El crack brasileño no brilló en la noche de Rio de Janeiro, pero en el último minuto ejecutó, con su excelsa pegada, un tiro de esquina al primer palo que encontró a la cabeza de Casemiro.
El número diez de la Verdeamarelha se vio estancado en algunos momentos del partido, debido al buen repliegue de la selección colombiana. Se notó que en todo momento pidió la pelota para tratar de generar peligro por el lado izquierdo del campo, pero en el momento de dar el último pase, se notó cierta imprecisión y sus gambetas características no progresaban mucho como sí en otros encuentros. También es cierto que por lo cerrado que estaba el conjunto de Rueda, no encontraba muchas opciones de pase. Claramente nunca dejó de intentar generarle peligro a Colombia, y una ejecución excelente desde el tiro de esquina, en los últimos segundos, avaló a la figura del Paris Saint-Germain.
El primer tiempo de Neymar no fue de lo mejor, pero no por errores no forzados sino por la buena intensidad en la marca y en la defensa que tenía el mediocampo colombiano. Wilmar Barrios y Uribe se destacaron mucho en la primera etapa del juego, y cuando ellos no podían, el brasileño se topaba con los centrales Jerry Mina y Davinson Sánchez. Aun así no dejaba de pedirla para tratar de originar algún ataque prometedor para Brasil, ya sea con una gambeta hacia adelante o algún pase entre líneas para Richarlison o Gabriel Jesús.
En el complemento, Tite cambió un poco la estructura del equipo. Compuso un doble cinco con Casemiro y Fred y en la parte ofensiva pasaron a jugar Neymar, Richarlison, Gabriel Jesús y Firmino. Se pudo ver que esto generó que se diera un duelo de tres contra cuatro del equipo cafetero, ya que la estrella de la auriverde se acercaba a los volantes para asociarse y crear el juego que les daba la posibilidad de ocasionar alguna jugada amenazante. Además, también se trataba de juntar con los delanteros que retrocedían un poco para también alimentar esa asociación que genere el buen juego de Brasil.
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