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EL SEÑOR DE LA PELOTA PALETA


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Seis de la mañana. La radio comienza a dar las noticias. Temperatura, humedad y algunos datos adicionales son suficientes para salir rumbo al bar de Corrientes y Callao. Una vez allí, pide su habitual café y lee el diario de punta a punta, prestando especial atención a la sección deportiva. Hace años, que no se publican noticias de pelota paleta en páginas de los matutinos. Aún así, le gusta estar informado acerca de lo que sucede en el mundo del deporte.

Por: Analía Sarniguet (@AniSarniguet)

Una vez que termina con este ritual, regresa a su casa para repasar los pedidos pendientes. Aarón Sehter, a sus 80 años, cuenta con una línea de anteojos protectores que llevan su nombre y distribuye paletas “El Vasquito” al interior del país. “Los anteojos los fabrica Pedro Rainieri que, además de ser un amigo, es el número uno en el rubro. Con “El vasquito” tengo un canje. Yo mismo armo las encomiendas y las llevo a Retiro”, remarca orgulloso. Los pedidos provienen de distintos puntos del país y es Aarón quien los embala y transporta en colectivo hasta Retiro.

Su departamento es una especie de museo abarrotado de trofeos y distinciones. En la pared principal, un mueble que ocupa todo el largo de la habitación alberga en sus tres estantes trofeos de todos los tamaños y colores. En el centro el Konex custodiado por los dos Olimpia. En frente, de la mitad hacia arriba, cuelgan cuadros y fotos con personalidades del deporte, la política y el mundo del espectáculo. Desde Daniel Scioli hasta Carlos Saúl Menem, pasando por Raúl Lavié y Pinky. Entre ellas, se hallan las placas en reconocimiento a la trayectoria. La más llamativa es la que recibiera en 1991, cuando fue nombrado Ciudadano Ilustre de la provincia de Buenos Aires.

Aaron Sehter Abanderado Mundial Uruguay 1974

Entre tantos recuerdos, Aarón guarda con cariño un viejo número de la revista “El mundo de la pelota”, que el mismo editaba años atrás. “Tuve la revista durante 13 años y fue un éxito rotundo. En esa época imprimía 5.000 ejemplares y la mandaba a todo el país”, resalta con orgullo y agrega que lo más importante es que consiguió publicar la verdadera historia de la paleta argentina.

En 1993, Aarón tuvo la oportunidad de entrevistar a Gabriel Martirén, hijo de un francés radicado en Burzaco aficionado a la paleta. En esa entrevista, Gabriel le contó que su padre, a quien apodaban “Sardina”, inventó lo que hoy se conoce como paleta. 

Don Martirén jugaba en su tambo con los peones. En un principio lo hacía con las manos hasta que pulió un hueso de vaca (la paleta) y comenzó a jugar con este nuevo implemento. Luego organizó torneos con sus peones utilizando las paredes de su estancia como frontón, siendo estos los primeros partidos que se registraron en el país, allá por 1905. Más tarde, nacieron las primeras paletas de madera, elaboradas por carpinteros de la zona con los cajones dónde se expedían las latas de kerosene.

Aarón deja los anteojos que estaba embalando y se dirige hacia el mueble de los trofeos. Saca una bolsita de supermercado de uno de los estantes y desenfunda las paletas de “Sardina” al tiempo que expresa: “El hijo de Martirén, en un gesto muy lindo me la obsequió y yo la guardo como si fuera el sable corvo de San Martín”

La pelota vasca es el deporte que más títulos internacionales le significó a la Argentina, 41 en 15 ediciones del Campeonato Mundial de Pelota Vasca, quedando  en dos oportunidades en lo más alto del medallero general (1962 y 1974).

Aaron Sehter Banderín de Oro JJOO1968

De acuerdo a lo establecido por la Federación Internacional de Pelota Vasca (FIPV) existen cuatro modalidades: trinquete o cancha cerrada, frontón o cancha abierta de 30 metros, frontón de 36 metros y frontón de 54 metros. Dentro de esas modalidades, existen 14 especialidades oficiales que varían según la composición de la pelota (cuero o goma).

Aarón Sehter forjó su carrera deportiva con esfuerzo y disciplina. Sin embargo, reconoce que su vínculo con la paleta comenzó por aburrimiento. A los ocho años acompañaba a su padre al club CADE – hoy Luz y Fuerza- donde éste trabajaba. Pasaba gran parte del día allí y no tenía con quién jugar. Un día pidió una paleta prestada y se puso a pelotear en el frontón del club. De a poco le fue gustando y decidió entrenarse en forma profesional, primero en CADE y luego en Comunicaciones, Huracán, River, Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires y Obras Sanitarias, instituciones a las que representó a los largo de sus 33 años de carrera.

De su paso por el club millonario guarda los mejores recuerdos y conserva aún la amistad con Amadeo Carrizo. “En esa época, los futbolistas se entrenaban en las instalaciones del club y era común que Amadeo me viniera a ver, como yo lo iba a ver a él. También se acercaban Omar Sívori y Ángel Labruna, pero con Amadeo tuve una relación especial. Todavía nos seguimos viendo y cada tanto nos juntamos a tomar un cafe”, relata con brillo en los ojos al hablar de su amigo.

Con entrenamiento y perseverancia, Aarón se convirtió en el jugador que más mundiales disputó y el que más títulos consiguió (trece medallas doradas). En 1952, a los 18 años, ganó el primer Mundial en San Sebastián, España, en frontón con pelota de goma y en México 1982, el último a los 48 en trinquete con pelota de cuero.

La lista de títulos es extensa. Entre los más importantes, Aarón recuerda las dos medallas de plata obtenidas en los Juegos Olímpicos de México 1968, donde se incluyó a la pelota vasca como deporte de exhibición. “Las medallas fueron importantísimas pero lo que más me gustó fue recibir el banderín de oro al pelotari más completo y caballeresco”, señala Aarón al rememorar ese momento.

Entre las muchas distinciones que recibió se destaca el Olimpia de Platino, como mejor pelotari de la historia otorgado por el Círculo de Periodistas Deportivos en 1980. Más tarde, en 2011, la misma institución lo reconocería con una mención especial como ejemplo de vida y de deportista. Ese mismo día Lionel Messi recibía su primer Olimpia de Oro y Juan Román Riquelme el de Plata al mejor futbolista del ámbito local. “Fue como volver a ganar. A esta edad es muy lindo que tu nombre suene junto con los de estos monstruos”.

Aaron Sehter - Mundial Mexico 1982

Como entusiasta promotor del juego, una vez que se retiró de las competencias, fue técnico de la selección argentina, juez internacional y dirigente de la Federación Metropolitana de Pelota. Tal es su trayectoria que dos canchas que llevan su nombre, una en Allén, Río Negro, y la otra en la sede Jorge Newbery de GEBA, club del que es socio vitalicio.

Nunca ganó dinero con el deporte: cuenta que pagó de su bolsillo más de una vez para poder competir. Por estos días se encuentra corrigiendo el borrador de un libro que encierra su historia. “Ya prácticamente está listo, lo estamos revisando con Jorge Barraza, un gran periodista y amigo que entiende del tema. Calculo que en dos tres meses estará en las librerías”, afirma mientras recorre con la mirada las primeras líneas. De esta manera, Aarón Sehter buscará inmortalizar entre sus páginas toda una vida dedicada al deporte, un deporte de baja popularidad que coronó al señor de la pelota paleta como el gran campeón que nadie recuerda.

 


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  • Brillante nota Srta. Analía, con una nostalgia palpitante y el reflejo de una pasión manifiesta en un Gran y ejemplar deportista, como el Sr. Aaron. Tal cual lo expresa no abunda la bibliografía de este deporte, me animé a “romper ese hielo” en el año 2006 con un Tratado 2do nivel, de orden conceptual para aficionados, y el pasado Miércoles 8 de Mayo presenté mi “Manual impulsor para Gestar Formadores” en la Feria del Libro (bibliografía de orden académico, de 464 páginas, que ofrece “construcción sistematizada” para todas las etapas evolutivas del pelotari, y “método doctrinario para las acciones del juego”, doctrina propia). Tengo entendido que es lo primero a nivel país de esas características, y siento que es muy injusto para la Pelota que dicha obra provenga de alguien que si bien estudió y sigue estudiando este deporte, pero no jugó a niveles extremos, habiendo pasado tantos jugadores estrellas por este deporte y pudiendo habernos dejado un enriquecido legado desde sus experiencias. No soy escritor y entiendo lo laborioso que resulta dicho cometido, pero también reconozco que el jugador de Pelota es “hombre de adrenalina y liberación de impulsos” y no “hombre de sentarse a escribir”. Es por eso que le agradezco a Ud. ocuparse de la difusión y excelentes notas como ésta que acabo de leer, y la invito a continuar haciéndolo, pues nuestra Pelota a Paleta lo necesita, y muy especialmente, con su impronta narrativa que tan bien se siente y disfruta desde nuestro lugar de lectores. Gracias Srta. Analía, y a seguir adelante! Con respecto y admiración, atte. Victor