Existen deportistas que luego de haber brillado en una disciplina intentaron volver a lucirse en otra, pero los casos no abundan y algunos son memorables; Desde estrellas extranjeras multimillonarias que lo hacen por hobbie, hasta los mejores en deportes menos populares que se desafiaron a ellos mismo a probar otra cosa.
Por: Martín Fisdel y Juan Eichmannn
El mes pasado Usain Bolt, ganador de seis medallas dorada en Juegos Olímpicos en atletismo y poseedor de tres record mundiales, expresó nuevamente su deseo de convertirse en un futbolista profesional luego de su anunciado retiro que pospuso para el 2017 por pedido de sus patrocinadores.
Si se hace un recorrido en el aspecto internacional sobre el tema, aparecen bastantes ejemplos similares al del atleta más rápido del mundo. Por un lado, el mejor basquetbolista de la historia, Michael Jordan, se convirtió en jugador profesional de baseball cuando en 1993 dijo “haberse cansado de la rutina y no encontrar más retos ni motivaciones” para continuar con el basquetbol.
También se puede observar a Michael Phelps, el nadador estadounidense (mayor galardonado en la historia de los Juegos Olímpicos con 22 preseas) que se dedicó al golf luego de que Londres 2012 terminara, aunque volvió a las aguas para ponerse a punto en vistas a los JJ.OO. de Rio de Janeiro 2016.
El último internacional reconocido que está en esta lista es el máximo campeón de Fórmula 1, el alemán Michael Schumacher, que disputó un solo juego en el equipo de fútbol Echinches de Suiza para salvarlo del descenso, aunque previamente había jugado en la tercera división de ese país con la camiseta de Aubonne.
Pero ese valor para innovar en una disciplina desconocida también existe en estas tierras. Leonel Pernía, actual piloto del Renault Team en la categoría TC 2000 y clasificado a la Copa de Oro del TC, inició su carrera como futbolista (al igual que su padre Vicente) en 1997 en Boca Juniors, y posteriormente se fue a Estados Unidos a jugar Indoor Soccer, donde perduró hasta el 2005 cuando decidió iniciarse en el automovilismo. Leonel declaró en una entrevista con ETER que él se considera “un automovilista que se dedicó al fútbol porque nació para correr”. “El automovilismo es lo que realmente me gustaba – continuó -. Crecí con los autos por mi viejo, pero cuando era muy chico se necesitaba mucha plata para armar un coche y decidí jugar al fútbol, primero en Independiente y después en Boca”. Entre otras cosas declaró qué pudo sacar del fútbol para que le sirviera en su nuevo deporte: “Aprendí a trabajar en equipo, el cuidado físico y la concentración. El fútbol me enseñó a enfocarme los 90 minutos en algo”.
Otro deportista argentino que optó un segundo deporte fue Martín Palermo (máximo goleador en la historia de Boca Juniors) quien en el 2011, junto con su ex compañero en el club de la ribera, Roberto Abbondanzieri, también se dedicaron al automovilismo cuando compartieron la categoría Top Race.
También David Nalbandian se animó a ponerse detrás de un volante. El ex número tres del ranking ATP, luego de dejar la raqueta en 2013, corrió el Rally de Carlos Paz en 2014 con el ex futbolista Claudio “El Piojo” López como copiloto, alcanzado la décima posición en ese debut representando al equipo Tango Rally Team, el cual pertenece al unquillence desde su primera aparición en 2007.
El ex nadador y campeón mundial José Meolans se dedica al ciclismo desde 2013 “luego de una lesión en las rodillas, cuando me subí a la bicicleta a modo de rehabilitación”, le contó a ETER. “Después de unas semanas me propuse correr los 82km del Desafío Río Pinto, en un principio como la única carrera que iba a ser. Pero después seguí practicando y firmé con una marca, por lo que por un año tengo que seguir entrenando y compitiendo. Pero me lo vengo tomando con muchísima tranquilidad, desafiándome a mí mismo, como un cable a tierra, no como una competencia de alto rendimiento”, continuó quien además reveló que había practicado básquet en su adolescencia.
Uno de los casos más conocidos es el de Gabriel Omar Batistuta (goleador histórico de la Selección nacional de fútbol), que posterior a su gran carrera como futbolista, se dedicó de lleno al polo, donde compartió equipo con el mejor polista del mundo Adolfo Cambiaso.
Con menos éxito fue la carrera futbolística de Francisco Velázquez, uno de los mejores jugadores de hockey sobre patines del mundo y capitán de la selección campeona del mundo en Recife (Brasil) en 1995. Después de jugar en España y Portugal volvió a Argentina pero no para Social San Juan – en donde había debutado – sino que en el equipo de fútbol San Martín de San Juan, donde había hecho inferiores y ganado algunos campeonatos regionales. Su paso no fue demasiado exitoso como enganche, coronando su mal presente con la rotura de ligamentos cruzados que definitivamente lo alejó del balompié. Pero tuvo un intento más con el stick, jugando una temporada en Sindicato de Empleados de Comercio a los 35 años, simplemente para que sus hijos puedan disfrutar de verlo competir.
El último caso que se presenta no es sobre un deportista muy reconocido, pero tiene una historia particular. Es la del tucumano Martín Terán, quien jugó al rugby, llegando incluso a disputar los Mundiales de Inglaterra 1991 y Sudáfrica 1995, dándose el lujo de anotarle dos tries a los “Wallabies” en el primero de estos dos torneos. Tras abandonar la actividad, se volcó profesionalmente al fútbol para aportar al equipo de Atlético Tucumán un gol inolvidable. En la temporada 1996/1997, Terán disputó seis partidos en la B Nacional para el conjunto “Decano” y tuvo el honor de convertir un tanto de cabeza que salvó a su equipo del descenso.
Después de este breve repaso nacional e internacional se puede apreciar la enorme cantidad de deportistas que transitaron por distintos planos, en donde algunos lo supieron aprovechar y otros no tuvieron la oportunidad o no fueron tan agraciados con su talento.
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