Inicio » Juan di Natale: “Siento que nunca formé parte de la corporación periodística”

Juan di Natale: “Siento que nunca formé parte de la corporación periodística”


Compartir

Su pasión por la radio, por qué le cuesta definirse como periodista, el boom CQC, el trabajo en pandemia, sus lecturas actuales. Una charla íntima a puro oficio con ETERDigital.


Presentador, periodista y conductor argentino de tv y radio,  actualmente se desempeña como conductor de ”Reloj de plastilina” en Mega 98.3, “Segunda dosis” en Radio 10 y “Sobredosis de tv” en C5N junto a la Negra Vernaci. Su carrera comenzó desde muy chico, en 1995 fue cronista de Caiga Quien Caiga (CQC) y en 2002 pasó a ser co-conductor junto con Mario Pergolini y Eduardo De La Puente hasta el año 2012. Nacido un 20 de Febrero, tiene 53 años. Está en pareja con Patricia, fueron padres primerizos en 2011 de Sandro.

Juan Di Natale habló con Eter Digital y repasó su imparable carrera, habló sobre la radio como su vida entera, el periodismo, la tv y hasta el detalle de los libros que lee en sus tiempos libres.

Y, como no podía ser de otra manera, recibió a este medio en su oficina ubicada en Uriarte y Nicaragua, Palermo Soho: “Radio Vale”.

Estás actualmente haciendo radio, ¿qué significado tiene para vos en tu vida?

Bueno, la radio es mi trabajo de todos los días. No es la televisión, es la radio. Yo hago esto hace casi 31 años sin parar todos los días. En tres décadas hubo dos o tres meses que no trabajé. Siempre estuve en el aire haciendo programas diarios así que es mi oficina y mi lugar de trabajo. En la tele he entrado y salido, me encanta, hice cosas también muy diversas que me gustaron más o menos, pero la radio es el trabajo que si me falta me siento raro, lo otro puede no estar.

-Se dijo en un momento que la radio iba a desaparecer..

No no, en un momento no, lo dijeron muchísimas veces en distintos momentos…(Risas)

-¿Qué opinás de eso?

Lo que pasa es que pueden desaparecer un montón de cosas que tienen que ver con la radio en la forma en que la conocemos, yo lo que creo que no va a dejar de existir nunca, es la radio como experiencia de producción y de escucha. Los modos de producción pueden cambiar pero mientras exista alguien que está escuchando una voz que se transmite no importa si es por el teléfono, o es por un aparato, si es un aparatito que te meten adentro de la cabeza o lo que sea, eso va a seguir existiendo. Está la experiencia de la escucha radial, eso no va a desaparecer. En una de las dos radios en las que trabajo, en Radio 10, ahora tengo una cámara que está encendida todo el tiempo en el estudio y nos pueden ver durante todo el programa, pero eso para mí no mata la radio. Si me dieras a elegir yo no pongo YouTube, me quedo escuchando la radio, pero me parece algo interesante tal vez, para el que le gusta la radio de verdad, ver en YouTube cómo se hace un programa de radio que no está hecho para las cámaras, porque podés ver la gestualidad, podés darte cuenta de cómo, si realmente te interesa el tema y un poquito sabés, manejan los tiempos, ver cómo es el juego de la conversación. Uno puede observar cosas ahí pero yo no quiero hacer radio y tele al mismo tiempo.

Arrancaste de chico, no paraste más, creciste mucho profesionalmente. ¿Cómo fue ese proceso? ¿Sabías que querías dedicarte al periodismo?

No sabía que me quería dedicar al periodismo, de chico pensé cosas diversas y el periodismo en general no me aparecía demasiado como una opción, sí tal vez un poco más de grande. Desarrollo tareas que son periodísticas, pero al mismo tiempo siempre me sentí con un pie adentro y un pie afuera.

-¿Por qué?

-Porque mi formación periodística es limitada, yo estudié en una escuela de periodismo pero solo un semestre porque no me gustó y me fui. Entonces no soy un periodista formado en alguna escuela periodística. Soy, si querés, un periodista más formado en la práctica y siento que nunca formé parte de la corporación periodística. Entonces, digo, cuando un periodista de esos se encuentra conmigo, no sé si ve en mí a un par. Y a la vez veo a gente que a veces respeto y a veces no, pero que hacen más o menos lo mismo que yo y hacen otra cosas a la vez. Trabajo en los medios hace 30 años y hago entrevistas, informo, opino, hago críticas, comentarios y todas cosas que efectivamente hacen los periodistas, pero, si me preguntás, yo digo que soy un falso periodista.

¿Un ejemplo de algo impactante que te haya tocado vivir?

-Se dio una situación muy peculiar cuando sale al aire lo que era un especial de televisión del regreso de Caiga Quien Caiga después de 2 temporadas fuera del aire. CQC había hecho un primer ciclo de temporadas en América durante la década del 90, termina en el 99 y regresa, la idea era que regresara en el 2002. Había un especial que estaba programado para diciembre del 2001 sin saber todo lo que iba a pasar en esa fecha.

-Desde la productora habían decidido hacer un vídeo grabado para enmarcar el regreso del programa, pero en medio del estallido de la crisis, decidieron rehacerlo.

 – Exacto, ese especial se graba en el teatro Gran Rex e iba a salir al aire la noche del 19 de diciembre. Lo que recuerdo de esos días era que obviamente todo estaba estallado, la ciudad era un caos. Tenías asambleas, cortes de calles en todos los barrios, la gente muy movilizada más allá de la represión que ya empezaba fuerte, que iba a ser tremenda en el centro de la ciudad y recuerdo esto: estar atravesando una ciudad que parecía en guerra para ir a grabar ese copete que de alguna manera iba a poner en contexto el especial que termina siendo releído porque era un adelanto de lo que iba a ser el programa del año siguiente y terminó siendo una crónica del final del gobierno de la Alianza sin quererlo. Situaciones impactantes viví un montón más, pero esa es algo que tiene que ver con un momento especial de la historia argentina.

Hablando de CQC, ¿cómo fue la experiencia de ser parte de un programa que siempre se va a recordar en la historia de la tv argentina?

-Fueron tantos años, la verdad es válida la comparación un poco con una banda de rock. Empezamos de un lugar muy pequeño y de un grupo muy pequeño donde las cosas se hacían de una manera bastante artesanal: en esas primeras temporadas éramos un grupito de 4 personas pensando chistes, qué cosas íbamos a decir y qué cosas íbamos a hacer y terminó siendo una especie de productora enorme vendiendo formatos a todo el mundo. La historia es de eso, de algo que empieza en chiquito y que termina con un grupo de jóvenes. Yo soy más joven que Mario y que Eduardo, básicamente estábamos masomenos ahí entre los 20 y 30 años.

¿Se imaginaron que iba a tener tanta repercusión?

-La verdad es que no. Todos éramos jóvenes y me parece que la expectativa de hacer un programa que pase el filtro de los 3 meses de aire es la primera expectativa que tenés. Nunca te vas a imaginar que algo va a durar 20 años, que fue lo que terminó pasando. Es la historia de gente que de algún modo empieza a crecer en público y con un proyecto que se te va yendo de las manos y donde todos tenemos distintas funciones. Mario era, además del conductor del programa, uno de los dueños de la empresa, cosa que yo no era, entonces eso va modificando las relaciones con el paso de los años, creo que es comprensible que así sea.

Estás actualmente en C5n con la Negra Vernaci. ¿Cómo es esa experiencia de trabajar con ella?

-Con la Negra nos conocemos hace muchos años, pero nunca habíamos trabajado juntos, hasta el año pasado. Nos divertimos, la pasamos re bien, la estrella del programa son los informes y tener un buen invitado o invitada por supuesto que suma pero todo pasa por el archivo, por la edición y después lo que nosotros le podamos agregar, la mirada que le podamos dar, es una mirada medio desde cualquier lugar, no es una mirada orgánica de nadie. Eso es lo interesante, en un sentido no es tan previsible lo que nosotros podamos decir, son más previsibles los informes que nosotros mismos. Para un programa del sábado a la noche a veces son contenidos que tienen una densidad que puede resultar un poco mucho, entonces que nosotros estemos ahí para descomprimir, que seamos una presencia amigable para la audiencia y el contexto es importante.

-¿Cómo haces para decir o manejar ciertas noticias de manera que no te afecten?

¡Qué decirte! Tampoco es tan fácil de controlar. Vos no sabés qué te va a afectar y qué no, hay cosas que son los misterios de la mente. De repente una noticia que me impacta a mí, no te impacta a vos y viceversa. Tiene que ver también con la vida de cada uno, que es lo que a uno le pega de eso que estás contando. Entonces, a veces me pasa que me pongo mal y otras puedo tomar un poco más de distancia. No es siempre igual. Si hablamos de los últimos 2 años que nos la pasamos hablando de muertes por la pandemia, me pasó de enterarme al aire de muertes de gente que yo conocía, de artistas. Y bueno, por supuesto que estaba shockeado y conmovido en más de una ocasión, lejos de disimular eso me parece que a veces uno lo tiene que poner sobre la mesa y tratar de más o menos manejarlo. Tampoco te vas a poner a llorar a moco tendido, no es mi estilo (risas). No me gusta mostrarme de esa forma pero tampoco hay que ser un bloque de hielo.

 –Durante la pandemia te tocó siempre trabajar. ¿Cómo llevaste ese tema?

-El momento del aislamiento fue rarísimo. Cuando empieza la pandemia, estaba haciendo un programa de educación en la Tv Pública que fue muy complicado de seguir grabando así que se terminó el contrato. Para mi era un programa que estaba bueno por su formato. Después me tocó ser a mí el que salía de casa y venía acá a la radio. Siempre me resistí a la idea de hacer radio desde casa, hubo un momento en que no me quedó otra opción, porque tuvieron que aislar todo y lo tuve que hacer, pero lo hice el menor tiempo posible. Para mí era importante que estuviéramos al aire, no dejar una radio en piloto automático, no dejar una grabación. Y creo que eso fue valorado por la gente que escucha la radio. Aprendimos a hacer las cosas de otra forma, creo que todos aprendimos a trabajar de maneras que no lo habíamos hecho y en los medios hubo que ser creativo con esa situación.

 – Sabemos que te encanta leer. ¿Nos podés mencionar tu género  literario favorito o los últimos libros que hayas leído?

  -Me gustan muchos libros, lo que más leo son novelas, cuentos, ensayos. Siempre tengo un libro encima. Ahora estoy leyendo uno de Sergio Bizzio que se llama “Bongo Fury”, es un libro que salió hace poquito. Sergio Bizzio, por ejemplo, es un autor que me gusta mucho. Leí este año “Severino Di Giovanni” de Osvaldo Bayer, que me gustó mucho. Es un libro sobre un anarquista, un personaje de la historia argentina, un anarquista entre comillas, “violento”. Me interesó leer ese libro ahora porque se habla tanto de los libertarios, pero son estos libertarios de derecha como anarco-liberalismo, volver al anarquismo de verdad que era ese. El libro es una joya. Pensando en cosas que leí  hace poco de Ursula Le Guin, “La mano izquierda de la oscuridad”, es un libro de ciencia ficción que es un clásico, salió publicado por Minotauro.

Para terminar, si te digo que tenés que entrevistar a un personaje y hacerle una pregunta, y ese personaje es Juan Di Natale, ¿Qué preguntarías?

-Ufffff… (Queda totalmente en silencio por unos 12 segundos. ¿Cuándo vas a parar?

—–


Compartir