En diálogo con Éter Digital, Milena Portella, periodista brasileña de Bandsports, habló sobre la actualidad epidemiológica del país, la respuesta de los jugadores del Scratch y cómo el gobierno de Jair Bolsonaro influyó en la decisión de jugar la Copa en ese país.
Milena soñaba desde chica con ser periodista, aunque también soñó con ser doctora, ya que se curó de un cáncer de niña, con lo cual quería hacerlo conotras personas. Ella es mitad brasileña y mitad argentina. Nos contó que Brasil es un país golpeado por el coronavirus, por la falta de vacunas, por la impunidad que se maneja el presidente del país, aunque todo indica que la Copa se disputará más allá de los problemas sanitarios.
-¿Cuál es la situación sanitaria en Brasil?
– La situación de Brasil ahora es un tanto complicada porque está llegando la tercera ola. Lo que los especialistas nos vienen advirtiendo hace un par de semanas, está siendo demostrado en los números. Tenemos, por ejemplo, el Estado de Río de Janeiro con 95% de ocupación de las camas de los hospitales. Río es el segundo Estado con más muertes de Brasil. Después tenemos también a Brasilia, Goiania, Curiaba, justamente las sedes donde será la Copa América. Brasilia con el 88%, Goiania con el 80%. Es un país que viene registrando arriba de 2.000 muertes por día.
-¿Cómo es el plan de vacunación?
-Eso depende de cada Estado. Hay algunas ciudades que están vacunando de los 50 a los 59 años que tienen algún problema de salud. Por ejemplo, en el Estado de San Pablo esta semana se empezó a vacunar a las personas de 30 a 39 años con algún problema de salud, pero en líneas generales va variando de cada Estado. Eso pasa por las órdenes de cada gobernador o intendente de su ciudad. Hay ciudades más chiquitas que ya están vacunando a casi todos, pero ciudades grandes todavía falta mucho. El ritmo está muy parecido a Argentina. Ahora tenemos más o menos el 22% de la población que recibió la primera dosis y un 11% con la segunda.
-¿Hubo jugadores brasileños que se opusieron a la realización de la Copa América?
-Los jugadores de Brasil no quieren jugar la Copa América. Todos los que están en Europa no están de acuerdo, porque se enteraron por redes sociales, no les comunicaron nada, así que, pasada la doble fecha de Eliminatorias, se va a ver un pronunciamiento de ellos. Hay conflictos en el cuerpo técnico porque no está muy de acuerdo con esa situación.
-¿Cuál es la opinión de la gente?
-La gente no está de acuerdo con la Copa América acá. Brasil vive una situación muy complicada por el Covid, la falta de vacunas, gente que se muere a la espera de una cama en terapia intensiva, asique no hay un apoyo popular.
-¿Cuál es la opinión de los medios sobre la realización de la Copa América?
-La prensa está muy en contra de la realización de la Copa América. Critican mucho porque vivimos una crisis sanitaria que hasta el momento no tuvo un fin. Con un Estado brasileño que siempre fue muy negacionista. El gobierno de Jair Bolsonaro nunca apostó por las vacunas, sino que trató de instalar que la cloroquina ayuda. Así que hay un rechazo muy grande. La prensa y la gente no quieren una Copa América acá, no ve que es el momento ideal.
-¿Cuál fue el rol de Jair Bolsonaro para que se haga la Copa en Brasil?
-Luego de la reunión de Conmebol para decidir cuál sería la próxima sede, Rogerio Caboclo, Presidente de la Confederación Brasileña de Futbol (CBF), dio la opción de que se podría realizar en Brasil. Hubo como un acuerdo. Conmebol quería tales ciudades, entre ellas Río de Janeiro, para poder disputar el torneo. En ese entonces hubo un llamado, que participaron Caboclo, Alejandro Domínguez y Bolsonaro. Y al rato, el presidente de Brasil dio el ok. No hubo una reunión con su gabinete. Bolsonaro va por encima de lo que piensa su gabinete, los gobernadores o la población. Hasta dijo esta semana, en una conferencia, que la Copa América se realizaría sí o sí. Dio a entender que nadie le va a impedir que se haga.
-¿Cómo es la relación entre Conmebol y la Confederación Brasileña de Futbol?
-Viene siendo buena, ya que la última Copa América fue en Brasil. Y ahora con este problema, en el que tenían que encontrar otra sede, la encontraron en Brasil, por eso también Caboclo ofreció al país como sede.
-¿Crees que la Copa América se juega en Brasil por un tema económico?
-No, no creo que pase por un tema económico, pero sí de intereses. La economía viene perjudicada como en todo el mundo, ya que la pandemia aumentó aún más el desempleo. Es casi el récord, un 15%. El gobierno de Bolsonaro no supo hacer bien las cosas.
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