cruz o Acru caminaba por Alicante, España. Hacía rato que tenía ganas de ir y lo pudo hacer ahorrando. Viajó junto a Wolty, un rapero de su crew o grupo. El Hip hop generó vínculos más allá de las fronteras, con la crew Cocinando Skillz, de esa ciudad. Algunos de sus integrantes son muy conocidos en el mundo del freestyle rap por el estilo particular en sus rimas. Como dice El Misionero, un famoso host de batallas: “No importa dónde estemos. Mientras seamos Hip hop, no somos visitantes en ningún lado. Somos Hip hop”. Acru es graffitero y Mc, es decir se desarrolla en 2 de los 4 elementos del Hip hop: la expresión musical mediante letras y la expresión visual mediante la pintura. Durante los días que estuvo en Alicante, pasó varias veces por un paredón muy grande que daba a un muelle y se le ocurrió pintar. Previamente había hablado con Facundo Ballve, un productor audiovisual muy conocido en el mundo del rap por la calidad de su trabajo. Le propuso pintar el graffiti para un video que iban a filmar, del tema que grabaron junto a 3 raperos de la crew alicantina, Wan. Acru pintó una tarde entre freestyles y algo para tomar. La obra tiene fondo negro con unas manchas que parecen estrellas y da la sensación de ser el espacio exterior, letras celestes y azules, la leyenda dice: Wan. “Ese paredón simboliza un poco la unión de las dos agrupaciones, tiene la W y la N del logo de Wanline y lo que vendría a ser la A está con el logo que usa Cocinando skills formando la palabra”, contó.
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