El pasado 13 de abril la justicia revocó la prisión domiciliaria a uno de los personajes más siniestros de nuestra historia: Miguel Osvaldo Etchecolatz. Responsable de secuestrar, torturar, asesinar y desaparecer militantes sociales y políticos en la última dictadura cívico- eclesiástica-militar. En el cargo de Director de Investigaciones de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, entre marzo de 1976 y fines de 1977, coordinó grupos de tareas y los 21 centros clandestinos del llamado Circuito Camps. Frente a las prisiones domiciliarias, los organismos de Derechos Humanos presentan una consigna clara: “La única casa de los genocidas es la cárcel”.
Producción general: Juán Bosnic, Micaela Contreras, Stefania Berkenwald, Laura Baez, María Belén Ancarola.
Edición: Martina Guardiola
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