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Arquímides Ordóñez, la esperanza guatemalteca 


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Con la 10 en su espalda, fue de lo más destacado en la derrota de Guatemala Sub-20 por la mínima frente a Nueva Zelanda en el debut mundialista.

Por Nicolas Fotini

Cuando tus padres te dieron el nombre de uno de los filósofos y científicos más importantes de la antigua Grecia, tal vez te puede sentirse a presionado a ser inteligente y ser estudioso. Inteligente seguro que es, pero con una pelota en sus pies en una cancha, con el lejano sueño de formar parte de la delantera del Real Madrid.

De padres guatemaltecos, pero nacido en Cincinnati, Ohio, Arquímides Rafael Zacarías Ordóñez esta jugando su primer mundial con La Azul y Blanco. Si bien hubo contacto con las juveniles de Estados Unido, el interés de Guatemala para que represente los colores de sus raíces lo terminó por engatusar.

Su talento es evidente, con una habilidad con los giros impropias de sus 188 cm y una gambeta hacia el costado al más puro estilo de Messi, aunque sin el fin de comprarlo con el Astro argentino. Si bien tuvo escasos minutos con dos salidas desde el banco con la mayor, sus números con la selección dirigida por el mexicano Rafael Loredo son más que prometedores. Pese a que su debut fue a mediados del año pasado, ya disputó seis partidos y anoto cinco goles. Además, fue parte del 11 ideal de la Campeonato Sub-20 de la CONCACAF, el único integrante de su país.

Es una joven que esta en sus cabales y tiene las cosas claras, lo cual queda reflejado cada que que es entrevistado. Soñando, pero más cerca, le gustaría jugar en los grandes equipos argentinos y brasileros, como contó en Bitbol.

Pese al traspié en el debut contra Nueva Zelanda, y con el encuentro contra la Argentina del martes a las 18, es optimista de que pueden hacerles partido y sacar un buen resultado. Una muestra de carácter y personalidad de una naciente promesa de fútbol Centroamericano y, probablemente, parte del proyecto guatemalteco en la búsqueda de un cupo, en 2026, de la primera cita mundialista del país.


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