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Carolina Amoroso: “Hasta no entrar a un territorio signado por la guerra, no entendés el estado de guerra”


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La periodista, enviada especial de TN y El Trece, compartió con estudiantes de ETER cómo fue cubrir el conflicto bélico Rusia- Ucrania.


En la madrugada del jueves 23 de febreroa las 6.30 las sirenas antiaéreas sonaron por primera vez. Era el aviso tan temido: las fuerzas rusas invadían Ucrania desde tres puntos geográficos distintos.

Las explosiones resonaron en varias ciudades, incluida la capital, Kiev.

Desde la trasmisión de la medianoche, Carolina presintió que algo podía suceder por la información que se iba dando minuto a minuto en nuestro país. Un llamado de su jefe a las 6 am la convocaba para presentarse en el canal de noticias.

A las 9 am llegó la confirmación:

– ¡Andate a tu casa porque al mediodía te vas a Ezeiza!- dijo su jefe.

Lo primero que Carolina Amoroso vio desde el avión al acercarse a Ucrania fueron kilómetros y kilómetros de una marea humana intentando huir.

La impresión estremecía al equipo de TN y El 13, compuesto por ella, un camarógrafo y el asistente y productor, Gonzalo Bañez. Eran cientos de civiles que abandonaban la ciudad, sobre todo mujeres y niños, golpeándose en la salida.

 “Hasta no entrar a un territorio signado por la guerra no entendes el estado de guerra”, reflexiona Carolina hoy.

Desde la televisión pudimos ver en la ciudad de Lviv, al oeste de Ucrania, a unos 70 kilómetros con la frontera de Polonia, un éxodo interminable de ciudadanos camino al país vecino.

Carolina recuerda el material fílmico de archivo con una enorme carga dramática: “Jóvenes que estudiaban en una universidad y al otro día estaban en una trinchera, familias partidas. Eran parte de las historias que contaban nuestros abuelos de la Segunda Guerra Mundial. Esta guerra ha sido un baño de pasado. Un baño brutal de pasado”.

“Hay algo que siempre tuve muy muy en claro, que aquí se produce una violación de la soberanía de un país y se produce una agresión. Y esa agresión es perpetrada por la Federación Rusa contra el territorio ucraniano y contra la soberanía ucraniana”, continúa la periodista y destaca que mientras más amplia sea la cobertura de este hecho y de mayor acercamiento a las posiciones y matices, será mejor.

A través de una entrevista en Instagram con los alumnos y alumnas de ETER y luego de su paso por la zona de conflicto nos cuenta: “Hay que entender que hay un país agredido y hay que llamarlo de esa manera. Un país que está siendo agredido en su soberanía, blanco de ataques a gran escala.” 

En pantalla dividida, con una pila de libros y adornos de viajes, la periodista y productora comparte su experiencia: “Como periodista que hace Internacionales no puedo pecar de ingenua y sé que en distintos rincones del mundo suceden cosas atroces y guerras absurdas, pero nunca pensé que me iba a tocar ver tan cerca un país entero en guerra. Un país que soñaba, integrado al mundo, que quiere sentirse parte del bloque Occidental, según lo que dicen los ucranianos”, asiente Carolina.

Dieciocho días en pleno conflicto bélico la convierten en una palabra autorizada e intenta contarle, al más de un centenar de personas conectadas a la charla, cómo fue su preparación. “Hago un seguimiento diario de estos temas porque me apasionan, porque me interesa entender el contexto general en el cual se dan estos grandes conflictos. Me gusta hacer un periodismo humanitario. Es un periodismo que cuenta la dimensión humana, las pequeñas historias”, expresa la conductora de TN noticias.

Su mente y su cuerpo sigue enlazado a esas audiencias que esperan identificarse con un puente del cual ella habla, pequeñas historias que resumen grandes dramas. “En el territorio mi propósito siempre es darle voz a los que no son escuchados”, desliza la corresponsal.

Carolina respira y dice: “No me da lo mismo que estés sufriendo así, no me da lo mismo que te estén arrasando la vida, a mí no. No sé si te voy a cambiar la vida, seguramente que no, seguramente pueda hacer poco por vos, pero al menos voy a ponerte el micrófono, y voy a decirte con mi presencia que no me da lo mismo”.

“Es un momento donde la humanidad está mostrando su cara más horrible a un montón de gente. ¡Y vos le estas diciendo yo estoy acá, y vos me importas!, concluye Amoroso.

Carolina se acomoda mientras la entrevistan y muy elocuente, señala que “el periodismo se hace con el corazón, más en estas circunstancias y contextos, hay que anteponer el corazón”.

Tras un sorbo de café con leche Amoroso cuenta su admiración por Elisabetta Piqué corresponsal de La Nación y La Nación+, junto a Ángel Sastre, periodista español, y Joaquín Sánchez Mariño cronista de Infobae, como faros en su carrera profesional.

Ella no se define como corresponsal de guerra sino como una periodista, apasionada de los conflictos internacionales, que estuvo frente a esa situación extraordinaria de tener que cubrir una guerra. “Soy una periodista, una cronista que cubrió una guerra”, expresa Amoroso contundente y asegura que estas cobertras refuerzan sus ganas de seguir haciendo periodismo en los lugares donde la humanidad arde.


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