SOCIEDAD
Cripto Bros y machismo: ¿Por qué el mundo cripto sigue siendo tan masculino?
La combinación del renacimiento de la ultraderecha actual, tanto en Argentina como en el mundo, y la creciente actividad de cripto monedas e inversiones digitales dio lugar a la famosa criptoesfera, una comunidad perfecta para que los llamados “cripto bros” pudieran desarrollar sin límites su masculinidad y antifeminismo que se está manifestado cada vez más en redes sociales como X. ¿Por qué este universo sigue siendo tan machista?

La encuesta hecha por Binance “2021 Global Crypto User Index”, indicó que las mujeres solo representan el 5% del número total de usuarios de criptomonedas en todo el mundo.
En el Estudio Global de Mujeres en la Criptoesfera” de la consultora BDC, se establece que uno de los factores por el cual las mujeres no invierten en cripto es por la falta de representación que existe. Los eventos de la comunidad criptográfica son creados por hombres para hombres. Lorena Pettinato, inversora en cripto monedas hace 10 años, expresa su preocupación por la poca visibilidad: “Se tienen que mostrar más historias reales de mujeres que ya estamos invirtiendo, aprendiendo, equivocándonos y creciendo”.
Desde el colectivo Mujeres en Cripto (MEC) coinciden con este diagnóstico, pero proponen una alternativa esperanzadora: “Si más mujeres ocuparan roles clave en el ecosistema cripto, la narrativa se volvería más inclusiva y colaborativa. MEC promueve justamente ese cambio: visibilizar y empoderar a mujeres en Web3 con un enfoque educativo y comunitario. Creemos firmemente que la diversidad en la toma de decisiones enriquecería el ecosistema y podría hacerlo más estable, ético y sostenible.”
Se siente como que este nuevo mundo cripto es un nuevo ámbito en el que los hombres puedan sentirse superiores, una especie de retroceso en la independencia financiera de las mujeres. También va ligado a la idea de que las mujeres no deben ser parte del mundo económico, que no son buenas para las finanzas y que el hombre debe encargarse de eso.

Las palabras importan: la mayoría de los términos que se utilizan para nombrar a las personas que conviven en este ambiente son masculinos. “Al comienzo noté cierto prejuicio, como si por ser mujer no fuera a entender del todo o como si estuviera en esto por moda. Pero con el tiempo y con resultados, eso cambia, cuando te plantás con seguridad, cuando hablás con conocimiento, te empiezan a respetar como una más”, comenta Pettinato. El hecho de que por ser mujer haya que demostrar nuestro conocimiento o tratar de probar nuestro valor es algo que pasa en la mayoría de los ámbitos, y el mundo cripto, que combina dos cosas muy relacionadas a la masculinidad como lo son la economía y la tecnología, no es una excepción.
Un espacio diseñado para el riesgo y la competencia
Los hombres que habitan esta comunidad virtual viven en un escenario donde es valorada la agresividad extrema y sin censura, se camuflan por sinceridad, y sienten que tienen el derecho de hacer callar a quien ellos creen equivocados y, casi siempre, son mujeres.
El famoso “el que no arriesga no gana” es lema entre las comunidades cripto, donde se ve esta acción como algo valorado y necesario para ser “un hombre de verdad”. Se ve como una especie de vuelta a los “valores tradicionales” donde el hombre debe ser fuerte, sin miedo y proveedor. Estas características, tradicionalmente, no identifican a las mujeres y, por el contrario, están mal vistas en ellas. Estefania Pozzo, periodista argentina y escritora especializada en economía y finanzas, explica como esta es una de las razones por las que las mujeres no invierten en el mundo cripto: “Las mujeres solemos ser en términos financieros más conservadoras, entonces todo ese tipo de activos que son percibidos como más riesgosos, o incluso los usos de blockchain más allá de las cuestiones de cripto activos, hace que seamos menos, o que estemos menos dispuestas quizás a utilizarlos, de hecho eso se ve en los números, en las inversiones cuando uno registra o compara a dónde ponemos el dinero, las mujeres en relación a los varones no somos tan fieles usuarias de cripto y eso un poco me parece que tiene que ver no solamente con el ecosistema cripto, que es muy masculino y tiene unas lógicas bastantes expulsivas, sino también con cómo son nuestros perfiles de aversión al riesgo“.
Criptomonedas: ¿Un refugio para el antifeminismo?
“No creo que haya una relación entre la masculinidad tóxica y el mundo cripto de manera directa ni causal ni unívoca, porque obviamente seguro hay varones que están en el mundo cripto que no son varones tóxicos o no están dentro de lo que sería una masculinidad tóxica, pero sí es cierto que el mundo criptobro es bastante más estereotípicamente masculino, más excluyente, más agresivo y esas son todas cosas que típicamente a las mujeres suelen no gustarnos, básicamente”, comenta Pozzo.
Si bien no todos los varones que integran el mundo cripto son tóxicos, también es cierto que muchas mujeres denunciaron conductas abusivas hacia ellas por parte de hombres dentro del mundo cripto. Una de las participantes del Estudio Global de Mujeres en la Criptoesfera reveló una situación de acoso que vivió en un grupo de Telegram. Ella explica que si ven una foto femenina en los avatares de Telegram, algunos hombres se insinúan o intentan mandar fotos inapropiadas. “Me di cuenta de que, si me ponía una foto como mujer, la gente me respondía de forma muy diferente, por eso hice mi perfil completamente anónimo. Ahora la gente sólo me llama ‘bro’. No soportan que sea una mujer en los chats”, determina.
Desde MEC analizan este fenómeno con una mirada más amplia: “No creemos que cripto sea un ambiente hostil. Lo que sí pasa es que combina dos áreas históricamente dominadas por hombres: finanzas y tecnología. Por eso, muchas mujeres se autoexcluyen. Es ahí donde entramos nosotras, para mostrarles que si otras pudieron, ellas también pueden”.
A raíz de esto, muchas mujeres prefieren mantener un bajo perfil o directamente hacerse pasar por hombres, y así evitar situaciones como la comentada anteriormente. “El mundo criptobro suele ser muy agresivo y en general nosotras solemos ser, digo estereotípicamente, menos confrontativas, y eso hace también que cuando una tiene una exposición más alta sepa que va a recibir objeciones o va de recibir críticas. Romper ese mandato de silencio que habitualmente está impuesto sobre las mujeres, sobre la palabra de las mujeres, tiene un costo alto y no todas están dispuestas a pagarlo”, explica Pozzo.
A pesar de todo, hay señales de transformación. Pettinato cuenta con entusiasmo cómo cada vez hay más mujeres interesadas y participando activamente. Se están formando redes de apoyo y educación, como las que impulsa MEC, que permiten construir confianza y presencia femenina en el sector.

¿Es posible un cripto ecosistema inclusivo?
Lorena cuenta con emoción que cada vez hay más mujeres en este mundo, y eso genera una red de apoyo que antes no se veía tanto. Según un estudio realizado por Bitso, una empresa que se dedica principalmente al Bitcoin Exchange o intercambio de diferentes monedas digitales entre usuarios, hubo un aumento de actividad femenina en el mundo de las criptomonedas, y actualmente representan aproximadamente el 34% del total de inversores de criptomonedas. Si lo comparamos con estudios que se realizaron años anteriores, se produjo un cambio positivo y se espera que cada vez se aliente a más mujeres a ser parte de este ecosistema.
La investigación de Bitso también revela que el 71% de los inversionistas asignan más de un 3% de sus inversiones a las criptomonedas. Estas atrajeron a mujeres que buscan mayor flexibilidad en sus inversiones, reemplazando a las tradicionales, ya que se pueden acceder y gestionar a través de plataformas digitales sin intermediarios. “Arranqué en el mundo cripto porque quería tener control sobre mi tiempo y mi dinero. Estaba cansada de depender de un sueldo fijo o de trabajar mil horas para ganar lo justo. Empecé a investigar sobre inversiones y encontré el mundo cripto. Al principio me pareció difícil, como algo solo para expertos, pero me di cuenta de que cualquiera con ganas de aprender podía hacerlo”, dice Lorena.
Como señalan desde MEC: “Crear un cripto ecosistema más inclusivo no es solo una cuestión de justicia, sino también de evolución”.