En una entrevista exclusiva con ETERDigital, el periodista confesó que su sueño va mucho más allá de los proyectos en los que trabaja en la actualidad: quiere tener su propio formato como ciclo de entrevistas.
Franco Torchia es un símbolo de la comunicación en Argentina. Si bien su preparación académica no fue en comunicación (es graduado en filosofía y letras por la Universidad de La Plata), tiene una vasta experiencia en medios: trabajó en Clarín, Revista Ñ y Fundación Proa. Su voz se hizo popular durante el ciclo “Cupido”, un éxito emitido por Much Music entre los años 2001 y 2003, en donde Torchia fue la voz en off. Luego pasó a la televisión, ejerció su rol como panelista en el programa “Intratables” y actualmente co-conduce en “Todas las Tardes” junto a Maju Lozano y en “Flechazo”, junto a Darío Lopilato.
-¿Cómo vivís tu presente con los dos programas? ¿Lo llevas bien o es muy estresante?
-Trato de no estresarme. Me ayuda mucho que “Todas las Tardes” es en vivo y “Flechazo” sea grabado, eso me facilita mucho lidiar con los dos programas. También tengo un programa de radio en la Radio Pública de la ciudad de Buenos Aires hace 10 años en donde hablamos de diversidad sexual. El programa antes era diario, pero ahora es semanal.
-¿Y por qué ahora es semanal?
-Es una decisión personal que tomé. El programa salía todos los días a las doce de la noche, por lo que yo, durante nueve años, me fui a acostar muy tarde y dormía muy poco, así que determiné que el ciclo diario estaba cumplido y preferí pasar a esta dinámica semanal. Sin embargo, estoy muy contento con el formato. El programa se escucha mucho en todo el país y afuera también, en los países de la región y estamos por recibir una distinción por cumplir los 10 años de programa.
-¿Por qué conduce Lopilato y no conducís vos Flechazo?
-Obedece a decisiones de Canal 9. La empresa que me contrató no tomó esa decisión, ni siquiera Rubén Vivero, con quien compartimos la titularidad del formato. Por supuesto que Darío es una persona entrañable, una persona a la que quiero mucho, con la que además siento que desarrollamos un entendimiento total y creo que conformamos una buena dupla, estoy muy contento. Darío es una figura de TELEFE y estamos en un medio en el que esas cosas se valoran mucho. La tele es una industria precarizada, en crisis y para la Argentina, ser una figura de TELEFÉ es ser un figurón. Darío, por más que no graba más Casados Con Hijos, sigue al aire y ahora vuelve al teatro.
-Cuando grabas con él, ¿te emociona estar grabando con una figura como Lopilato?
-Me pasa que lo miro a Darío y a las figuras de TELEFE y siento que tienen algo como muy identificatorio. Tiene que ver con el trabajo histórico de TELEFE. Se apropia de sus figuras, pero para bien lo digo. En Flechazo, mi crédito concreto es de “participación especial”, mi contrato dice eso. A mí me lo dijeron desde un principio y yo podía elegir. Por sí o por no. El programa lo armé yo con Rubén Vivero, pero siempre supe que iba a ser coconductor. Hubo muchos nombres dando vueltas, pero después de una serie de pruebas, quedó él. Hubo pruebas con mujeres y hombres. Así como probar, probaron a Tamara Petinatto, pero después hubo muchos nombres. Pero bueno… yo nunca tuve un programa propio.
–¿Cupido no era tuyo?
-En Cupido yo era muy chico y era una ficción, no había mucha preproducción y no había créditos al final, por lo que la gente no me conocía mucho. Hoy, yo en la tele aparezco, la gente me ve la cara y sabe quién soy.
–¿Y de tanto trabajar en off, no te pasó que te reconocieron cuando hablabas?
-Si, mucho. La voz de Cupido era una voz exagerada. Al principio fue más tranquila y después fui trabajando el desarrollo del personaje, así que empezó a ser más monstruoso y más grande. Creo que se lo debo a eso.
-¡En internet aparece mucho Cupido!
-Bueno, yo creo que Cupido nunca murió gracias a internet. Salía por Much Music y después internet empezó a tener mucho lugar. En 2005 apareció en YouTube y después Instagram y Twitter. Ahora aparece mucho en Tik Tok, lo cual es increíble porque pasó mucho tiempo.
-No, no volvería a hacer eso, tampoco siento que Flechazo sea como Cupido. Algo de otro tiempo, otra época. Yo incluso soy otra persona, no actúo, soy yo mismo en el programa.
-¿Te pasó leer comentarios de quejas porque no estás conduciendo hoy Flechazo?
-Sí, los he leído, también los escuché al aire en la radio en la que estoy, panelistas de programas de espectáculos. Pero tampoco estoy pensando mucho en eso. Mi sueño es tener un programa de entrevistas. Desde mi primer programa en Cupido, mi sueño fue ese. No lo logré en radio, tampoco en televisión… ojalá algún día lo logre.
-¿Crees que podrías hacer un programa como Cupido en estos tiempos que corren?
-No, por como lo hacíamos. Se hacía sin casting, por lo que cualquier persona que se anotaba, podía participar. Nunca filtramos los llamados, por lo que cuando se corrió la bola de que podía llamar cualquiera, empezaron a llamar todos. Eso dio lugar a lo que se ve hoy en internet. La gente llamaba y puteaba o se reía de los participantes.
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