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El skateboarding femenino con la frente alta


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Una tabla, tornillos, rulemanes y un par de ruedas. Los ingredientes para patinar son económicos y livianos. En cambio, la cultura que hay detrás pisa fuerte para barrer con los estereotipos. Sobre todo, si de chicas hablamos.


Lo fascinante del skate es que es un deporte que se puede practicar sobre absolutamente cualquier superficie. Es más, la patineta es tan noble que ni siquiera exige un terreno plano. Al contrario, si es inclinado, en desnivel, o en altura, el desafío se torna más excitante.

El skate femenino tiene algo en común con otras clases de prácticas: desde hace añares fueron instaladas dentro del inconsciente colectivo como actividades exclusivamente para hombres.

Lo que salió expulsado en esta era posmoderna, es la contracultura de mujeres que generaron un frente a los estándares establecidos. En Argentina, el skate femenino es uno de los ambientes que lleva esa bandera.

Jornada de skateboarding para niñas realizada junto a @skateclubrosario.
Gentileza de @girls_invasionsb.

En el deporte existe una brecha en cuanto al consumo y promoción, la cual en parte se encuentra influenciada por la condición de género, ya que los eventos femeninos sólo obtienen el 4% de la cobertura en los medios, así como lo especifica la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).  Este problema interfiere en el apoyo de empresas para la representación de mujeres deportistas que se esfuerzan, al igual que los hombres, en sus entrenamientos para lograr la excelencia física.

En cambio, la percepción social dio un giro tras ser reconocido el skateboard varonil y femenino en las competencias de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, celebrados en el año 2021.

Paula “Mecu” Videla es una las grandes referentes de Argentina, integra la actual Selección Argentina de Skateboarding y ha competido en infinidad de torneos en el país y en el exterior: “Hace 17 años no se veían chicas dando clases de skate. Si querías ser instructora, te hacían sentir que de alguna manera vos estabas lucrando con el alumno. Lo mismo si en la práctica te caías patinando, sentías vergüenza frente a la mirada masculina presente. Hoy, la chica que decide ir a un skatepark no se va a preguntar si está mal o bien ver a una mujer dando clases, no se sorprende, se convirtió en algo normal”. Además, Videla aseguró que el presente acompaña la evolución de la cultura y que “rige la idea de estar lista para otras cosas, salir a mostrar todo, lo que se decía en el pasado quedó obsoleto”.

En América Latina existen cuestiones culturales, fluctuaciones económicas, o falta de apoyo de las grandes marcas vinculadas al deporte, así como gobiernos que no aportan con skateparks o lugares de entrenamiento. Todo esto afecta el desempeño de la comunidad.

En Argentina, el epicentro de la movida funciona alrededor de Buenos Aires. Tanto hombres como mujeres se organizan independientemente para difundir, fomentar y visibilizar el deporte. Pero todavía queda un camino por recorrer. En las provincias del norte de la Argentina, por ejemplo, no existe más de un skatepark por región. Para Aldana Bertran, skater profesional y ganadora del último Campeonato Nacional Open Street Skateboarding realizado en Tecnópolis a finales del 2021, la escena local también sufrió cambios: “En los últimos años el skate femenino estuvo creciendo mucho, ahora vas a un parque y es normal ver chicas patinando, antes no sucedía. Considero que esto viene de la mano con la lucha de la mujer en el mundo”. Aldana tuvo la experiencia de competir en infinidad de torneos alrededor del mundo: España, Italia y Reino Unido. “Viví las escenas locales del skate en diferentes partes del mundo y ahí te das cuenta que la esencia siempre es la misma, ¡en cualquier parte!”, aseguró Bertran sobre su experiencia alrededor del globo.

Las redes sociales también funcionaron como gran ventana de apertura. Hoy, scrolleando por Instagram, podés encontrar una skater haciendo piruetas desde cualquier parte del mundo. Eso ha generado cierto acercamiento, sobre todo hacia culturas desconocidas con las que el universo femenino pudo empatizar.

Mauricio Waddle es organizador de las competiciones auspiciadas por Vans, marca internacional de indumentaria y calzado, que realizó la nueva edición “Bowl In Connection” en Miramar, provincia de Buenos Aires. Allí se cuenta con uno de los bowls más grandes del país. Al ser consultado sobre la perspectiva de género en el deporte, Waddle opinó: “En el skate femenino hubo cambios y tienen que seguir habiendo. Hay cada vez más skaters mujeres y más nivel. Y se le está dando lugar en campeonatos, aunque todavía falta. Hay campeonatos que no entregan la misma cantidad de premios para hombres como para mujeres”.


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