Ex-árbitro y apasionado por el deporte, hoy supervisa la Superliga Argentina de Fútbol. Preocupado por la educación, apuesta a los jóvenes como la principal fuente de inversión.
Por Guido Migoyo
El mejor árbitro del año según la revista deportiva World Soccer, conocido por echar a Zinedine Zidane luego de un cabezazo a Materazzi en la final de la Copa del Mundo Alemania 2006, fué atleta y hasta llegó a jugar en las inferiores de Quilmes. En una entrevista a Eter, contó cómo ve al fútbol, el uso del VAR y la educación en Argentina.
-Trabajaste desde los 13 años de “canillita” y también en una fundición de acero. ¿En algún momento paraste la pelota?
-Empecé a trabajar a los 13 años repartiendo diarios en una sociedad que exigía dar una mano a la familia. Sobre todo para cubrir mis gastos, y no ser una carga. Terminé la secundaria y ahí trabajé casi dos años en una fundición. Comencé con esto del arbitraje, mis primeras prácticas del profesorado y hasta el día de hoy que en noviembre voy a cumplir 55 años, desde el lado laboral nunca paré la pelota.
-Fuiste a la cancha de chiquito ¿Te hiciste hincha de algún club?
-Me llevaron a ver a Racing a los 4 años, me encanta estar sumergido en ese mundo, pero no soy hincha. Siempre busqué dentro del fútbol simpatizar con equipos que me despertara su juego o su mística. Fuí en un momento de Estudiantes, de Independiente, iba cambiando y me apegaba a equipos que me gustaban como jugaban. Soy un amante de todos los deportes, no solamente del fútbol. Ahora que estoy hablando con ustedes, sé que está jugando Argentina con Polonia en el mundial de Voley.
-Cuando no fuiste citado para el mundial Korea-Japón 2002, dijiste que buscaste una filosofía orientalista. ¿Llegaste a meditar? ¿Que tipo de filosofía?
-Si, me frustré pero a partir de ahí creí que podía mejorar y empecé a tomar herramientas que no estaban estrictamente en el arbitraje. Comencé a practicar Chi-kun, es una filosofía oriental milenaria que profundiza tu capacidad de concentración y atención con una forma de respirar e inclusive hasta de entrenarse. Me ayudó mucho a calmar mi ansiedad, mi tolerancia a la frustración y aprendí a enfocarme mucho mejor. También hice acupuntura, masajes y gimnasia bioenergética, algo que me conectó con mi propio ser y no estar tan pendiente a una mirada exterior.
-Como profesor y persona que educa, con los recortes que hubo en la educación pública. ¿Cómo te afecta a vos todo lo que esta pasando?
-Yo creo que un país sin educación tiene un futuro trunco. Los verdaderos cambios de un país, de una sociedad están en la juventud. Ahí es donde mas tenés que invertir para que esa sociedad sea mejor de la que a vos te tocó. Cada vez menos calidad, menos educación, es mas dificultoso prepararse para afrontar la vida, porque la educación también tiene que ver con todo eso. Es algo que aflige y que preocupa.
-¿Crees que se pueda aplicar el VAR en el fútbol argentino?
-Argentina es un país muy particular, ponemos muchos peros, le buscamos el pelo en la sopa, creemos que sabemos absolutamente todo, y podemos opinar de todo. El VAR esta pensado para detectar errores claros y obvios, no solamente para los árbitros sino que un error sea detectable para los jugadores, técnicos, hinchas, periodistas, para todo el mundo y no para situaciones grises y discutibles.
-¿No corta con el dinamismo del partido?
-Con el VAR no atentas contra el dinamismo. Si vos tomás las pérdidas de tiempo en un partido por ejemplo, la ejecución de un tiro libre, saque de meta, tiro de esquina, los cambios, y los lesionados, te vas a dar cuenta que con el VAR se pierde un minuto veinte, y no figura en el top-five de las pérdidas de tiempo. La tecnología es buenísima, tiene que estar como en otros deportes desde hace mucho mas tiempo, y da excelentes resultados.
“Me quedo con Instagram es la red social más divertida”
Le preguntamos a Elizondo como se adapta a las nuevas tecnologías y como se informa habiendo tantas plataformas con múltiples maneras de brindar información. Dijo que es importante saber que buscar y donde buscar, si bien su favorita es Instagram, también le dedica mucho tiempo a Youtube. Opinó sobre Facebook como la más obsoleta y que si no hace un cambio rotundo quedará en la historia. “Mi vieja con 82 años usa redes sociales y pide ayuda a sus nietos”, dijo riendo.
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