De los novedosos estadios de Rusia al mítico Estadio Azteca por el que pasaron estrellas del mundo del fútbol, como de varios otros ámbitos.
Por Evelyn Taverna
“Apretando los dedos, agarrándole, dándole mi vida a ese para-avalanchas. Cuando era niño y conocí el Estadio Azteca, me quedé duro, me aplastó ver al gigante”… canta Andrés Calamaro. Es que el imponente Azteca es reconocido en todo el planeta y se ubica tercero entre los más grandes, aunque los que están por encima no tuvieron el privilegio de haber sido sede de dos finales de la Copa del Mundo. Tiene mayor capacidad que el Luzhnikí (sede donde los mexicanos disputarán el primer partido de la fase de grupos, frente a Alemania) y casi lo mismo que la suma del Rostov Arena (donde se medirán con Corea Del Sur) con el Estadio Central de Ekaterimburgo (en el que enfrentarán a Suecia).
Estos tres estadios rusos son más modernos y hasta incluso dos fueron modificados para este certamen, mientras que El de Rostov del Don fue creado especialmente. Los restantes ampliaron la capacidad para poder recibir a más gente. Pero a pesar de sus diferentes remodelaciones, no tienen la misma riqueza histórica que el Azteca. Por su césped pasaron grandes figuras, como Pelé y Maradona, y jugadas que todavía se recuerdan en la memoria del futbolero. En 1970 recibió al equipo brasileño, considerado entre los mejores de la historia, en un triunfo por 4-1 a Italia para levantar la Copa. En ese mismo escenario Manuel Negrete le marcó un gol a Bulgaria en 1986, que hace unas semanas fue elegido como el mejor en la historia de los mundiales.
En el mismo estadio, Maradona hizo lo suyo en el recordado partido contra los ingleses, que tenía una carga emocional mucho más intensa que lo que pasaba con una pelota. El 10 metió el gol con la mano y trazó el camino de la Argentina a levantar su segunda Copa del Mundo, ya en territorio mexicano.
Por “El Coloso” no solo pasaron figuras del fútbol sino que también reconocidos cantantes hicieron lo suyo, como Michael Jackson y Paul McCartney, entre otros. Hasta se realizó la despedida de Roberto Gómez Bolaños con miles de fanáticos que fueron a rendirle homenaje luego de su muerte. El mismo escenario también tuvo como protagonista al boxeo y en 1993 recibió a Julio César Chávez. Con más de 130 mil espectadores superó al estadounidense Greg Haugen y se quedó con el título.
Lo que tampoco sucede en Rusia es realizar tours nocturnos terroríficos entre telarañas, zombies, payasos y fantasmas, como se hizo en el Estadio Azteca. Para los mexicanos la celebración del Día de los Muertos es muy importante, tal como lo refleja la película animada Coco, por eso hicieron este atractivo en su conmemoración.
La infraestructura moderna y los escenarios vistosos tienen lo suyo, pero la historia de cada estadio sobrepasa lo físico. n 2026 quizás el Coloso pueda seguir rompiendo su marca y ser sede de otra final de la Copa del Mundo.
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