SOCIEDAD
Ser jubilado en Argentina, una prueba de aptitudes impuesta
El pasado 4 de Junio la cámara de diputados aprobó por 153 votos a favor, 87 en contra y 8 abstenciones; un proyecto impulsado por la diputada Victoria Tolosa Paz, de Unión por la Patria, y por Nicolas Massot, de Encuentro Federal, para aumentar las jubilaciones un 7% y otorgar un bono de $110.000. Sin embargo, al día siguiente el gobierno anunció que vetará esta medida en caso de aprobarse en la Cámara de Senadores.

El reclamo en las calles
La plaza frente al Congreso de la Nación se volvió sede principal protesta en la ciudad de Buenos Aires. Acompañados por múltiples sectores de diferentes banderas, los jubilados y jubiladas se congregan allí todos los miércoles resistiendo, en muchas ocasiones, el accionar desmedido de la policía y fuerzas del estado. Bajo el amparo del llamado “Protocolo anti-piquete”, las fuerzas limitan la posibilidad de despliegue.
Desde el inicio del actual gobierno hubo al menos 70 marchas en todo el país protagonizadas por jubilados en reclamo de haberes más justos, nuevas moratorias y la restitución del 7% que perdieron al comienzo del actual gobierno. Se entiende con más claridad esta necesidad de visibilizar el pedido cuando comparamos el monto más bajo que se cobra de jubilación ($304.723) con el costo mínimo de un alquiler en CABA (que no baja de $400.000) más el valor de la canasta básica que necesita un adulto para no ser indigente ($209.705). Si bien la mayoría recibe en torno a los $600.000, son muchos los que sólo cuentan con la mínima y suelen ser parte del sector más vulnerable.
En un país con precios de alimentos, bienes y servicios cada vez más altos, se vuelve una travesía llegar a fin de mes siendo jubilado.
La alta inflación de los primeros dos meses de la presidencia de Javier Milei, dejaron un saldo negativo en los sectores de más bajos recursos principalmente. En consecuencia, desde ese momento que los jubilados y las jubiladas unifican su reclamo frente al congreso de la Nación. “Yo reclamo un salario digno para todos los adultos mayores, porque la verdad, no nos alcanza”, sentencia Salvador, de 74 años. En una entrevista durante una de las tantas protestas, cuenta a ETER Digital que cada miércoles que puede viaja desde Cañuelas al Congreso, también, en apoyo de quienes no pueden ir.
Al comienzo del gobierno, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, implementó el llamado “protocolo anti-piquete”.Como su nombre lo indica, impide el despliegue de las movilizaciones limitando a estas a concentrarse sobre las veredas.
En su accionar, las fuerzas estatales hacen un uso de gas pimienta, balas de goma y camiones hidrantes para reprimir las concentraciones. Recurso que ya ha causado varios heridos entre los manifestantes que han sido acusados hasta de “terroristas” por la ministra.
La represión policial no se limita únicamente a jubilados y jubiladas, sino que también ataca a los fotoreporteros, hecho que tiene ya varias denuncias elevadas por parte de organizaciones como CELS, quienes en su medio cuentan sobre los reclamos que realizaron ante la ONU y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Dentro de los afectados, el caso más relevante fue el del fotoreportero Pablo Grillo, quien recibió el impacto de un proyectil en la cabeza en una manifestación el 12 de mayo de este año.
En este contexto, diferentes agrupaciones de hinchas de clubes han sido de las principales organizaciones civiles en acompañarlos.
En diálogo con este medio, Vanina Biasi, legisladora electa recientemente por el Frente de Izquierda, organización que se muestra presente en las marchas, cuenta que el apoyo de estos sectores es muy útil para visibilizar el reclamo. Al preguntarle qué necesitan las manifestaciones de los miércoles para tener más impacto ella dice que es necesario “poder despejar el principal bloqueo que se llama CGT, que se llama peronismo”.
Por otra parte, han estado presentes militantes del polo obrero, de La Cámpora, MTS (Movimiento de los trabajadores socialistas), centros de estudiantes de distintas sedes de la UBA, colectivos de derechos humanos, entre otras organizaciones.
En lo que va del actual gobierno, ya se han registrado al menos 20 heridos y más de 100 arrestos (de los cuales ninguno ha sido hallado culpable de un crimen que justifique una pena de prisión efectiva).
¿Qué sectores apoyan el reclamo en el Congreso?
El pasado 4 de Junio la cámara de diputados aprobó por 153 votos a favor, 87 en contra y 8 abstenciones; un proyecto impulsado por la diputada Victoria Tolosa Paz, de Unión por la Patria, y por Nicolas Massot, de Encuentro Federal, para aumentar las jubilaciones un 7% y otorgar un bono de $110.000. Sin embargo, al día siguiente el gobierno anunció que vetará esta medida en caso de aprobarse en la Cámara de Senadores.
Desde el oficialismo alegan que el sistema provisional es insostenible. El gobierno ha dejado claro que su intención es reducir el gasto público al menor número posible. En este contexto, el sistema de jubilaciones estatal resulta un inconveniente.
Con respecto a esto, la militante del partido de izquierda opina: “Durante los últimos treinta años los aportes patronales fueron siendo eliminados con el verso de que a partir de esa eliminación las patronales iban a tomar a más trabajadores registrados, porque se les volvía menos costoso el trabajo registrado, puro verso que cometieron todos los gobiernos”.
El sector reclama, además, nuevas moratorias para quienes aún no perciben haberes y también que se considere la cuestión de los medicamentos que otorga PAMI.
Medidas politicas y economicas
Según información publicada por el ANSES, en junio las jubilaciones, pensiones y asignaciones reciben un aumento de 2,78%. De esta manera, quienes cobran la mínima, junto con el bono de 70 mil pesos sumado a el medio aguinaldo recibirán un total de $527.085,90. Las jubilaciones y pensiones que no superen los $374.723,93 recibirán un bono proporcional hasta alcanzar ese monto, a lo que se debe sumar el medio aguinaldo. Las otras prestaciones que reciben el aumento, el bono de $70.000 y el medio aguinaldo son: Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM): $435.668,71. Pensión No Contributiva por Invalidez y Pensión por Vejez: $389.960,13. Pensión Madre de 7 hijos: $527.085,89.
En un balance realizado por ETER, donde se comparan los últimos 10 años en términos de jubilación versus canasta básica, se pudo comprobar que existe una diferencia entre estos valores en comparación con el periodo previo a la actual gestión. Comparado con el año pasado, que según datos del INDEC, la jubilación no llega a cubrir los gastos.
En primera persona
Edurne Espremans es una joven que marcha acompañando a los jubilados en su causa. En diálogo con este medio, relata:“¿Cómo es la sensación de estar acá? es Fea, porque es muy triste, es tipo muy angustiante estar en este lugar y escuchar todo lo que dicen los jubilados. Y pensar que la están pasando re mal y que no que no no pueden seguir así, y es mucha angustia la que se escucha y también cuando le preguntas su día a día te pone mal. Te genera bronca, es decir, no puede ser que los jubilados vivan así. Y además que se le suma violencia de parte de la fuerzas del Estado, la policía hagas lo que se hagas, quieren reprimir están ejerciendo mucha violencia hacia muy pocas personas. Mi papá está jubilado, ahora en octubre mi mama cumple la edad y se jubila, tengo una abuela muy presente.
¿Y cuánto pienso que faltaría para que se cumplan estos reclamos? Mucho, porque por lo menos hasta que se cambie a una nueva dirigencia política, porque desde las elecciones y todo lo que fueron las campañas, este gobierno se presentó como un ‘recorte al Estado, una motosierra.”
Un caso de jubilado que todavía se mantiene trabajando es el de Carlos Castilla: “Tengo 65 años, la jubilación no me alcanza para pagar los gastos de mi casa, medicamentos y demás y busco la forma de poder mantenerme. Saque el garaje de mi casa lo transforme en una tienda de alimento de mascotas, hace 3 años atrás construí con mis propias manos un pequeño departamento arriba de mi casa que lo puse en alquiler y hago arreglos de plomería. Es bastante y cada vez estoy más cansado, se suponía que jubilarme era que ya no tendría que exigirme trabajando. Pero la situación no me lo permite, espero que este gobierno sea un poco más solidario con nosotros, no podemos salir con 70 o más años a la calle a ganarnos el pan, esto debe cambiar urgentemente.”