Juan María Traverso falleció a los 73 años de edad. Padecía cáncer de esófago. Fue un shock para los amantes del automovilismo.
El Flaco de Ramallo fue un piloto que logró 16 campeonatos (7 de TC 2000, 6 de Turismo Carretera y 3 de Top Race). También vivió rivalidades de lujo como las que tuvo con Luis Rubén Di Palma, Gabriel Ponce de León, Marcos Di Palma y Cocho López, entre tantos otros. Más allá de sus títulos, en la memoria quedaron carreras en las que llegó con el auto prendido fuego o en llanta. Asimismo, tuvo sus polémicas y cruces en sus 34 años dentro de su carrera deportiva. Inolvidable.
Su aventura en el deporte motor comenzó el 31 de octubre de 1971 en la Vuelta de Pergamino. Había terminado quinto en su serie, y en la final abandonó en la novena vuelta. “Estaba más contento porque había ganado Copello, que porque yo había debutado en el automovilismo”, señaló alguna vez en una entrevista. Un año después, logró su primer éxito en el TC: fue en la Vuelta de 25 de Mayo, a bordo de un Torino naranja. Había quedado tercero en la batería y en la final lo escoltaron Ricardo Iglesias y el tucumano Nasif Estéfano. En su vuelta a Ramallo hubo festejos que duraron tres días.
Un año después pasó a formar al equipo oficial Ford, que estaba liderado por José Miguel Hercerg. Con él, obtuvo los primeros éxitos en su historia. Terminó quinto en el certamen. En ese campeonato falleció unos de sus camaradas que fue el Califa Estéfano. En la carrera de Concepción-La Rioja fue en la ciudad de Aimogasta. En 1977 logró su primer campeonato en su historial y venció en 7 de las 11 competencias disputadas. Al año siguiente retuvo la corona que alcanzó 8 de las 15 pruebas de esa temporada.
Mientras que el 19 de junio de 1994 retornó a la máxima, y no fue con un Ford: lo hizo a bordo de un Chevrolet preparado por Jorge Pedersoli. En el año siguiente logró su primer certamen con la marca del moño y se consagró también con un Peugeot 405 en el TC 2000. En 1996 cosechó su cuarto cetro en TC a base de su plan de levantar para terminar y no cargar kilos de lastre. En 1997 consiguió su última corona con el Chivo.
Dos años después ganó su último título y se marchó de la categoría debido a sus conflictos con la CAF y la ACTC. En 2002 regresó a la máxima categoría con un Chivo del grupo Urtubey Competición. aunque no tuvo los resultados que el Flaco esperaba. Muchos aún recuerdan a esa Chevy con los colores de Argentina. En 2004 volvió a la marca de sus comienzos, Torino, de la cual fue apasionado. Ganó en Salta y Olavarría, y culminó noveno en el certamen. En tanto, el 8 de agosto de 2005, un día después de abandonar el circuito de Olavarría, sin largar la batería. anunció su alejamiento de las pistas para siempre.
Más adelante llegó a ser presidente de la Asociación Argentina de Volantes.
Este sábado nos dejó, pero quedará su legado y su idolatría. Flaco de Ramallo, querido, te vamos a extrañar.
Opiniones de pilotos y periodistas
Facundo Ardusso (piloto de TC, TC Pick Up): “El Flaco fue un ídolo. que me aconsejó y me dio opiniones sobre el automovilismo y cosas para aplicarlas en el día a día”.
Fefo Camps (relator del Turismo Carretera): “El Flaco Traverso fue un prócer del automovilismo, era un ídolo que me generaba admiración día a día, dentro y fuera de las pistas. Era un tipo por quien pasaba lo bueno y lo malo. Fue el generador de que vayan miles de fanáticos en las rutas, en primera instancia, y después en los autódromos. Generó algo en los niños que después terminaron corriendo”.
Agustín Lobato (periodista de Chicana 5): “Yo realmente le tengo mucho aprecio. Si bien, muchas veces las declaraciones no eran muy buenas como deportista, arriba del auto demostró ser unos de los mejores pilotos de la historia del automovilismo”.
Agregar comentario