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TALENTO, ESFUERZO Y PASIÓN SOBRE LA MESA


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La dura preparación para ser parte de los Juegos Olímpicos de la juventud le permitió a Martín Betancor, el único representante nacional en tenis de mesa, conocer la meca del deporte: China.

Por Jorge Sola

En el mal llamado ping pong, se esconden diamantes en bruto de nuestro país. Ese es el caso de Martín Betancor. Tiene 18 años y será el único representante argentino en los Juegos Olímpicos de la Juventud de 2018 en tenis de mesa. Y hasta cumplió con su sueño de poder entrenarse en la meca del deporte: China. “Arranqué a jugar y a entrenar a los ocho años, aunque ya jugaba con mis papás desde los siete. Fui el primero de mi familia en practicar tenis de mesa. Mi hermanito de 8 años ahora también juega” comenta Betancor.

A su corta edad ya obtuvo varios premios, como por ejemplo, el Jorge Newbery de la Ciudad por sus logros en el 2014, el cual lo hizo temblar por primera vez en su vida, justo a él que se lo ve siempre seguro y firme en sus decisiones.

Otro logro que lo marcó fue el Sudamericano Juvenil de Chile 2018, venciendo en la final a uno de sus mejores amigos; Santiago Lorenzo. Que dos amigos argentinos hayan llegado a una final de tenis de mesa no sucede a menudo.

Betancor terminó el colegio e, inmediatamente, se dedicó a prepararse para los Juegos Olímpicos de este año. Tiene planificado empezar a estudiar economía como paso posterior. Es simpatizante de Boca pero no fanático. Tiene como ídolos a Juan Martín del Potro, Lionel a Messi y a Timo Boll, un alemán que es una leyenda en tenis de mesa.

Entrenando en China se sorprendió por el hecho de que los jugadores chinos se retiran alrededor de los 30 años porque su físico se encuentra agotado de tanto entrenamiento, y cuando empiezan a perder algunos partidos los sacan de la selección: “Son muy estrictos con eso” dice Martín Betancor al respecto.

Martín es muy familiero y en su tiempo libre lo pasa con sus padres, Omar y María, su hermanito Matías y su abuela Reyna. Siempre vivió en el barrio de Balvanera. Para distraerse entre torneos y entrenamientos, le gusta ver series por Netflix y escuchar música reggaetón, ya que según él lo mantiene en movimiento. Su familia lo apoyó siempre en los viajes, realizando un gran esfuerzo en lo económico, y él no los defraudó.

Sin dudas, el reconoce que los Juegos Olímpicos para la Juventud de este 2018 en Argentina, serán muy importantes en su vida deportiva. No obstante también admite que le será difícil manejar sus nervios. Su meta es empezar a entrenar afuera y conseguir un club para jugar liga, pero lo que más quiere para su futuro es asegurarse una carrera estudiando economía. Justo él con todos los viajes que tuvo que hacer y como lo ayudó su familia sabe de qué se trata la materia.


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