Argentina logró clasificarse a la Copa del Mundo 2018 recién en la última fecha de las Eliminatorias. A lo largo de toda la competencia, fue dirigida por tres técnicos. En el medio, Lionel Messi renunció a seguir jugando para la Selección, la Asociación del Fútbol Argentino fue intervenida y eligió nuevo presidente, y el equipo nacional disputó dos finales de Copa América.
Por Martín Bruno y Darío Musa
El primer entrenador del triunvirato que tendría a su cargo a la Selección nacional durante la búsqueda de la clasificación al Mundial fue Gerardo Martino, al que se designó tras la salida de Alejandro Sabella, el DT subcampeón en Brasil 2014. El Tata dirigió los primeros seis partidos de las Eliminatorias para Rusia 2018 luego de su paso por Barcelona, donde compartió un año con Messi y Mascherano. En esas tres victorias, dos empates y una derrota, Argentina convirtió seis goles y recibió cuatro.
En la era Martino, hubo convocatorias de nombres resonantes a nivel local, como los de Emmanuel Más y Matías Kranevitter, campeones de la Copa Libertadores con San Lorenzo en 2014 y River en 2015, respectivamente. Carlos Tévez había vuelto a tener posibilidades de sumarse al equipo y apareció Paulo Dybala, que estaba haciendo sus primeros pasos en Juventus. Con ellos más la base de la delegación que participó de Brasil 2014, Tata planteó un esquema con mucha más posesión que el de Sabella: Di María, decididamente delantero, otro volante en el medio y Sergio Agüero o Gonzalo Higuaín, uno u otro, no ambos.
Aunque dejó a la albiceleste en el tercer puesto y sufrió sólo una derrota por Eliminatorias, Martino fue apuntado como el gran responsable de las caídas de Argentina en las dos finales de Copa América, ambas ante Chile. Esos fallidos en duelos definitorios acentuaron una crítica que había visto luz en la derrota histórica con Ecuador en el Monumental en la primera jornada. “Llegar a dos finales, para mí, es un gran logro. Disfruté mucho ver a esta generación, más con Agüero por ser parte del club”, declaró Fabricio Bustos, defensor de Independiente y uno que estuvo en consideración para Rusia 2018 hasta último momento.
El fin del ciclo del ex técnico de Barcelona coronó una serie de sucesos desafortunados para el fútbol argentino: la renuncia de Lionel Messi al seleccionado, la de Luis Segura a la AFA, la asunción de Armando Pérez al frente de la Comisión Normalizadora, la falta de fondos para comenzar los torneos locales y el atraso en el pago de sueldos de los jugadores.
El primero de agosto de 2016, Armando Pérez anunció al nuevo DT de Argentina: Edgardo Bauza. Messi tardó poco más de dos meses en volver a dar el sí a la Selección, justo para el primer partido del Patón como entrenador, frente a Uruguay. Emmanuel Más, que había coincidido con el técnico en San Lorenzo, comenzó a ganarse un lugar en el once inicial y Lucas Pratto, que aún jugaba en el fútbol brasileño, sonaba como alternativa para el discutido puesto de centrodelantero. La idea de Bauza nunca se consolidó. El recambio fue demasiado y el hincha se mostró disconforme.
Bauza dejó a la Argentina quinta, en zona de repechaje. Cayó con Paraguay como local y fue goleado por Brasil. Además, sólo pudo contar con Messi en cuatro partidos. Fue el DT que menos tiempo duró en la Selección en los últimos 44 años: ocho meses (251 días) y ocho partidos. “Messi es todo para nosotros, es el más importante que tenemos, se siente mucho cuando no puede estar en el equipo”, soltó Bustos.
La asunción de Claudio Fabián Tapia como presidente de la AFA significó la salida de Bauza. El reemplazante fue Jorge Sampaoli, que asumió para afrontar las últimas cuatro fechas de las Eliminatorias e intentar depositar a la Selección en Rusia 2018. Con una idea similar a la que pregonó en el seleccionado chileno y en su trayectoria en general (línea de tres centrales y fútbol ofensivo), comenzó el proceso para abandonar la zona de repechaje.
Los primeros dos partidos del nuevo DT, empates ante Uruguay como visitante y Venezuela como local, dejaron poco para destacar. La nueva Selección jugó con tres zagueros centrales, dos carrileros con intérpretes poco acostumbrados a la posición (Lautaro Acosta, Marcos Acuña y Ángel Di María) y un tridente que se repitió en ambos encuentros: Messi, Dybala e Icardi, que alternó puesto con Darío Benedetto. La exclusión de Gonzalo Higuaín fue una de las novedades, como también la inclusión de Bustos. “Esperaba que me llegue en algún momento. Yo estuve en todo el proceso, Sub 17 y Sub 20”, explicó el jugador de Independiente.
Con Benedetto, delantero del fútbol local, como titular y con la posesión abrumadora pero pasiva que la caracterizaba, la Selección empató con Perú en La Bombonera y quedó, a una fecha del final de las Eliminatorias, fuera de la zona de clasificación. El estadio Olímpico Atahualpa y su altura serían el escenario en el que debería salir a buscar la victoria que necesitaba para llegar al Mundial.
Ante Ecuador, la defensa volvió a tener cuatro integrantes, pero Argentina ya caía 1 a 0 al minuto de juego. Los tres goles de Messi y la gran actuación de Di María le permitieron remontar el resultado y conseguir el pasaje a Rusia. El corto ciclo de Sampaoli en Eliminatorias dejó un saldo de tres empates y una victoria, con cuatro goles a favor y dos en contra. Y el ansiado lugar en la Copa del Mundo.
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