La compañía de títeres BabelTeatro lleva al escenario la historia de Bastián y Bastiana, compuesta por Mozart, en 1768, cuando tenía 12 años.
Por Verónica Lamberti
“A Mozart lo elegimos siempre por la belleza y capacidad lúdica de su música, que son únicas y nos permiten acercarla a los mas chicos”, expresó Gabriela Marges, directora de la Compañía BabelTeatro que a través del mundo titiritero acerca la música de Mozart a los niños. Bastián y Bastiana es el nombre de la ópera que escribió el compositor austríaco cuando tenía tan solo 12 años. Esta obra, que habla sobre el descubrimiento y las dificultades del amor en la adolescencia, se presentará en Pan y Arte, los sábados 15 y 29 de noviembre, a las 17.
La primer pregunta que surge es cómo se traslada la lírica al mundo de los más chicos, pregunta que la titiritera Marges resuelve de esta manera: “La obra de Mozart es un gran juego, sutil y exquisito. Si dejáramos que los niños presenciaran una ópera en el Teatro Colón, el impacto sería tan alto que entenderíamos que no hay edades para el arte”. Y agrega que su preocupación no tiene que ver con atraer a los chicos, sino con construir un mundo que al espectador le inquiete y dé curiosidad. Para esta Compañía hacer una obra de teatro para niños, ya sea de ópera o no, siempre es un riesgo porque los chicos no tienen filtro. “Si no les interesa se van o te lo dicen, nadie puede obligarlos a saludar a la tía fea, menos a quedarse callados, sentados y mirando algo que no les interesa”, analizó.
No es la primera ópera que interpreta este grupo que se formó en 1999. Una de las más reconocidas fue La Flauta Mágica, otra composición de Mozart, que estrenaron hace 10 años y cada tanto reponen en el escenario. En ambas obras, los protagonistas son jóvenes que logran superar los miedos y crecer gracias al amor. En la Flauta Mágica, pasan del mundo de la oscuridad al de la luz de la sabiduría, mientras que en Bastián y Bastiana despierta la primavera y con ella, el perdón. Juntos vencen los miedos y recuperan la alegría.
Su elección por el género y, más precisamente, por el autor, tiene que ver con la belleza y capacidad lúdica del lenguaje clásico que involucra todas las artes. En palabras de la directora: “Mozart es como un océano. A medida que nos sumergimos, nos adentramos en su profundidad y magia”. Y lo que termina de darle esa magia es el títere, que es “máscara y síntesis”.
Consultada acerca del rol del teatro para niños, Marges, que estudió y trabajó con Hugo Midón y Ariel Bufano, y desde 1996 empezó a dirigir y escribir sus propias obras, explicó que para ella el rol es el mismo que para toda la sociedad: “La necesidad de catarsis, de elaboración en el imaginario y de sanación de los miedos mas secretos y profundos”.
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