La figura del elenco de Gallardo ante Aldosivi, quien además es uno de los convocados por Scaloni, tiene su historia y merece ser conocida.
“Mi sueño es jugar un Mundial. Mi ídolo es Messi. Y soy hincha de River, del Barça, de Calchín y de la Selección Argentina”, expresó con mucha inocencia Julián Álvarez, cuando defendía la camiseta de su querido pueblo: Calchín, donde llevaba la 10 en la espalda.
Todavía era un niño, pero se veían desde lejos sus ganas de triunfar, aunque lo único que quería era jugar al fútbol. Siendo categoría 2000, también formaba parte de la 98 y 99, y no le quedaba para nada grande: fue figura y goleador de las tres divisiones. Todos preguntaban por Arañita, era la promesa y el sueño detrás del que estaban los 3000 habitantes.
Todo indicaba que iba a cumplir cada uno de ellos, aunque eso pasó muy rápido. Julián tuvo pruebas en Banfield, River, Boca y hasta fue llamado por el padre de Lionel Messi, su ídolo, con quien ahora comparte cancha a la hora de defender la albiceleste.
Con tan solo once años, también fue contactado desde España; el Real Madrid, el club más importante del mundo, quería verlo. Con la 10 en la espalda brilló como si fuese un experimentado, su nombre estaba en todos los diarios. Lamentablemente, no lo pudieron sumar por la edad mínima de los fichajes. Lo cierto es que no hay mal que por bien no venga, el futuro le tenía preparado algo mejor, o al menos, así tenía que suceder.
Fiel a su barrio y a sus amigos, Julián decidió quedarse en Calchín y realizar las divisiones inferiores allí, donde aprendió a jugar y a perfeccionarse. Siempre brilló más que el resto: estaba para grandes cosas. Con 16 años, Arañita se despidió de sus seres queridos y se marchó a cumplir uno de sus sueños: jugar en River, el club de sus amores. Tal como le habría recomendado Matías Almeyda años atrás, eligió la banda y no la franja.
Todo pasó muy rápido. Al año de su llegada, gracias a sus actuaciones, ya habría dado el salto a la reserva. Debutó con gol ante Talleres de Córdoba. Y, cómo si todo estuviera planeado, exactamente un año después, el 9 de septiembre de 2018 llegó su debut en primera. Fue nada menos y nada menos, que de la mano de Marcelo Gallardo.
Aquel año quedará grabado en su memoria para toda la vida. Con 18 años tuvo su debut internacional en la final más importante en la historia del fútbol. Sí, con apenas tres meses en primera división, Julián ingresó a los 6 minutos del tiempo suplementario ante los ojos del Bernabéu y del mundo entero. Jugó e hizo jugar, pero como si fuera poco, participó del gol que le dio la victoria a River. Un afortunado.
Se ganó un nombre y algunos relatores ya juegan con el mismo. Desde el parlante de Radio La Red, el destacado narrador Leo Genitili, cada vez que la pelota pasa por los pies de Julián Álvarez se emociona: “¡River va por la calle del triunfo!”, en referencia a la arteria porteña de Palermo homónima del destacado futbolista.
Con un camino transitado y con una Copa América en su retina, la Araña es la joya del Millonario y por supuesto que ya es seguido de cerca por grandes de Europa. Mientras tanto, como si todavía fuera el niño de la localidad cordobesa, irá en busca de un nuevo título con la banda. Porque eso quiere Julián para su vida: jugar al fútbol, divertirse y ganar.
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