Un solo país, dos estados soberanos. Un mundial y dos selecciones. Una, la organizadora occidental vestida de blanco y la otra de azul con un llamativo escudo con las figuras de un martillo y un compás naranja, la democrática. La política una vez más se mezcló con el fútbol y superó a cualquier guión de Hollywood.
Alemania Federal (RFA) contra Alemania Democrática (RDA) fue la última fecha de la primera ronda por el grupo A del mundial 1974. El local contaba con todo a favor, experiencia mundialista, un equipo consolidado y sobre todo un público que quería demostrar ser el más fuerte en todos los aspectos posibles. Venía de ganar contra Chile 1-0 y con Australia 3-0. A pesar de eso, no estaba jugando bien. El conjunto de la Alemania comunista hizo el único gol del partido en el minuto 77 de la mano de Sparwasser que, “golpeó al enemigo”. Fue gritado por unos pocos y chiflado por la mayoría de los presentes llevando la guerra fría al Volksparkstadion de Hamburgo.
Este resultado significó un sacudón para RFA, pero a su vez los posicionó segundos en su grupo. Así evitaron cruzarse en la segunda ronda con grandes equipos como Brasil, Argentina y la revelación europea, Holanda.
En esta fase se despertaron. El orgullo no los dejó desperdiciar más oportunidades. Querían demostrar que eran la mejor Alemania. Lo lograron con destreza física, de la mano del capitán Franz Beckenbauer, reconocido como uno de los mejores defensores del mundo que revolucionó con la posición de líbero. Ganaron contra Suecia, Yugoslavia y Polonia a base de marcar goles con la figura a la cabeza de Gerhard Müller. El delantero alemán fue de los mayores goleadores de la historia y en este mundial marcó 4.
En esta fase se despertaron. El orgullo no los dejó desperdiciar más oportunidades. Querían demostrar que eran la mejor Alemania. Lo lograron con destreza física, de la mano del capitán Franz Beckenbauer, reconocido como uno de los mejores defensores del mundo que revolucionó con la posición de líbero. Ganaron contra Suecia, Yugoslavia y Polonia a base de marcar goles con la figura a la cabeza de Gerhard Müller. El delantero alemán fue de los mayores goleadores de la historia y en este mundial marcó 4.
Para la gran final, Holanda era la favorita para llevarse la copa. Con su juego generaba un espectáculo visual que se llevó la admiración de los amantes del buen fútbol. Los alemanes no la tenían para nada fácil. Ni bien comenzó el encuentro no les quedó otra que derribar en el área al rival generando el primer gol de penal de la “Naranja Mecánica”. Pero no se achicaron y a los 25’ consiguieron patear desde los 12 pasos y Paul Breitner convirtió el 1-1.
Finalmente el goleador Müller hizo de las suyas y el partido quedó 2-1 antes de terminar el primer tiempo. En la segunda parte la figura fue el arquero Sepp Maier que tuvo un día para el recuerdo y salvó el arco alemán de unas cuantas pelotas durante lo que restaba del partido.
Finalmente el goleador Müller hizo de las suyas y el partido quedó 2-1 antes de terminar el primer tiempo. En la segunda parte la figura fue el arquero Sepp Maier que tuvo un día para el recuerdo y salvó el arco alemán de unas cuantas pelotas durante lo que restaba del partido.
La garra de la selección alemana fue superior a la calidad del fútbol total Holandes. Levantó la copa en un Estadio Olímpico de Munich repleto de banderas negras, rojas y amarillas. Ese día festejó la mitad de un país, de la otra mitad nunca se sabrá si lo lamentaron o a escondidas se alegraron.
El plantel campeón:
Arqueros:
1- Sepp Maier
21- Norbert Nigbur
22- Wolfgang Kleff
Defensores:
2- Berti Vogts
3- Paul Breitner
4- Hans-Georg Schwarzenbeck
5- Franz Beckenbauer
6- Horst-Dieter Hoettges
8- Bernd Cullmann
20- Helmut Kremers
Mediocampistas:
7- Herbert Wimmer
10- Guenter Netzer
12- Wolfgang Overath
14- Uli Hoeness
15- Heinz Flohe
16- Rainer Bonhof
19- Jupp Kappellmann
Delanteros:
9- Juergen Grabowski
11- Jupp Heynckes
13- Gerd Mueller
17- Bernd Hoelzenbein
18- Dieter Herzog
Entrenador:
Helmut Schoen
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