En Inglaterra 2015, el seleccionado argentino buscaba repetir el tercer puesto de 2007, su mejor resultado histórico, pero fueron derrotados por Sudáfrica 24 a 13.
El seleccionado argentino comenzó su trayecto en la Copa del Mundo compartiendo grupo con Georgia, Tonga, Namibia y Nueva Zelanda. La Albiceleste fue un tractor y superó a cada uno por goleada, excepto a los All Blacks, quienes pusieron en su lugar al combinado nacional por 26 a 16, en el Twickenham Stadium de Londres, el segundo escenario en tamaño del Reino Unido, por detrás de Wembley.
Superada la fase de grupos, tocó enfrentarse a una de las selecciones más fuertes del hemisferio norte: Irlanda. El Trébol llegaba a los cuartos de final invicto, con victorias sobre Francia e Italia, sus dos contrincantes por el liderato del grupo D. Finalmente, tanto irlandeses como galos pasarían a la fase de eliminatorias. Los cruces quedarían de tal forma que cada representante del hemisferio sur debió enfrentar a un seleccionado del norte. Sudáfrica se mediría ante Gales, Nueva Zelanda contra Francia, Argentina vs Irlanda y Australia iría con Escocia, el más parejo de todos, con un marcador a favor de los Wallabies de 35 a 34.
Los Pumas se impusieron por 43 a 20, con tries de Matías Moroni, otro de Joaquín Tuculet y dos de Juan Imhoff, mientras que Nicolás Sánchez convirtió todas las oportunidades para patear a los palos, además, hizo subir al tanteador cinco penales. Con esta efectividad, el apertura argentino comenzaba a erigirse como la figura tanto del seleccionado y del torneo.
Llegó la hora de enfrentarse a Australia por las semifinales, primera vez en la historia que los cuatro puestos los ocupaban combinados del hemisferio sur. Los oceánicos sufrieron para ganarle a Escocia en la fase anterior, pero habían superado la ronda de grupos invictos, con victorias cómodas ante Inglaterra y Gales. Argentina volvió al estadio Twickenham para, otra vez, ser derrotada: los Wallabies superaron al combinado nacional por 29 – 15. Mientras Diego Armando Maradona vigilaba desde la tribuna, Nico Sánchez, al minuto y pocos segundos de partido, pasó la ovalada hacia el centro, pero el imponente segunda línea australiano de dos metros, Rob Simmons, robó en campo argentino, cabalgó y apoyó en el in-goal puma para ponerse 7 – 0.
Gracias a la presión constante, y su superioridad física, los Wallabies llevaron a su terreno a Los Pumas, que, debido al ritmo y al juego de choque que propusieron los oceánicos perdieron a Juan Imhoff, Agustín Creevy, el capitán argentino, y a Juan Martín Hernández por lesión. También, sufrió se fue antes de lo previsto el gigante segunda línea Tomas Lavanini, amonestado por un tackle ilegal: fue a bajar al australiano directo a sus rodillas, sin envolver al adversario con los brazos.
Más allá de la durísima derrota frente a los australianos, Argentina seguía en carrera para poder igualar su mejor resultado histórico en un Mundial: fue bronce en la Copa del Mundo de Francia 2007, después de superar al anfitrión por 34 a 10.
Los Pumas se iban a enfrentar a Sudáfrica, a quienes meses antes habían superado en su propio suelo por la última fecha del Rugby Championship, partido que dejó muy sentidos físicamente a los argentinos. Esta conquista era, hasta ese momento, su segunda victoria en la competencia, la primera fue ante Australia, en Mendoza, un año antes.
Los argentinos veían a los Springboks con buenos ojos, ya que habían sido derrotados por el verdugo de la Albiceleste en fase de grupos, Nueva Zelanda, quien luego sería campeón, con un resultado cerrado de 20 a 18. Además, los sudafricanos habían quedado con sus debilidades expuestas después de perder sorprendentemente en su debut con Japón, en la fase de grupos, por 34 a 32. Esto, sumado a la victoria argentina en el Rugby Championship, envalentonó a Los Pumas.
Debido al nerviosismo, y al gran planteo sudafricano, Argentina no superó al rival, y quedó cuarta después de perder por 24 a 13. El combinado nacional cometió muchos errores, tanto en la marca, como en la tenencia de la pelota. La dificultad de los forwards para poder hacer avanzar al equipo, sumado a las equivocaciones, condenó a la albiceleste. Los Pumas mantuvieron la costumbre de incurrir en muchos penales y permitir el avance africano debido a la cantidad de faltas cometidas. De arranque el partido se puso cuesta arriba por las ausencias de jugadores importantes como Creevy e Imhoff, quien entró en el top de tries realizados, con cinco, empatado con otros tres jugadores: Bryan Habana (wing de Sudáfrica), Gareth Davies (medio scrum de Gales), JP Pietersen (wing de Sudáfrica).
Además de las bajas, al cuarto minuto de juego, Tomás Cubelli vería la tarjeta amarilla por no respetar los 10 metros en un penal, y dos minutos después, y con un hombre más, los Springboks golpearían gracias a un try del wing Jon-Paul Pietersen, luego de un ruck casi sobre la línea del in-goal argentino. Para Los Pumas el apertura, Nicolás Sánchez, sumaría 8 tantos, mientras que el pilar Juan Orlandi apoyaría para maquillar la derrota. Así, el 10 argentino se convirtió en el máximo anotador del torneo con 97 puntos. Handré Pollard tuvo un penal a los 70 minutos para superarlo, pero fue repelido por el palo, y el wing Bryan Habana estuvo a un try de superar a la leyenda neozelandesa Jonah Lomu para convertirse en el que más tiene en mundiales, pero quedaron igualados en 15.
Formaciones
Argentina: 1- Juan Figallo, 2- Julián Montoya, 3- Ramiro Herrera, 4- Matías Alemanno, 5- Tomás Lavanini, 6- Javier Ortega Desio, 7- Juan Martín Fernández Lobbe, 8- Juan M. Leguizamón, 9- Tomás Cubelli, 10- Nicolás Sánchez (cap), 11- Horacio Agulla, 12- Jerónimo de la Fuente, 13- Matías Moroni, 14- Santiago Cordero, 15- Lucas González Amorosino. Entrenador: Daniel Hourcade.
Sudáfrica: 1- Tendai Mtawarira, 2- Bismark Du Plessis, 3- Frans Malherbe, 4- Eben Etzebeth, 5- Victor Matfield, 6- Francois Louw, 7- Schalk Burger, 8- Duane Vermeulen, 9- Ruaan Pienaar, 10- Handre Pollard, 11- Bryan Habana, 12- Damian de Allende, 13- Jaco Kriel, 14- JP Pietersen, 15- Willie le Roux. Entrenador: Heyneke Meyer.
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