La Celeste se consagró en el Mundial Sub 20 ante La Azzurra en el Estadio Diego Maradona de La Plata. La victoria fue 1 a 0 con gol de Luciano Rodríguez. Israel quedó en el tercer puesto.
El seleccionado uruguayo Sub 20 logró por primera vez en su historia el título mundial de la categoría con el triunfo ajustado y merecido ante Italia, por 1 a 0, en el Diego Maradona de La Plata. Fue un partido en el que los Charrúas fueron protagonistas en todo momento y el gol de Luciano Rodríguez alcanzó para que Uruguay gritara campeón por primera vez en la historia de la categoría.
Uruguay e Italia, quea lo largo del torneo dieron sobradas muestras de su rendimiento a nivel individual y colectivo, tuvieron una cita con la historia. Ganase quien ganase, iba a ser campeón por primera vez. En las 22 ediciones disputadas del “Mundialito”, la Celeste había llegadoa la final en dos ocasiones. La primera frente a Argentina en Malasia 1997, y la otra frente a Francia en Turquía 2013. Por otro lado, la Azzurra nunca había llegado a jugar el partido decisivo. Sin embargo, alcanzó a estar en el lote de los cuatro mejores clasificados para las ediciones de Corea del Sur 2017, en la cual quedó 3° derrotando justamente a Uruguay por penales, y Polonia 2019, en la que culminó 4°, detrás de Ecuador.
En el marco de lo que fue el encuentro, en apenas un minuto, hubouna pelota parada a favor de los Charrúas alejada de su arco rival. Fue el momento de quiebre. A partir de ahí, el protagonismo, la iniciativa, un juego aéreo marcado a fuego por su agresividad, y a su vez la profundidad, el partido se tiñó de celeste. A medida que pasaron los minutos, a Uruguay le sobraron méritos para abrir un partido que hasta el entretiempo se mantuvo en cero.
Italia no pudo contener y contrarrestar el desbordante e intenso juego que propuso en todo momento la Celeste. Sin embargo, dentro de sus pocos argumentos futbolísticos que mostró para llevar a cabo dicha tarea, fue la idea de ralentizar el ritmo del juego desde el medio campo en favor suyo para sacar provecho de sus individualidades, las cuales, entre otras características, le permitieron llegar al último partido. No obstante, de cara al complemento, Los Charrúas salieron con todo, decididos a buscar el ansiado título. Pero para ello, aún debían materializar en goles las ocasiones generadas. Hasta entonces, la más clara fue en el minuto 22 de la primera parte. Un córner ejecutado por Fabricio Díaz y un potente cabezazo de Anderson Duarte, no pudieron frente a una tapada espectacular de Desplanches.
Hubo que esperar hasta el minuto 85. Otro córner. Otra pelota parada. Como si hubiese estado escrito en algún lugar y habría que descifrar cuándo y cómo. Luciano Rodríguez, una de las joyas de La Celeste, cabeceó al fondo de la red para que todo un país paralizado por dicho acontecimiento, se haya envuelto en un grito de gol. Hacia el cierre, en un último intento de ir a buscar el empate de parte de la Azzurra, Uruguay tuvo otra chance clarísima. Sin embargo, no pudo sentenciar el 2-0 en una contra que tuvo a cinco uruguayos solos frente a Desplanches. Sin dudas, más allá de la derrota, el arquero tuvo una tarde realmente memorable. No así el resto del equipo. Tras el pitazo final, la locura y el desahogo de los uruguayos fueron totales. La copa, gracias a Uruguay, retornó nuevamente a Sudamérica.
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