Gianluca Lapadula, un tanque que Perú consiguió de la galera. Se ganó el puesto de nueve titular, el que dejó vacante nada más y nada menos que Paolo Guerrero, quien era el capitán del seleccionado dirigido por Ricardo Gareca. Gol y asistencia para el italiano nacionalizado sirvió para imponer la igualdad ante Ecuador por Copa América.
Su madre, Blancas Vagas, escapó de Perú en 1998 debido a la crisis económica, se casó con Gianfranco Lapadula y la crianza del centrodelantero siempre fue en la lengua paterna. Su deseo de representar a un país se apagó pero se le apareció una nueva oportunidad.
La primera vez que conoció Perú fue a sus 30 años, nació en Turín el 7 de febrero de 1990. Fue convocado por Ricardo Gareca para disputar la Copa América 2021, aunque la primera vez que lo llamó el Tigre fue en 2016, luego de que marcara 30 goles en el ascenso de Pescara y Milan lo haya contratado por 9 millones de euros. Gareca intentó convencer al jugador de representar a La Blanquirroja, viajó hasta Italia y la madre de Lapadula fue la traductora, ya que el Bambino no hablaba nada de español. Pero el Tigre fue rechazado debido a que la ilusión del deportista estaba en ser convocado por los Azurra.
De hecho llegó a jugar un partido para la Selección de Italia, en un amistoso frente a San Marino, disputó el encuentro con la numero 9 y marcó un triplete en la goleada 8-0. Pero no fue convocado nuevamente, aunque haya mantenido un buen nivel, y le dio el guiño definitivo a Perú. Habló del cariño que le tiene al país por su madre y lo demostró en un tatuaje de un nativo. En una entrevista manifestó: “Quería imprimir en mi piel lo que me pertenece. Nunca he tenido la oportunidad de conocer Perú personalmente, lo que sé es a través de las historias de mi madre. En el último período mi curiosidad ha crecido, he mirado muchas fotos y muchos videos”, comentó y agregó: “Está inspirado en la festividad del Señor de la Soledad de Paramonga, donde se usan símbolos incas. Entre ellos, la bandera del Tahuantinsuyo y tocados con plumas, esta es la motivación de mi representación”.
La FIFA hace un tiempo cambio las reglas y se toma partidos oficiales para poder prohibir el cambio de nacionalidad, es por este motivo que puede representar al país sudamericano.
En el primer tiempo no se sintió muy cómodo con el encuentro. El planteamiento y el rival lo pusieron en una situación poco favorable, que no lo dejaba tocar ni una pelota. En el complemento se rehizo. En el comienzo, tras haber quedado mano a mano con el arquero y definir fuertemente cruzado, convirtió el descuento para poner con vida a Perú, tanto que significó el primero para él con la camiseta bicolor. Minutos más tarde asistió a André Carrillo para firmar el empate. Se bancó las adversidades. Corrió todas las pelotas y no se cansó de presionar a los centrales rivales. Hasta defendió los balones parados despejando de cabeza. Le pasó factura tanto desgaste que salió reemplazado y se colocó hielo en su tobillo derecho.
En el segundo tanto, parecía que veíamos una repetición del lujo de Messi a Boateng en el Barcelona – Bayern del 2015. Lapadula controló la pelota en la banda derecha a pura velocidad. Tras un gran movimiento, enganchó para el medio, algo que descolocó al capitán de Ecuador Robert Arboleda dejándolo en el piso. El delantero continuó su rumbo hacia el arco rival y cuando el defensor le salió, le sirvió el gol a Carrillo para el empate.
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