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La persona detrás del cuarto mejor forehand en el mundo, fabricado en ituzaingó


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Si el tenis de mesa adaptado contara con tantos estadios como el fútbol, muchos serían bautizados bajo el nombre Constanza Garrone. A sus 26 años, la deportista ya cuenta con una medalla de Bronce en los Panamericanos de Lima y buscará seguir creciendo en el escenario mundial, en el que ya ocupa el cuarto puesto del ranking. Como si fuera poco, además, lleva una vida cotidiana.


Más allá del deporte que practica, Garrone tiene su interés centrado en el presente que la rodea y las problemáticas que lo acompañan. “Actualmente formo parte del movimiento activista Orgullo Disca, que es una organización que intenta promover la inclusión a través de charlas informativas y encuentros de debate en los que se aborden las problemáticas sociales y las posibles estrategias de intervención de las mismas”, explicó. Además, aseguró que aporta dando entrevistas y asistiendo a los eventos para expresar sus ideas “a personas que tienen la capacidad de cambiar estos aspectos”. También, reconoció que hay diversas iniciativas, como los congresos que lleva adelante el Ministerio de las Mujeres, Políticas de Género, y Diversidad Sexual, en los que ella participa, y otros grupos con el objetivo de que, en un futuro, el deporte sea más inclusivo no solo por discapacidad sino también por cuestiones de género. Su postura es clara: “Mi idea es incluir ambas en mi activismo. Depende de quienes estamos dentro del ámbito deportivo hacer la inclusión o no.”

En cuanto al desarrollo de su actividad, Coty explicó que la Federación Argentina de Tenis sobre Mesa Adaptado ha realizado un gran trabajo: “En este último tiempo, han hecho un trabajo increíble de promoción del deporte a nivel nacional, aumentando la participación de los jóvenes en el tenis de mesa”, aseguró, añadiendo que dentro de FATEMA es evidente que “hay mucho trabajo invisible” y que se nota el esfuerzo y dedicación del ente. “La Federación nos apoya mucho pagando la inscripción a torneos, nos favorece en los viajes dentro del país, organiza los torneos nacionales. Si bien desconozco el manejo de las demás asociaciones, sé que la FATEMA está muy bien posicionada”.

—¿Cómo llevás los horarios con tu proceso de educación a la par de tu entrenamiento? ¿Qué hacés en las instancias de competencia, cuando tenés que viajar?

Llevar una doble carrera es bastante difícil porque ambas implican un alto nivel de concentración, dedicación y, sobre todo, energía.  Algo que me ayudó mucho es poder ser organizada con las entregas, y el trabajo en equipo con mis amigos y amigas de la facultad. Cuando viajo a competencias en el exterior, intento administrar previamente mis tiempos, además de rendir y entregar de antemano todos los trabajos posibles. Estoy muy agradecida con todo el apoyo que recibo de la Universidad de Morón al momento de afrontar los viajes para que yo pueda seguir cursando. El apoyo familiar nunca falta, el cuerpo técnico está al tanto de que estoy cursando, entonces, cada vez que tengo que rendir exámenes, son contemplativos con la situación. Mi prioridad hoy está puesta en el deporte e intento que la facultad me acompañe en el proceso para que no me cargue de presiones y que sea algo de lo que yo pueda disfrutar.

—-Pasa muchas veces que, por motivos externos, hay personas de renombre quequieren usar su posición para “fotearse” con atletas y conseguir algún rédito… ¿Te pasó alguna vez, después de alcanzar las alturas a las que llegaste en las competencias y rankings internacionales?

No. Me ha pasado que usen mi imagen para los políticos en eventos y que la usen para las fotos, más que nada por mi discapacidad, aunque cueste creerlo. 

—¿Cuál ha sido tu suerte buscando empresas que te solventen económicamente los gastos que te genera el deporte? ¿Cuáles son los gastos más difíciles de cubrir, ya sean del día a día o alguno ocasional que puedas tener que afrontar muy de vez en cuando?

Es bastante complicado. Muchas veces tiene que salir de nuestra propia iniciativa. Al no estar tan pendiente de mis redes sociales, que es algo que las empresas y marcas buscan a la hora de patrocinar, no atraen mucho y por eso no tengo propuestas de sponsors. Por el momento no tengo apoyo económico aparte del que recibo por las becas. Los gastos son altos y muchos. El alto rendimiento implica tener buenos materiales. En mi caso, la madera para jugar y las dos gomas, pegadas una de cada lado. A cada torneo tenemos que llevar dos paletas armadas. El armado de las mismas, por el costo de los materiales hoy por hoy supera los $30.000. Sumado a eso, los gastos de traslado suben bastante el presupuesto. Afortunadamente, la indumentaria nos es provista y, en mi caso, la silla con la que juego es propia. Hay gente que debe comprarlas y esas superan los dos mil euros. Se hace cuesta arriba, teniendo en cuenta de que uno también tiene que comer todos los días.  

—Hace poco más de un año, salió al aire una entrevista que te hizo ESPN Woman. ¿Hubo seguimiento por parte del medio? ¿Te generó una mayor exposición y los beneficios que suelen acompañarla? ¿Llegaron otros medios para conseguir otras notas?

Si no me la nombrabas, me la olvidaba. Hicieron una muy buena edición del material, pero no hubo repercusión. Es más, no hubo tanta difusión del video. Si tuve entrevistas posteriores a esa, fueron con el mismo nivel previo. No hubo una diferencia notoria, ni muchos seguidores agregados. No soy de fijarme, pero me habría dado cuenta de semejantes beneficios.

Con tanto poder en su mano, Coty elige día a día usarlo para un bien mayor, con un objetivo más relevante que un número en la tabla mundial.


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