El 22 de septiembre se realizó la primera edición de la Doble Bragado con competidoras mujeres. Pero, ¿en qué consiste esta vuelta de ciclismo? Todo lo que tenés que saber.
El ciclismo bonaerense es conocido por sus carreras al mejor estilo Grandes Premios por sus circuitos callejeros de un solo día. De ese contexto surge una de las competencias más importantes de la provincia: la famosa vuelta “La Doble Bragado”, en la que los corredores argentinos se disputan diferentes etapas a lo largo de una semana y recorren el Gran Buenos Aires.
Luego de 86 ediciones masculinas, Darío Colla (ciclista retirado y máximo ganador de etapas de la competencia en la historia nacional) decidió organizar la primera edición femenina de la competencia para vivir tres días a puro ciclismo entre Chivilcoy y Bragado. Este espectáculo deportivo tuvo como fecha de inicio el pasado 22 de septiembre.
Crónica de La Doble Bragado: 120 corredoras de 20 equipos en búsqueda de la victoria
El jueves 21 partimos hacia el Hotel Falcone ubicado en la localidad de Chivilcoy, a 150 kilómetros de Capital Federal. Como buenos gitanos pusimos en práctica el modo caravana desde el principio: en un primer auto iban la corredora argentina Valeria Rossi y la chilena Karla Vallejos, en un segundo: Iván, camarógrafo de esta aventura, y yo.
Un par de semanas atrás le habíamos propuesto al equipo Saint-Gobain La Segunda Ladies Power hacer un documental corto que contara los más de 15 años de trayectoria que este grupo de mujeres tiene en el deporte y que culminara con su participación histórica en la corrida. La manager deportiva, Verónica Martínez recibió la idea con mucho entusiasmo al igual que las ciclistas. Por lo que el derrotero por las rutas bonaerenses comenzó con todos enfilados uno detrás del otro, yendo en caravana hasta el primer destino.
Chivilcoy nos recibió de noche, entre casas bajas y un clima húmedo. Allí nos encontramos en el Hotel Falcone con el resto de las corredoras del equipo Ladies Power: Eliana Tocha (joven promesa argentina), Mariela Delgado (ciclista de la selección paralímpica), Mercedes “La Mechy” Fadiga (capitana del equipo) y Caterina Priviley (mendocina que vino con su hija de cinco años y su pareja Iván, mecánico del equipo).
Para mi sorpresa, este team contaba con un motorhome completamente equipado para asistirlas durante la competencia, algo no muy usual en las carreras de ciclismo. Y, dentro del colectivo, se encontraba el comandante de la nave: Pato Veloz, integrante fundamental en la logística del equipo. Su función debía ser versátil: desde preparar comida hasta armar bicicletas, cebar mates, contar chistes y hacer de payaso la mayoría del tiempo.
Por su parte, los chivilcoyanos del hotel nos despertaron el viernes 22 con café y medialunas. Pude disfrutar de los dulces panificados, sin embargo las corredoras no. Ellas desplegaron sus dietas en las mesas del hall vidriado: mantequilla de maní, banana, tostadas, huevos, mermeladas, membrillo. Todo proteínas y carbohidratos.
La primera etapa de La Doble Bragado femenina las esperaba para debutar en la plaza principal. La cita era a las 13 frente a la Municipalidad de Chivilcoy, un histórico edificio que adornaba la puesta en marcha de esta carrera.
Más de cien ciclistas acudieron a la largada; y la manga (túnel de corredoras que se forma para dar inicio a las competencias) se nutrió de múltiples colores y equipos. Colla dio entonces inicio a la Etapa Inicial que largó en tren controlado hasta salir de la ciudad e ingresar en la Ruta Provincial 30.
Cabe mencionar que el inicio de la carrera de “controlado” no tuvo nada: las ciclistas se lanzaron en búsqueda de una buena posición en el pelotón a toda velocidad. A esto, La Mechy lo explica con la siguiente frase: “Siempre hay que correr adelante”.
El viento cruzado y en contra azotó al grupo humano multicolor y, mientras nosotros desde la ruta como yuyitos aparcados en la banquina, fuimos testigos de la guerra que se había desatado. “Volaron todas en mil pedazos”, describió Valeria una vez terminada la Etapa 1.
Las agrupaciones de equipos se habían destruido, segregado; y muchos de ellos viraron hacia la ruta camino a la localidad de Moquehuá. Tal es el caso de las Ladies Power que separadas observaron la fuga junto a otras nueve ciclistas de diferentes equipos del más peligroso: el Team Rower. Éste cuenta con corredoras de lujo como las ex campeonas argentinas Maribel Aguirre y Cristina Greve.
Con Iván las seguimos a lo largo del recorrido bonaerense. Las veíamos a través de nuestros lentes, las sobrevolamos con un drone, las captamos también con nuestros ojos. Sus pelos volados, sus jerseys llenos de sal, sus caras de guerra.
La fuga de 12 se sostuvo casi hasta el final. La Etapa 1 terminaba en un circuito estilo boulevard, ida y vuelta, que se repetía tres veces. Las Ladies Power iban formadas una detrás de la otra, siempre protegiendo a Eliana, la sprinter del grupo, para que llegara con “patas y poco desgaste”.
En la anteúltima vuelta, el grupo perseguidor logró conectar con la fuga y nuevas ciclistas se sumaron a la disputa. Aunque, lamentablemente, no había nadie de las Ladies.
La última vuelta fue acompañada por la gente que colmó el césped que bordea el boulevard. Desde los altoparlantes, el relator aceleró su voz para darle aún más dramatismo y énfasis al show del sprint: “¡Aquí viene lo que quedó del pelotón! ¡En filita, ordenadas, con toda la fuerza para llevarse la primera! ¡La histórica etapa de La Doble Bragado femenina!”.
Con Iván nos amuchamos entre los fotógrafos y camarógrafos, nos abrimos paso entre un mar de lentes que buscaban lo mismo que nosotros: retratar para la eternidad el primer sprint de esta carrera.
Karla asomó su casco en la línea recta y aceleró con la cabeza gacha unos 200 metros interminables. Detrás, escondida como un bicho bolita, venía Eli con la victoria casi en la mano.
Miró hacia atrás por el costado derecho y, confiada de que no venía nadie, desaceleró un poquito para disfrutar el triunfo. Pero, como un rayo veloz, como una visita inesperada, Greve de Team Rower apareció por la izquierda y se mandó con su bicicleta.
Existe un momento, antes de que las ciclistas crucen la meta, en el que el público sostiene la respiración y solo se escuchan las cadenas sucias por el viento rutero y el relato del periodista. Ese segundo de suspenso se rompe con el grito en el aire de la ganadora: “Para mi, siempre es honor brindar espectáculo en este deporte que tanto amo”, declaró Greve con una sonrisa de largo kilométrico frente a las cámaras.
Así culminó la Etapa 1 y el podio se llenó de champán: Greve quedó en el primer puesto, Eliana en el segundo y tercero la uruguaya Ana Seijas, del equipo Braguette-Colla.
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