Después de que desmintiera y aclarara los rumores que habían instalado algunos medios que aseguraban que padecía el síndrome de Guillain-Barré, Oscar Washington Tabárez llamó a un grupo de periodistas para aclarar los rumores: “No tengo el síndrome de Guillain-Barré, lo que tengo es una neuropatía crónica”. A pesar de manejarse con bastón y carros motorizados, el entrenador ratificó que no piensa renunciar al cargo que mantiene hace diez años.
Sus dirigidos fueron de mayor a menor en el primer tiempo ante Argentina, presentándose con un 4-4-2 de arranque. Durante los primeros diez minutos la Celeste intentó apretar la salida del fondo de la Argentina. Sin embargo, este planteo fue decayendo a medida que la Selección de Edgardo Bauza comenzó a controlar la pelota. Hacia el final de los primeros 45 minutos, el 4-4-2 se convirtió en un 4-5-1, en donde únicamente Luis Suárez se paraba por delante de la mitad de la cancha.
Tras la expulsión de Paulo Dybala, se esperó que los Charrúas cambiaran la mentalidad y salieran a atacar en la segunda etapa, pero el trámite fue una réplica de la primera etapa: el dominio de balón fue puramente de Argentina y los visitantes pudieron poner en problemas a la Argentina a pesar de la entrada de gente de ataque como el Cebolla Rodríguez y Diego Rolan.
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