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Gonzalo Garcés: “La violencia se escribe fácil”


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El escritor de Hacete hombre y El futuro, habló sobre la literatura argentina, celebró que en el país no prospere la “cobardía y el puritarismo” de Europa y norteamérica, y anticipó sus trabajos por venir: “Estoy terminando una novela, sobre una Argentina donde una región se separó y se convirtió en un país próspero”.


Cuando Gonzalo Garcés escribió su primera novela tenía solo 17 años. En ese momento no creyó que fuera gran cosa, pero sus primeros lectores vieron que había un potencial escritor en él. “No pensaba que esa novela valiera lo suficiente, y no lo pensé de mis libros siguientes en ese sentido. Siempre estoy pensando que el próximo libro que escriba va a ser mi comienzo como escritor”. Tiene una voz suave, calma. Su cárdigan gris le da un aspecto bastante “kubainesco”. Se toma su tiempo antes de contestar, mira hacia un lado. Pensativo, observa a través de la ventana, y la luz le da de lleno en el rostro.

-De todos los libros que publicaste, ¿hay alguno que elegís como tu favorito?

-No, pero tal vez me da menos malestar si releo una parte de mi libro Hacete hombre, que es una mezcla de ensayo y novela; de mi libro de ensayos literarios, Cómo ser malos; y hay una novela, El futuro, que, por lo menos hasta donde recuerdo, era decente. Al final me gusta mucho escribir, pero no me gusta releer lo que escribo.

-¿Cuáles fueron los autores que te marcaron y te llevaron a ser el escritor que sos?

-Para empezar a escribir, las novelas de Henry Miller y de Lawrence Durrell; pero principalmente me marcó la aprobación de un escritor al que yo admiraba, Abelardo Castillo, que leyó mi primer libro y me ayudó a publicarlo.

-¿Y cuáles creés que van a formar a las nuevas generaciones?

-Creo que uno va a ser Michel Houellebecq,  autor de Las partículas elementales, que sigue siendo muy influyente. Creo que otro es César Aira, aunque no me guste tanto a mí. Y creo que en la lengua española Borges ya formó a varias generaciones.

-¿Cómo es eso de Aira, que no te gusta pero es un buen formador?

-El método de Aira parece ser escribir comienzos de novelas, y antes de haberlas concluido aburrirse y cambiar de tema. Entiendo que es algo que inventó, y que para muchos tiene gracia. Pero yo tengo un temperamento, o un modo de pensar que necesita finales y que agradece los desarrollos. Aira me da la impresión de alguien que empieza a contarme un chiste y se va antes del remate.

Garcés habla sobre la actualidad de la literatura argentina, con cierta preocupación. Cree que tiene ciertos vicios y carencias. Nota una falta de curiosidad por ciertos temas, por ejemplo la economía y el funcionamiento de las empresas del Estado. Y también ve un regodeo en la violencia y en la alienación: “Son temas que muchos escritores argentinos confunden con la vitalidad, y que para mí son temas más fáciles de tratar que otros. Porque la violencia se escribe fácil. ‘Le rompió la cara de una de una patada’, ‘apretó el gatillo y la cabeza estalló en mil pedazos’: son imágenes vívidas, pero de un modo prefabricado, como los efectos especiales de una película de acción”, sostiene.

Además, dice que la violencia “es más fácil de escribir que un sistema complejo de relaciones familiares afectivas, de amistades o de amores. Requiere más destreza como escritores narrar la vida de una familia que la vida de un tipo que pasa los días sentado en una pieza sin muebles bajo la luz mortecina de una lamparita”. Y aclara, mientras se acomoda los lentes: “Igualmente no veo todavía la misma cobardía, la misma opresión, la misma estupidez y el mismo puritanismo que lleva a editores europeos y norteamericanos a no editar novelas a menos que cumplan con los requisitos de la corrección política”.

El escritor estuvo como invitado en el panel de presentación de Una historia argentina en tiempo real, el último libro de Jorge Fernández Díaz, en lo que fue la Feria del Libro pasada. Esta edición fue una de las más visitadas y con mayores ventas de las últimas, que volvió luego de dos años de pandemia. “Los argentinos estaban hartos de estar encerrados después de la pandemia y agradecieron poder juntarse de a miles en un predio cerrado. Que además ese predio sea la Feria del Libro me alegra por razones profesionales. Pero lo cierto es que muchos argentinos van a la feria y no van a comprar libros ni a leerlos, sino a participar de una especie de ceremonia laica, una suerte de iglesia profana en la que todos nos juntamos y proclamamos el valor y la importancia de la literatura”, menciona, con una sonrisa alegre.

Por otro lado, Gonzalo se sumó hace unos años al programa Pensándolo bien, de Radio Mitre, en el que cuenta diferentes historias, una por semana: “Hacer esas historias en la radio fue algo que me cambió la vida. Porque siempre escribí muy despacio y con mucho trabajo, y de pronto al tener que contar una historia por semana me di cuenta de que no hacía falta. Si tengo suficiente presión y suficiente apuro, puedo sentarme y escribir casi como al dictado, y eso es una experiencia muy hermosa y muy feliz para mí”.

-¿Te interesaría escribir un libro con esas historias?

-Adapté algunas de esas historias para poner en un libro que va a salir en octubre de este año, en la editorial Planeta. Y estoy terminando una novela, que habla de una Argentina donde una región se separó y se convirtió en un país próspero. No tengo idea cuándo va a salir; no busco editor para un libro hasta que lo termine, por si acaso.


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