El atleta santafesino, después de consagrarse en Londres 1948 como campeón olímpico y siendo ya un referente del deporte argentino, volvió a triunfar en la maratón de los primeros Juegos Panamericanos.
Delfo Cabrera era ya un ídolo argentino cuando partió del Estadio de River Plate hacia la Avenida General Paz, en el inicio de la prueba de Maratón de los primeros Juegos Panamericanos, que de disputaron en Buenos Aires en 1951.
Tres años antes, en 1948, Cabrera, oriundo de Armstrong (Santa Fe), ya había logrado la hazaña de su vida. En los Juegos Olímpicos de Londres, fue el primero en cruzar la línea de meta en el mítico estadio de Wembley, tras los extenuantes 42km y 195 metros. Medalla de oro y vuelta triunfal a Argentina. Su gran actuación tuvo una gran repercusión en Buenos Aires, e incluso se le ofreció volver a bordo del Vapor Brasil, en primera clase. Oferta que Delfo rechazó ya que prefirió regresar con el resto de la delegación, en tercera clase.
Su gran hito permitió al corredor argentino ser protagonista y tener el honor de ser el abanderado de la delegación argentina en los Panamericanos de 1951. Durante la ceremonia inaugural, celebrada el 25 de febrero, en el Estadio Presidente Perón, de Racing, desfilaron las 21 delegaciones de los países participantes, ante la atenta mirada del presidente de la República, Juan Domingo Perón, junto a su esposa, Eva Perón.
La Maratón era uno de los eventos más esperados de los Juegos y se convirtió en una carrera emblemática. Gran parte de la competencia trascurrió por la Avenida General Paz, aunque también otras calles de Buenos Aires fueron testigo de la gran prueba. Cabrera corría con el dorsal 209 y la gente se agolpaba en las esquinas para animar y aclamar al corredor, también como parte de un homenaje por los conseguido tres años atrás. Se calcula que cerca de ¡un millón! de personas presenciaron en algún momento la carrera.
El medallista olímpico, además de estar arropado por la gente, disputó prácticamente toda la prueba junto a otro gran maratonista argentino, Reinado Gorno, quien en los siguientes Juegos Olímpicos, que se disputarían en Helsinki en 1952, consiguió la medalla de plata en la misma disciplina. A unos 10 kilómetros de la llegada, Delfo se descolgó de Gorno y llegó totalmente solo al Estadio Antonio Vespucio Liberti, de River, acompañado, eso sí, de una gran ovación de la multitud que lo esperaba. Se convirtió así, además de campeón olímpico, en ser el primer ganador de una Maratón en unos Juegos Panamericanos.
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